Rolling Blackouts Coastal Fevers / Hope Downs

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Rolling Blackouts Coastal Fevers / Hope Downs

Tras dos llamativos EPs, este debut largo de los australianos Rolling Blackouts Coastal Fever (Rolling Blackouts CF para los amigos) llega para ocupar un espacio privilegiado en las estanterías, memorias digitales y/o corazones de los amantes del pop rock en el que las guitarras siguen siendo lo más importante. Y no, esto no se circunscribe únicamente a nostálgicos de tiempos dorados, pues la vigencia y éxito de grupos como Real Estate, The War On Drugs o Kurt Vile y sus Violators muestran que están lejos de extinguirse.

En el caso del quinteto de Melbourne, sus canciones se acercan sobre todo a la concepción de los autores de ‘Atlas’, con su apuesta por tocar acordes bonitos y entrelazar las distintas armonías de sus tres guitarristas, cantantes y compositores principales (Fran Keaney, Joe White, y Tom Russo). Resulta del todo inevitable, ante ese vibrante manto jangle pop, evocar a sus compatriotas The Go-Betweens (también a The Chills e incluso a Felt) en el estupendo equilibrio entre melodía, nervio y músculo en canciones como la primorosa ‘Talking Straight’, ‘Mainland’, ‘Exclusive Grave’, ‘Cappuccino City’ o ‘The Hammer’. Pero Rolling Blackouts CF no se conforman con ser un mero eco y afianzan también un espacio propio filtrando una querencia más punk, casi no-wave (‘Time In Common’), en determinados pasajes, tendiendo un puente con el Nueva York de Lou Reed en los punteos calientes y el ambiente canalla de ‘An Air Conditioned Man’, ‘Bellarine’ o ‘Sister’s Jeans’, en la que también sorprende cierta conexión con Pixies, especialmente en su desbocada recta final.

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Cuenta el grupo que estas canciones están influenciadas por los momentos convulsos que el mundo ha vivido en el último par de años, y cómo han afectado a la gente que tienen cerca. Que son pequeñas postales sobre individuos que, en realidad, forman un collage sobre el abismo al que, perciben, estamos próximos (su título, de hecho, es el nombre de una explotación minera próxima a Melbourne). Leyendo sus textos, más sombríos de lo que indica la música pero algo herméticos, lo cierto es que resulta difícil encontrar esas pretensiones. Pero realmente no parece crucial para disfrutar de un disco muy bonito, ágil de escuchar prácticamente de cabo a rabo (diría que ‘How Long?’ es, claramente, la más floja del conjunto). Su gran tacha puede ser que, salvo quizá ‘Exclusive Grave’, ‘Bellarine’ y, en menor medida, ‘Mainland’, se echan en falta ganchos tan irrefutables e inmediatos como el de ‘Talking Straight’ –la sensación es que, de hecho, ellos mismos huyen de una excesiva obviedad–. Pero, así y todo, se postula como una estupenda banda sonora estival. Particularmente para viajar.

Calificación: 7,3/10
Lo mejor: ‘Talking Straight’, ‘An Air Conditioned Man’, ‘Exclusive Grave’, ‘Mainland’
Te gustará si te gusta: Real Estate, The Go-Betweens, Lou Reed
Escúchalo: Spotify

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