Es muy agradecido ser fan de Prince: un año después de editar ‘Art Official Age‘, uno de los discos más sorprendentes, inventivos y refrescantes de su repertorio reciente -y de publicar simultáneamente un disco de lo más rancio con su nueva banda de chicas, 3RDEYEGIRL, pero de eso nos hemos olvidado-, el de Minneápolis vuelve con nueva entrega de material nuevo… ¿o no tan nuevo? Prince, que no se caracteriza por su filtro de calidad a la hora de lanzar música nueva al mundo precisamente, ha vuelto con un álbum que mezcla canciones inéditas con alguna otra que ya conocíamos (‘This Could Be Us’ es del disco anterior, aunque aparece aquí en una potable remezcla) y cuya portada es una versión alternativa de la del mismo ‘Art Official Age’. Estamos, pues, ante un nuevo «regalo para fans» que solo a sus fans debería interesarle… con alguna que otra excepción.
En una de las mejores canciones del disco, ‘June’, una balada R&B que Frank Ocean haría muy bien en versionar porque le pega mucho, Prince lamenta, de hecho, no haber nacido antes, «en el escenario de Woodstock», lo cual se aplica óptimamente en la mayoría de estas canciones, muchas de las cuales suenan directamente rescatadas de los 80. Sin ir más lejos, ‘Million & Show’, el tema que abre el álbum, samplea en su inicio ‘Let’s Get Crazy’… de Prince (¿a quién iba a samplear Prince si no?) y sus anuncios circenses («¡bienvenidos al espectáculo del millón de dolares / esto es algo que nunca habéis visto antes!») suenan tan pasados de moda como esperas de un artista cuya música habita en un espacio-tiempo en el que el reloj se paró hace 25 años.
La cosa no mejora hasta la segunda mitad del álbum. Antes de ella, con la excepción del adorable y pegadizo número dance ‘FALLINLOVE2NITE’, ni siquiera la colaboración de Rita Ora en ‘Ain’t About to Stop’, que se reduce a unos coros e incluye la extraña frase «if you’re not a Ritabot / you’re a blood clut» («si no eres un Ritabot / eres un coágulo de sangre»… ¿en serio?), es interesante, en tanto que pistas como ‘Like a Mack’, junto a Curly Fryz, y el «new jack swing» de ‘Shut This Down’, ofrecen nuevamente un ángulo un tanto distorsionado y nada excitante de lo que significa revisionar en 2015 la música pop de los 80 y 90. ¿Por qué la fusión de R&B, rock, funk y hip-hop tiene que sonar tan anacrónica en las canciones de Prince?
En realidad, no es del todo verdad que Prince se niegue a que su sonido evolucione con las modas de cada momento. ‘June’, de nuevo, podría ser una canción de Frank Ocean o de Janelle Monáe y una de sus mejores, de hecho, del mismo modo que ‘1000 X’s & O’s’ sirve como perfecto recordatorio de por qué el autor de ‘Sign ‘O’ the Times’ es una de las mayores influencias de los artistas R&B actuales. Pero cuando estas canciones son tan pocas y cuando pistas como la insípida ‘HARDROCKLOVER’ tantas… algo falla. Por lo menos, eso sí, no nos han vendido esto como el nuevo álbum de estudio de Prince. Así, reajustar expectativas es posible aunque, en este caso, terminemos decepcionados igualmente. Veremos qué tal la «fase 2».
Calificación: 5,1/10
Lo mejor: ‘This Could Be Us’, ‘FALLINLOVE2NITE’, ‘1000 X’s & O’s’, ‘June’
Te gustará si te gusta: mucho Prince
Escúchalo: Tidal… o en tu tienda de discos favorita