Sam Shepard ha muerto a los 73 años en su casa de Kentucky, como consecuencia de la ELA (Esclerosis Lateral Amiotrófica). Al parecer, su fallecimiento se produjo el pasado jueves 27 de julio, pero no ha sido hasta la mañana de este lunes (hora estadounidense) cuando The New York Times ha informado de la noticia.
El actor, director y dramaturgo había sido nominado al Oscar a mejor actor de reparto por su papel en ‘Elegidos para la gloria’ de 1983, y también le habíamos visto en otros films como ‘El informe pelícano’ o ‘Magnolias de acero’. Últimamente había despuntado su participación en películas tan destacadas como ‘Frío en julio’, la cinta de Mateo Gil ‘Blackthorn’, la excelente ‘Mud’ o la excelente ‘Agosto’.
Shepard era también guionista, co-escribió el guión de ‘Renaldo and Clara’, la película de Bob Dylan de 1978, y también co-escribió el guión de ‘Paris Texas’ de Wim Wenders. El actor había sido amante de Patti Smith a principios de los 70, por lo que sus vinculaciones con la música no terminan de ser una sorpresa: Sam Shepard apareció en los créditos de la canción ‘Brownsville Girl’ de Bob Dylan, incluida en su disco de 1986 ‘Knocked Out Loaded’, llegando a los 11 minutos de duración. También escribió el tema ‘God’s in the Kitchen’ para la banda sonora de ‘Llamando a las puertas del cielo’ de Wim Wenders, y tocó el banjo en una versión de ‘Smells Like Teen Spirit’ que formó parte de ‘Twelve’, el álbum de versiones que publicó Patti Smith en 2007. Hacía casi 40 años de su pequeño affair.
Además, Shepard escribió más de 40 obras de teatro (una de ellas con Patti Smith, ‘Cowboy Mouth‘), así como varios relatos, ensayos y memorias, obteniendo el Pulitzer a mejor drama por ‘Buried Child’, que terminó llevando al cine.
Actualización 2 de agosto: Patti Smith ha publicado una carta en The New Yorker sobre su relación con Sam Shepard en la que revela cómo no perdieron el contacto a lo largo de los años, de qué escritores solían hablar («Rudy Wurlitzer. Nabokov. Bruno Schulz») o cómo un día él le prometió enseñarle el Southwest de Estados Unidos, sin llegar a cumplirlo. «Sonreí, porque ya me lo había descubierto», concluye Smith, muy al estilo literario de ‘Just Kids’. La bonita carta incluye, como curiosidad, una mención al director español Mateo Gil, pues Shepard le mandó un mensaje desde el rodaje de ‘Blackthorn’ en Bolivia, prometiendo que le iba a llevar un sarape.