La primera vez que escucho este ‘Going, Going…’ me doy un buen susto. ¿Se ha pasado David Gedge al post-rock? ¿Ha vuelto el post-rock? ¿¿Pero por qué?? Y es que una serie de pasajes invernales e instrumentales, casi tan inhóspitos como la helada portada, abren el disco… y me hacen temer lo peor. Más teniendo en cuenta que es un álbum bastante largo: ¡veinte temas! Pero, afortunadamente, en eso se queda todo: en un susto. Porque a la quinta canción, ‘Two Bridges’, cuando está a punto de vencerme el sopor, David Gedge me despierta con un fogonazo de fantástico power-pop. Ah, esto ya es otra cosa.
Este grisáceo arranque se entiende si se echa un vistazo a su web: «‘Going, Going…’ es una colección de veinte canciones que van desde los paisajes cargados de cuerdas al punk-rock rabioso, cada uno acompañado de un film rodado durante un viaje a través de EEUU por Gedge y la fotógrafa Jessica McMillan». David Gedge se plantea, pues, el álbum como algo más que una sucesión de canciones: es una obra audiovisual. De hecho, ‘Going, Going…’ se vende en varios formatos, pero siempre acompañado de un DVD. Sin duda, su atmosférica introducción se sostiene mejor como banda sonora. Pero si obviamos este inicio, si despojamos a ‘Going, Going…’ de la excusa cinematográfica, si nos limitamos al plano estrictamente musical, el disco se defiende solo estupendamente bien.
Porque, una vez que David pone el pie en el acelerador, no lo va a soltar en trece de los veinte temas. Armado de su característica voz, un pelín más rasposa de lo habitual, su arsenal de guitarras (con el estreno de Samuel Beer-Pearce como guitarrista), una muy contundente base rítmica y los agradecidos aportes vocales de Katharine Wallinger, también bajista (otra de las novedades en la banda), Gedge nos ofrece lo que mejor se le da: temas rotundos, melodías redondas y estribillos certeros, bastante escorados hacia el rock alternativo de los noventa en esta ocasión. Desde la sentida ‘Little Silver’, a mi preferida ‘Bear’, indie pop de muchos quilates, con un estribillo poderoso en contraste con un puente frágil y melancólico. A continuación aprovecha para arrearnos unos cuantos puñetazos punk: los acelerados ‘Secretary’, ‘Birdnest’ y ‘Kill Devil Hills’. O te hace llegar ecos de los Pixies en ‘Bells’; te avasalla con la batería tremebunda de ‘Fifty-six’, o te culmina ‘Emporia’ en un crescendo grunge. Una auténtica sucesión de joyitas que alcanza hasta la pizpireta ‘Ten Sleep’. No es hasta la decimoctava pieza, ‘Wales’, que Gedge modera la velocidad hasta el cierre con ‘Santa Monica’, crepuscular y extensa suite de slowcore. Un retorno a la calma inicial, aunque esta quietud ya resulte mucho menos farragosa y más confortable. Porque más allá de la excusa «arty», lo que al final nos queda es un pedazo de disco de pop, un feliz retorno de los Weddoes a su mejor estado de forma. Quizás peque de conservadora a la hora de valorarlos… pero qué bien hace Gedge lo que sabe hacer bien.
The Wedding Present actúan el 28 de octubre en Donosti, el 30 de octubre en Pontevedra, el 31 de octubre en Madrid, el 1 de noviembre en Valencia y el 2 de noviembre en Barcelona.
Calificación: 7,3/10
Lo mejor: ‘Two Bridges’, ‘Bear’, ‘Secretary’, ‘Emporia’
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