Casi siempre, las tendencias musicales se van imponiendo de una manera sigilosa, imperceptible, hasta uno se percata de que toda una escena está antes sus ojos. En este caso, podemos palpar las conexiones sonoras entre bandas como Daughter, Warpaint, Savages o Wolf Alice, pese a sus palpables diferencias. Curiosamente, es una banda nueva la que, compartiendo gusto con aquellas por un rock oscuro y sinuoso que puede ser ocasionalmente bailable, nos hace percatarnos de que hay una corriente fuera de lo casual.
Esa nueva banda es Pumarosa, un quinteto establecido en Londres y liderado por la guitarrista y cantante Isabel Munoz-Newsome (su nombre y apellido evidencian su ascendencia latina). La banda partió de Isabel y el batería Nicholas Owen, que habían tocado juntos en varios proyectos anteriores, y más tarde se unieron Henry Brown, al bajo, Tomoya Suzuki, al saxo y teclados, y Neville James, a la guitarra. Debutaron el pasado año con ‘Priestess’, una fascinante canción de algo más de 7 minutos que deriva en una hipnótica jam, guiada por el saxo de Suzuki y el carisma vocal (de evidente similitud al de Soiuxsie Sioux)de Munoz-Newsome. La definición para ese sonido viene dada por una etiqueta que ellos mismos han acuñado: «Industrial espiritual». Por marciano que suene, lo cierto es que escuchando su música cobra sentido.
Esta canción, que más tarde ha contado con una fantástica transformación space-disco a cargo de Shura, fue publicada por el sello independiente Chess Club, pero pronto Fiction, subdivisión de Universal, les echó el ojo y se ha encargado de lanzar hace semanas un EP, producido –como su primer single– por Dan Carey (Hot Chip, Bat For Lashes, Toy). ‘Celine’ y ‘Honey’, especialmente, son nuevas muestras de que el pop rock de ambiente siniestro tiene un gran futuro por delante. Imaginamos que no quedará muy lejana la llegada de un primer largo que acredite su valor real.