Berlín, 1988. Nick Cave y los Bad Seeds acaban de terminar de grabar su quinto disco tras una sucesión casi anual de álbumes de ascendiente brillo desde su debut en 1984. En agosto se publica ‘Tender Prey’, que contiene lo que con los años se convertirán en algunas de sus canciones más emblemáticas e inspiradas: por ejemplo ‘The Mercy Seat’, canción que a día de hoy sigue interpretando casi en cada concierto, y que sale editada en single, como era de prever… y sin embargo hay algo de especial en el otro sencillo extraído del disco, quizá menos recordado, pero muy querido por los seguidores de Cave: ‘Deanna’, una canción que en el último número de Mojo describen “como los Stooges haciendo gospel”, pero que en su euforia algo psicótica encierra también algo de garage-pop de los 60.
En ella, aporreando un órgano Hammond y cantando en ese perfecto modo ligeramente fuera de tono, Cave se dirige a la Deanna del título mientras planean un asesinato juntos (“Discutimos los detalles del asesinato / la muerte tomará el volante de tu Cadillac (…) Voy a golpear / con mi caja de herramientas y mi media / y nos encontraremos en la esquina / Sí, se apunta como apuntar con el dedo / y tiras de esta cosita”). En entrevistas de la época, Nick declaraba que la canción trataba sobre una antigua amiga del colegio llamada Deanna que había asesinado a su padre y sido internada, pero la realidad resultaría ligeramente distinta.
Australia, otoño de 1988. El director de cine Andrew Dominik empieza una relación con una actriz que ha conocido hace poco. Según le ha contado, ella estuvo saliendo meses atrás con Nick Cave, un cantante que Dominik conoce vagamente pero que no le atrae demasiado. A los pocos días oye en la radio una canción nueva de los Bad Seeds titulada ‘Deanna’, en la que Cave describe cómo se corre encima de su vestido antes de planear juntos un asesinato entre árboles de navidad quemados. Se queda perplejo: su nueva novia se llama Deanna Bond.
Parece difícil pensar que el suceso fuese a contribuir a que Nick Cave le cayese más en gracia, y sin embargo -en un giro genial del destino- Dominik acabaría volviéndose fan suyo y trabajando con él, convirtiéndose de hecho en algo así como su director de confianza. Él fue el encargado, sin ir más lejos, de la delicada tarea de dirigir el emotivo documental ‘One more Time with Feeling’ hace año y medio. Con el tiempo Cave ha admitido que aquella explicación que contaba era para despistar, y que la canción es en realidad una fabulación (“a kind of imagined, romanticized lie”) basada vagamente en su corta relación con Bond.
La canción no puede ser más simple, pero transmite mucho de la montaña rusa vivencial que acompañó la grabación de ‘Tender Prey’ (registrado en cuatro estudios y tres ciudades distintas, con Cave llegando a ser detenido en Londres por posesión de heroína). La toma en directo en el estudio, simple y a la yugular, en compañía de esos dos fantásticos guitarristas que son Kid Congo Powers y Blixa Bargeld, refleja esa aceleración pasada de vueltas pero también un extraño júbilo.
Estas semanas pasadas se publica ‘Lovely Creatures’, una recopilación de canciones escogidas entre los más de treinta años de carrera de Nick Cave & The Bad Seeds. Merecidamente ‘Deanna’ aparece ahí, destacando entre hermosas baladas y retablos surrealistas como uno de los sencillos más singulares de su carrera.
‘Deanna’ suena en el nuevo Popcasting de Jaime Cristóbal, ya disponible en este enlace.