‘Skam’: por qué una serie noruega ha enganchado a los adolescentes españoles

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‘Skam’: por qué una serie noruega ha enganchado a los adolescentes españoles

skam-serie«Las chicas que llaman puta a otras chicas tienen un 90% más de probabilidades de pillar clamidia. / ¿Eso es verdad? / No, ¿pero a que estaría guay que lo fuese?». La frase podría haber salido de la boca de Veronica Mars, pero es de Noora Amalie Sætre, uno de los personajes principales de ‘Skam’. ¿Y qué es ‘Skam’? Es una palabra que probablemente en tu vida habías visto (salvo que sepas noruego) pero que en breve te vas a hartar de ver por todas partes, si es que no lo has hecho ya.

«Skam» significa «vergüenza» y es el título de una serie noruega creada por Julie Andem que versa sobre la vida de un grupo de estudiantes de Oslo. La cosa es que allí no es solo una serie, sino todo un fenómeno social que ha conseguido unir en webs, quedadas y viajes al lugar de grabación a adolescentes noruegos, suecos, finlandeses y daneses, llegando a recibir una mención de honor de la Asociación Nórdica (una institución que vela por la vecindad entre esos países). Además, a lo largo de las tres temporadas que lleva emitidas desde 2015, le ha pasado –aunque su tono sea radicalmente distinto- como a ‘Forbrydelsen’, ‘Borgen’ y ‘Bron/Broen’ : ha traspasado fronteras, hasta el punto de aparecer en The Guardian o The New York Times, ser definida por Vanity Fair como «el futuro de la televisión» y, finalmente, confirmarse una adaptación para USA que está preparando Simon Fuller, el creador de ‘American Idol’ y manager de las Spice Girls. En nuestro país, el desembarco a través del boca a boca que suponen las redes sociales ha ido produciéndose durante este otoño e invierno, viralizándose cada vez más hasta el punto de que la mayoría de espectadores adolescentes (y no tan adolescentes) españoles la han visto, la están viendo o al menos han oído hablar de ella. Ojo, de una serie noruega, y que ni siquiera se emite por medios convencionales.

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De hecho, esa es quizás la característica más llamativa de la serie: los episodios, de unos 20 minutos de media (con excepciones de hasta 50 minutos), se componen de una serie de escenas que se van colgando en la web de la serie a lo largo de la semana, sin previo aviso, y cada viernes se emite el episodio completo en NRK3, uno de los canales de NRK. El momento en que se cuelga una escena coincide con el momento de la historia; así, si la escena en cuestión tiene lugar en clase de Biología un martes a las 12:30, es en ese momento cuando aparece en la web. La idea es desdibujar el límite realidad-ficción, a lo que también contribuye que los personajes de la serie tengan sus propias cuentas de Instagram, que fiestas de las que se habla en la serie aparezcan en Facebook como eventos reales, etc. El mundo 2.0 juega un papel clave en ‘Skam’, incluso los diálogos son sustituidos a veces por conversaciones a través de Whatsapp, Facebook, Skype o Grindr y, sorprendentemente, toda esta inclusión de las nuevas tecnologías consigue hacerse de forma natural, evitando el “Síndrome Sr. Burns con gorro” que sufren muchas series de adolescentes. También con la intención de conseguir autenticidad, Julie Andem escogió para el reparto a una serie de desconocidos que, o bien tienen otros trabajos, o bien van aún al instituto y, una vez que tenía el reparto, creó los personajes pensando en ellos.

Como es evidente, no podemos pasar por alto la selección musical, pero es que en las escenas suena gente como -tomemos aire- Radiohead, Lorde, Michael Jackson, Peaches, Tame Impala, The Velvet Underground, Queen, Nas, Lady Gaga, Massive Attack, M.I.A., Robyn, Susanne Sundfør, Hozier, Kanye, Britney, Tears for Fears, Electric Six, Lana del Rey, Air, Dr. Dre, AURORA, Imogen Heap, London Grammar, The Weeknd, Yelle, Coldplay, Die Antwoord, MGMT, Troye Sivan y muchos más, uniendo lo indie y lo mainstream y mezclando clásicos de varias décadas con lo más rabiosamente actual (en una posible adaptación española sería un puntazo meter ‘Universos infinitos’ como guiño a cierta trama de la serie). Y, como dato curioso, también nos descubre que en el mundo de la música existe otra Gabrielle, que hace electropop (y que no es la autora de los hits ‘Dreams’ y ‘Out of reach’ que acompañaban a ‘Magnolia’ y ‘El diario de Bridget Jones’).

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Otro aspecto a señalar de la serie es que cada temporada está contada desde el punto de vista de un personaje, siendo Eva, Noora e Isak de momento los agraciados. La pega de esto es que en ocasiones se centran demasiado en el personaje en cuestión y otros pierden profundidad, acercándose a un “pasaban por allí”, pero aun así esto no ha impedido que secundarios (de momento) como Sana, Chris y Vilde pidan a gritos centrar una de las temporadas. A través de estos personajes, ‘Skam’ aborda distintas temáticas, de forma menos cruda que su prima inglesa ‘Skins’, pero tremendamente efectiva en casos como el feminismo y la sororidad (la frase con la que empezábamos el artículo es solo un ejemplo), la diversidad sexual, la religión, la salud mental, las drogas o la globalización.

Todo esto es referido a lo que se puede encontrar en las tres temporadas emitidas, pero la cuarta está a punto de ver la luz, y se especula ahora con el que podría ser su personaje central (apostamos por Sana). Todo apunta a que la serie terminará de dar el pelotazo a nivel mundial con el estreno de esa cuarta entrega. Mientras, podemos disfrutar con el imaginativo trailer usado para la tercera.

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