El nombre de Tommy Keene no ha gozado del eco de Alex Chilton, Peter Holsapple, Steve Wynn, Matthew Sweet o Ken Stringfellow, héroes de diversa procedencia del power pop. Pero sí que es toda una figura para los que no se quedaban en la superfiicie de ese estilo ultramelódico y guitarras a gran volumen. Digo es porque seguirá siéndolo, pero lo cierto es que ahora sabemos que ha fallecido hace unas horas, cuando apenas contaba con 59 años.
En un comunicado-obituario publicado en su web, se informa de que falleció el pasado miércoles 22 de noviembre en su casa de Los Ángeles, “de manera inesperada y en paz, mientras dormía”. El mismo comunicado hace un breve repaso por la carrera del músico y autor de Illinois (aunque crecido en Maryland), de sus inicios a finales de los 70 en grupos como The Razz y The Rage, antes de debutar en solitario en 1982 con el disco ‘Strange Alliance’. De ahí dio el salto a la multinacional Geffen Records, que publicó sus dos discos más populares, ‘Songs From the Film’ (1986) y ‘Based on Happy Times’ (1989).
Tras no cumplir con las expectativas comerciales, recaló en el sello independiente Matador ya bien mediados los 90, publicando dos álbumes más. En los 00s, pasó a colaborar con otros músicos y bandas como Paul Westerberg (The Replacements), Velvet Crush o Robert Pollard (Guided by Voices) –con el que llegó a grabar un disco en 2006 como Keene Brothers–. Ya en esta década publicó un doble álbum retrospectivo de su carrera hasta el momento, y en 2015 publicó ‘Laugh In The Dark’, que es hoy su último disco.