Igual solo me pasa a mí, pero cuando escucho las canciones de Cosmen Adelaida es como escuchar las calles de Madrid, los bares, los parques, la gente. De cualquier barrio que aún conserve un ápice del carácter que hace a la capital del estado un sitio tan odioso y acogedor a un tiempo. Probablemente me condiciona el hecho de ser un madrileño emigrado, pero si necesito abrir la puertecita de la nostalgia –no una que duele, sino la del cariño– solo tengo que escuchar ‘La foto fantasma’, y ahora ‘Dos caballos’, para encontrarme conmigo mismo allí, hace 3, 5, 10 o 25 años. Me suena a Madrid.
Y es que el grupo radicado precisamente allí es, a mi juicio, como una especie de espejo que refleja la personalidad de la ciudad. Seguramente lo sea porque, aunque es cierto que sus declaradas influencias por Echo & The Bunnymen, Magazine o Ariel Pink son tangibles, yo no puedo evitar pensar en bandas que han conformado el sonido de la ciudad de dos o tres de décadas a esta parte, como Mecano, Nacha Pop, Los Modelos, Mama… De forma entrañable, encuentro una pizca de todos ellos en los recovecos de este nuevo disco aún más urgente –apenas 28 minutos– que su predecesor, que no da ni un respiro (que solo llega al final con la expansiva y hippie ‘Ibizca’) y al que la producción de Paco Loco, tan deslavazada como ingeniosa, sienta como un guante. Voluntariamente o no, Cosmen Adelaida preservan así todo el encanto de lo indie.
“Las personas estamos unidas como dos caballos a una máquina salvaje y ajena a nuestro control, que igual que nos mantiene unidos, nos acaba separando”. Así ilumina Javier Egea, voz y guitarra del grupo junto a Nacho de La Hoz, sobre el título del álbum, plasmado de forma hermosa en la pintura de su portada, obra de su ya ex batería Elisa Pérez (ella, aunque grabó el álbum, ha dejado el grupo y la sustituye Seán Lynam –Espiritusanto–; igual que Luis Fernández –Los Punsetes, Juventud Juché–, ha sido sucedido por el primer bajista del grupo, Marcos Domínguez). Esa es solo una de las bonitas imágenes que pueblan estas 10 canciones, flashes entre lo cotidiano y lo surreal que dibujan unas vidas como las de cualquiera, atrapadas entre las dudas del pasado y los remordimientos del futuro, luchando por y en contra del destino. Un porvenir siempre inquietante en el que, a lo peor, uno logra lo que persigue.
Esas figuras temporales para observarse a uno mismo son constantes a lo largo del disco (‘El final’, ‘El futuro’, ‘Mastín’, ‘Contra la pared’, ‘2CV’, ‘Huida’), entre pequeños guiños sobre la agitada y agridulce vida en la urbe que se filtran aquí y allí, como esa –o eso quiero creer yo– acertadísima figura de “Madrí» como una cárcel de Piranesi. En cualquier caso, todo esto no dejan de ser apreciaciones muy personales, y en realidad este disco es igualmente evocador y disfrutable para cualquiera, conozca y aprecie esta ciudad o no. Porque lo que sí es irrefutable es que, como decía antes, ‘Dos caballos’ es otro gran disco de pop de guitarras, que sostiene un ritmo trepidante desde un arranque que entra como Jack Torrance en el cuarto de baño: a hachazos.
Porque así de contundentes son ‘Contra la pared’, incluso a pesar de sus “estribillos lentos”, la inmediata –pese a su rítmica revirada– ‘Hermanos Wright’ (preciosa su letra sobre la valentía de afrontar los sinsabores de hacer algo solo por pasión), la trotona ‘2CV’ y su breve pero mágico solo de guitarra y el bofetón ‘Parque Jurásico’, que prueba que una estrofa con una gran melodía puede ser tan enardecedora como un estribillo. La post-punk-pop ‘El final’ cierra la arrebatada “cara A” y da paso a una “cara B” en la que Cosmen Adelaida corren más riesgos. Me refiero a los toques disco de la gran ‘Piranesi’, en la que Betacam (que de nuevo ha asistido al grupo con sus teclados) se luce, especialmente en ese estribillo que coquetea con Manuel Alejandro, como también ocurre en ‘El futuro’, una maravilla que torea con garbo un contrahecho morlaco de la ganadería “Camela versus Gang of Four”. Esos atinados toques iconoclastas, sorprendentemente, no dispersan lo más mínimo el bloque de ‘Dos caballos’. Más bien al contrario, refuerzan el carácter de un grupo que puede presumir de una carrera intachable y de un repertorio envidiable. Solo cabe desear que no tengamos que esperar otros 3 años para su nuevo disco.
Cosmen Adelaida presentan ‘Dos caballos’ el próximo jueves 6 de abril en Pop&Dance, junto a Chucho y Cómo vivir en el campo.
Calificación: 8/10
Lo mejor: ‘Hermanos Wright’, ‘Contra la pared’, ‘El futuro’, ‘Parque Jurásico’, ‘Piranesi’
Te gustará si te gustan: Doble Pletina, Templeton, Mecano, Echo & The Bunnymen.
Escúchalo: Spotify, Bandcamp