‘Maestros de la Costura’ sí es la versión «de-sastrería» de ‘Masterchef’

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‘Maestros de la Costura’ sí es la versión «de-sastrería» de ‘Masterchef’

RTVE ha estrenado los lunes ‘Maestros de la costura’, un formato que dio la campanada en 2013 en BBC Two, conquistando durante 4 temporadas a una audiencia media nada desdeñable superior a los 3 millones de telespectadores. ¿Cuál ha sido el truco de la cadena para enganchar a esta adaptación de The Great British Swing Bee a aquellos que no sabemos nada de moda y utilizamos la ropa hasta que se nos cae a cachos? Vestirlo abiertamente de Masterchef en cuanto a jueces -duros pero mordaces-, estructura, guión, montaje y cásting.

En este último lugar, el cásting repite el patrón de Masterchef de mezclar concursantes de distintas edades, unos más apegados a la tradición y otros a la vanguardia, pero sin duda se ha apuntado un gran tanto alternando con orgullo la pluma inherente al mundo de la moda (gay o no), con amas de casa y hasta una profesora de religión. Sobre todos ellos, salva el programa del hastío desde el primer plano Eduardo, un joven estudiante de diseño de moda y pelo lacio, que resulta todo un «consejos vendo, para mí no tengo». Es además responsable de llevar a ‘Maestros de la costura’ el lenguaje de la calle, de «la última caja sorpresa va a ser un buen pedazo de mierda» a «mira a Mahi, pidiéndole fuerzas a Extremoduro» pasando por «Vanessa, ¡te han puesto fina filipina!».

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Como en Masterchef, la torpeza de los concursantes es parte de la gracia: no hay más que echar un vistazo a la de-sastrosa Anna. Hay dos gemelos y uno de ellos -Sergio- ha definido al otro -Vicente- como «la persona más lenta de España». Así, se han vivido momentos surrealistas solo vistos en este tipo de realities, como una horda de concursantes negando al jurado y a las jefas de taller de una empresa invitada Premio Nacional de Moda, que el corte de sus prendas estuviera mal hecho. Lorenzo Caprile, María Escoté y Palomo Spain (gran nombre), cada uno en un estilo muy diferente, pero todos tan imprescindibles como Pepe, Samantha y Jordi Cruz en Masterchef, tienen material de sobra para concluir cosas como «esto es un disfraz cutre de Blancanieves» o por otro lado ejercer de guía para el público elogiando un vestido con imperdibles por su parecido a una antigua colección de Versace.

Aunque todos sabemos que aquí nadie va a aprender a coser. El objetivo del programa es entretener y en ese sentido hay que elogiar que dure 1 hora menos que Masterchef pese a copiar su estructura y hasta pruebas como la subasta. Se agradecería un recorte de media hora más y algo más de riesgo (entre las pocas aportaciones está el comodín del Imperdible para casos de desesperación total, que solo se puede usar una vez en todo el concurso), pero el programa, el jurado y el cásting pueden dejarnos en semanas venideras grandes momentos televisivos. Sobre todo si recordamos la ausencia de Top Chef este invierno. 6.

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Puedes seguir el programa en nuestro foro Maestros de la Costura.

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