Los suecos The Sound of Arrows han publicado esta semana su segundo disco, el sucesor del excelente ‘Voyage’. El gran grower del disco, la mejor canción del mismo, es definitivamente ‘Don’t Worry’, aparentemente otro de sus medios tiempos inofensivos, pero a la postre su composición más emotiva.
‘Don’t Worry’ ya funcionaba antes del vídeo y del disco gracias a su atractiva combinación de arreglos sintéticos y orgánicos (teclados y cuerdas) al modo del mejor William Orbit de finales de los 90. Pero además se crece dentro de un disco, ‘Stay Free’, cuya temática principal es el carpe diem, en la secuencia del álbum llegando hasta los extremos de la new age.
La letra, desde su humildad, es una relación de problemas de primer mundo a los que se busca quitar hierro. “Te preocupas de tus ex, de la aprobación de los demás, del futuro y de las cosas que hiciste y de las que nunca harás (…) te preocupas de que los tiempos cambien, por el dinero y por parecer viejo, por aquel en que te estás convirtiendo, y te preguntas si él seguirá pensando en ti”, plantea, antes de repetir en el estribillo: “no te preocupes, estaremos bien”.
Estamos, por tanto, ante una canción que cumple la misma función de prevención al suicidio de ‘Everybody Hurts’ de R.E.M., que en su momento fue escogida en un estudio como la canción más adecuada para salir de un mal bache emocional; y emocionante incluso más que en sus cuerdas, en la bonita interpretación vocal de Stefan Storm, especialmente cada vez que quiebra la voz en “one more day”.