Gran parte de los discos de Neil Young ha desaparecido de los servicios de streaming y es de esperar que los pocos que quedan desaparezcan en las próximas horas. La noticia no es una sorpresa para los familiarizados con sus inquietudes, ya que el artista lanzaba PONO, su propio reproductor de mp3 de alta calidad, hace un par de temporadas; y había advertido en su página de Facebook que el streaming había terminado para él.
“No es por el dinero, aunque mi porcentaje, como el de otros artistas, se ha visto dramáticamente reducido debido a acuerdos malos realizados sin mi consentimiento. Pero es por la calidad del sonido”, ha indicado, señalando que no quiere que su música se vea devaluada por «la peor calidad de la historia de la comunicación o de cualquier otra forma de distribución”. Neil continúa: «No me siento bien dejando que esto se venda a mis fans. Es malo para la música. Cuando la calidad vuelva, le echaré otra ojeada. Nunca digas nunca jamás».
Otros artistas reticentes a Spotify y compañía no insistieron tanto en la calidad: Björk prefirió simplemente dejar pasar unos meses antes de que ‘Vulnicura’ apareciera en las plataformas de streaming y Taylor Swift se ha casado con Apple Music en exclusiva.