Inauguramos nueva serie de playlists con canciones no tan recordadas del pop español como los éxitos que durante las últimas décadas han logrado Los Planetas, nudozurdo, La Buena Vida o Hidrogenesse. La primera playlist se centra en canciones de 2001 a 2010 con menos de 15.000 escuchas en Spotify, quizá porque permanecen olvidadas o porque llegaron a destiempo a las redes. En general tienen muchas un punto indie pop, pero con alguna concesión a otros estilos.
Comenzamos con una canción perdida del dúo barcelonés Zola, aunque solo sea porque ‘Veraniega’ habla del adiós a un amor de verano y nos acabamos de despedir de esta estación. Estaba incluida en ‘Siete maletas’ (Jabalina, 2003), al que el grupo daba continuación con ‘En la oscuridad’ (Discos de Paseo, 2007). Después… nunca más se supo. Seguimos con un tema los Souvenir pre-synth pop. ‘Le temps perdu’ abría ‘Points du suspension’ (Jabalina, 2001) con vientos abiertamente influidos por The Pale Fountains.
También del mismo sello es la única canción -hasta donde yo sé- con letra atribuida a Irantzu Valencia de La Buena Vida, donde Javi Sánchez, Mikel Aguirre y Pedro San Martín eran los autores principales aunque todas las canciones fueran «compuestas por La Buena Vida». En este caso se trata de un tema de Humanoid incluido en ‘Romance’ (Jabalina, 2002), con unos deliciosos arreglos tipo easy-listening. La portada de este largo hecha por Javier Aramburu ilustra este artículo.
En los primerísimos días de 2010 se publicaba ‘Taller de memoria‘ (Pez Plátano Discos), el segundo álbum de Jonston, lleno de joyas perdidas como ‘Buenos Recuerdos’, ‘Puzzle’, ‘No debería volverme a enamorar’ u ‘Horóscopo del teletexto’, y del que seleccionamos la preciosa ‘Un nuevo, nuevo amor’, muy Brincos, pero en americana.
También espléndida y agridulce es el que permanece como el mayor mini hit de Me enveneno de azules, ‘Lluvia en los zapatos’ de ‘1968’ (Elefant, 2001), en el que caben unos irresistibles acordes de jangle pop, el dolor y la nostalgia, unos sutiles arreglos de viento y hasta un puente bossa. Para escuchar en bucle.
No hay disco de Nosoträsh desde 2005 (!), y sin embargo, antes de que Natalia Quintanal se refugiara en La Villana, sacó un álbum llamado ‘La niña de los siete corazones’ (Grabaciones en el Mar, 2003) junto a Pau Roca de La Habitación Roja. Se hacían llamar Electra, se promocionaron entre poco y nada y sin duda su mayor cumbre creativa fue la afectada ‘Ojalá lo hubieras hecho’.
Anntona, que podría aparecer en una playlist de este tipo con sus composiciones interpretadas por Marina Gómez Carruthers o La Bien Querida, lo hace con su compañera en Los Punsetes, Ariadna, en la frustrante ‘Podía volar’ de ‘En la cama con Anntona‘ (Gramaciones Grabofónicas, 2009), más desasosegante que el anuncio de Tristón.
El punto synth-pop minimalista en la línea de Family nos lo pone Raúl Vázquez, de Jaén, que como De Viaje entregaba una preciosa ‘Quiero repetir’, sobre ese día en el que quieres volver a acostarte con alguien. Estaba incluida en su debut ‘Mundo invisible’ (Molécula Records, 2009). Si en esta canción colabora nuestra co-fundadora Angèle Leciel a los coros, era ella quien nos descubría la siguiente canción. Tildada por 20 Minutos como «el regreso indie de Massiel», era en realidad un viaje a la canción española de los 60, con toques easy-listening y fiestón bossa. La explosiva ‘Un mundo maravilloso’, que revitalizaría a un muerto, era una de las composiciones que el gallego Juan Rivas incluía en ‘Mundo feliz’ (Pop & Co, 2007), con arreglos de Donatore Di Groove.
Muy distinto era el homenaje a la canción melódica de los 70 de Corazón, manifestado en varias canciones de su repertorio, por ejemplo en esta estupenda ‘Nunca olvidarte’, con coros de Malela Durán de Garzón. Drama: desde ‘Nuevo futuro‘ (Elefant, 2009), no hay disco de este dúo. En contraste, el «pop-abilly» de Los Ginkas, que editaban ‘Retumbarama‘ (Spicnic, 2010) incluyendo en él un ‘Fiesta en la luna’ que llegó a ser número 1 de nuestro site.
El mismo año se editaba ‘El ritmo de los acontecimientos‘ (El Genio Equivocado, 2010), el disco que nos confirmaba que Joaquín Pascual haría carrera en solitario al margen de Surfin’ Bichos o Mercromina. ‘Nos miramos a los ojos’, con modestos pero hermosos arreglos surferos y circenses, es perfectamente válida para el mundo inundado de redes sociales de 2016.
Si antes mencionaba a Javi de La Buena Vida, no puede faltar ‘100 veces «no puede ser»‘, una de las mejores canciones de su otro proyecto Ama, que autoeditaba ‘Exposición permanente‘ (Los Enanos Gigantes, 2009) tras irse, pero antes de volver a Jabalina. Gran final coral. Con la playlist ya sabiendo a final recuperamos ‘Al oeste de la divisoria’, la onírica canción a piano que Mus incluyó en ‘El Naval’ (Acuarela, 2002), y en la que hasta oír respirar a Mónica Vacas al micrófono es una maravilla.
Pero la canción escogida para cerrar y que tan bien ilustra esta playlist con su estribillo «¿Quién se acordará de él?» es ‘Manga por hombro’, la canción final del álbum final de Carlos Berlanga, un ‘Impermeable‘ (Elefant, 2001) que dejaba hits como ‘Vacaciones’ o ‘Lady dilema’ pero que también escondía secretos como este o ‘Cul de sac’.
La próxima playlist será de canciones que no están en Spotify. Saludos a Siesta, Spicnic, etcétera.