Muñeco, el quinteto catalán, han virado en su segundo disco hacia horizontes más despejados. Si ‘Ocurre’, su primer largo, resultaba oscuro, hasta opresivo, en ‘Teoría del cielo’ han dejado que, en su particular post-kraut-prog-pop -básicamente instrumental-, entre el aire y la luz del sol. Lo de usar pop en vez de ‘rock’ no es gratuito. Efectivamente, lejos de manierismos, ‘Teoría del cielo’ es un disco accesible, lo que no implica necesariamente simplicidad. Más ligero que ‘Ocurre’, siguen usando todos esos elementos de prog-rock de manual de los 70: bajo, guitarras tratadas, sintetizadores, etc, de los que se apropian con desparpajo. Pero esta vez su obra está surcada por un fino sentido del humor. Y por una mayor carnalidad. La música llena muchos espacios, tiene una cualidad táctil más que paisajística, aunque sin perder el universo de vista.

Tanto el título como el astronauta de la portada son indicativos; el disco parece un homenaje al space-rock de Ozric Tentacles, pero sin caer en la parodia ni la copia fácil. El inicio con ‘Santos’ es sexy, con su voz vocoderizada y su línea de bajo ondulante, casi funky. Mucho más pop es el primer single, ‘El espectador’, principalmente gracias a esas guitarras tan inconfundiblemente 80s (entre U2 y los Simple Minds más mainstream). La huella del post-rock más canónico de finales de los 90 se deja sentir en ‘Caballo de Troya’, aunque con bastantes dosis de sensualidad, lejos de cualquier atisbo de gravedad.

Muñeco se ponen melancólicos y evocadores en ‘Astro’, donde los golpes de percusión resuenan y crean una gran atmósfera gracias a esos guitarrazos épicos, a la línea de bajo gótica, construyendo un clima equilibrado entre la grandilocuencia y la introspección. El tramo final observa, por eso, un pequeño triunfo de la melancolía dulce. Las atmósferas de ‘Selva’, me recuerdan al Sufjan Stevens de ‘Vesuvius’ en parte, pero también a los Massive Attack más dub, hasta que su gran melodía rompe en síncopa bailable, prácticamente tropical, en un riff que Coldplay envidiarían. ‘Gracia’, abre como un extraño villancico espacial, capaz de transmitir sentimiento de bondad y afán, pero vira a rock americano alternativo, merced a sus gruesas líneas de bajo y los tambores aporreantes. Para cerrar, ‘El practicante’ casi se va a los terrenos de ‘Mogwai Fear Satan’ y endurece postulados en una espiral de creciente intensidad, aunque al final el sol acabe brillando entre las nubes.

‘Teoría del cielo’ desfrunce ceños y relaja mandíbulas: no, esto no es pose de flipados progresivos ni deriva sin sentido (mis dos grandes pánicos cuando me acerco al género, lo confieso). Esto es un disco divertido y nostálgico, espumoso, despojado de trascendencia, rebosante de frescura. Muñeco se asientan cada vez más en su sonido, viran hacia el pop, suenan más brillantes y atractivos.

Muñeco presentan ‘Teoría del cielo’ mañana sábado, 3 de diciembre, en la Sala Razzmatazz de Barcelona.

Calificación: 7/10
Lo mejor: ‘Santos’, ‘El espectador’, ‘Gracia’
Te gustará si te gustan: el post-rock, el space-rock, el sonido de los U2 de los ochenta.
Escúchalo: Spotify