Anni B Sweet: “Muchas veces me ha hecho falta que un hombre me traduzca para ser tomada en serio”

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Anni B Sweet: “Muchas veces me ha hecho falta que un hombre me traduzca para ser tomada en serio”

Hace ya tres años de ‘Chasing Illusions‘, el tercer disco de Anni B Sweet (Málaga, 1987), y la cantante está ahora inmersa en la preparación de su sucesor, del que aún sabemos muy poco. La principal novedad, el cambio al castellano, es también en parte responsable de este lapso, puesto que le ha sido más complicado adaptarse a componer en un idioma distinto al que, por lo general, tenían los anteriores álbumes. Hace un par de semanas vino al Centro Andaluz de Arte Contemporáneo de Sevilla de Sevilla para dar, dentro del ciclo POP CAAC, uno de los últimos conciertos antes de meterse 100% en el disco.

Aprovechamos esta visita para charlar con ella tanto antes como después del concierto, cuando, a pesar del lógico cansancio, nos atendió hablamente para responder preguntas sobre el futuro disco, sobre temas clásicos de su repertorio como ‘Shiny Days’ o la versión de ‘Take On Me’, sobre el tópico de “chica con guitarra”, sobre la posibilidad de escribir un libro y, especialmente, sobre dos temas por los que confiesa estar obsesionada (y en su discografía hay pruebas de ello) como son el paso del tiempo y la astronomía. La luz y la oscuridad fueron protagonistas tanto física –fue la noche del último eclipse lunar, la “Luna de sangre”– como metafóricamente, al abrirse la cantante por completo sobre sus pensamientos (o “mis locuras mentales”, como dice ella) en una entrevista que la propia Anni describía como una de las más especiales que había hecho.

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En una entrevista que hiciste hace poco comentabas que, entre los temas que tenías en mente para el próximo disco, había 32 canciones. Me llamó mucho la atención ese dato.
Sí. (risas) Al ser en castellano, empecé pronto a escribir versitos, frases que me gustaban. Yo estoy escribiendo siempre, y acabo teniendo un montón de canciones, pero es verdad que nunca lo he dicho, porque tenía más claro el concepto del disco y lo que quería. Esta vez no ha pasado eso, había muchas cosas que me gustaban, y el único problema, por llamarlo así, era saber dónde centrarme. Hay un poco lo que ha habido en estos tres discos, hay un punto oscuro, un punto más orgánico, un punto más eléctrico… pero quiero ver hacia dónde lo quiero enfocar. También al ser algo nuevo parece que te inspira más. Lo he cogido todo con más frescura, con más alegría, y no he sabido desechar tanto. He estado experimentando mucho con el castellano.

¿Y tienes idea de cuáles van a ser las que entren? ¿O al menos algunas?
Tengo 32, pero no tengo las demos de todas, también puede ocurrir que esté empezando la maqueta de un tema y ver que no está tirando por buen camino, la aparcas y sigues con otra… y al final la anterior va quedando atrás. Y puede que ocurra eso, esa forma de elegir, una selección natural (risas). Pero me encantaría tener las máximas demos posibles y verlo todo más global, ver como “el bruto” del disco. Querría, por ejemplo, coger los temas que marcasen más una evolución mía de un disco a otro, que eso es algo bonito para hacer en un álbum.

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Fecha para el disco no sé si habrá, pero ¿para el primer single? ¿O tienes al menos claro cuál sería el primer single?
Tengo más o menos en la cabeza cuál podría ser, pero luego las canciones nuevas te dan muchas sorpresas… puede que luego esté haciendo la demo de una de las nuevas, y que de pensar “ésta no va a ser gran cosa”, de pronto la grabe y resucita, ¿no? Pero sí tengo una idea de los dos que yo creo que podrían ser “el single” del disco, pero no puedo asegurarlo sin tener grabado el resto.

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¿Y cuáles son esas dos? ¿Tienen título?
No. Bueno, sí, tienen títulos malos (risas). Una de ellas es ‘Convencido’, pero no se va a llamar así seguramente, pero es parte de la letra y es como “tiene pinta de este nombre”. Y la otra se llama ‘Estaré Mejor’. Una de ellas tiene muchísimo ritmo y un estribillo muy guay, que tengo muchas ganas de tocar en directo, y la otra es más pop, al estilo 60, más naif, pero eléctrico a la vez.

¿Y en cuanto a temática? ¿Hay algún tema de la actualidad que te haya influenciado en la composición de este disco?
Yo creo que suelo tirar siempre por los mismos temas: las luces, las sombras, la oscuridad y las metáforas con todo eso y, sobre todo, la astronomía y el paso del tiempo. Y todo lo que ello te hace sentir, lo que convivir con eso te hace sentir. La inspiración me sale de un montón de cosas, puede ser una fotografía, un viaje que he hecho, una conversación con una persona, un recuerdo… no hay una temática cerrada en el disco. Pero sí tira mucho de la melancolía, de la tristeza, de las cosas bellas, pero del fondo del mar, de lo profundo. Que tampoco te digo que las letras vayan a ser ahora súper abstractas y tiren todo el rato por metáforas, pero sí que es esa la inspiración. También hay muchas que parten de sueños que he tenido, y las interpretaciones que yo les doy, me llevan a una letra. Y en cuanto a temáticas actuales… lo actual que hay es mi día a día, y en mi día a día claro que influyen las noticias, lo que veo, eso me afecta y me hace escribir de una forma, pero no suelo hacerlo de forma concreta. Aunque puede que cuando saque el disco alguien me diga “oye, ésta va de tal cosa, ¿no?” y yo misma diga “pues es verdad”. O tú mismo me digas “será mentirosa, que sí que la había”. (risas) Pero de momento no.

«Tengo una especie de obsesión con la «enfermedad» que supone hacerse mayor (…) porque pierdes a gente que de pequeña piensas que son eternos, como superhéroes»

Como has dicho antes, un tema recurrente en tu discografía es el paso del tiempo. ¿Qué supone para ti, cómo lo vives?
La pregunta es jodida, te voy a contestar y no me voy a quedar a gusto… pero bueno, me va a pasar eso con toda la entrevista, me pasa siempre. (risas) A ver, tengo momentos pasados que son malos, y aunque sé que estoy yendo hacia un momento en el que me siento mejor, lo que está a mi alrededor va desapareciendo, se va desvaneciendo. Empiezan a desaparecer personas que te importan, gente que quieres, el dilema de si estas realmente aprovechando el tiempo… y todo eso a mí me afecta un montón. Entonces le tengo una especie de obsesión a la «enfermedad» que supone hacerse mayor… No por las arrugas y que se te caigan las tetas. (risas) No es eso, sino porque, como digo, pierdes a gente que de pequeña piensas que son eternos, como superhéroes, no te planteas que vayan a dejar de estar en tu vida. Y esa es una de las razones por las que el paso del tiempo tiene esa importancia para mí y supongo, para todos. La otra es porque el tiempo parece que erosiona, como el mar con las rocas, pues el tiempo con las personas. Tienes una forma de ser más exagerada cuando eres más joven… me lo estoy imaginando dibujado, tienes una forma así puntiaguda. (dibuja en el aire con el dedo) Como que todo lo vives con más intensidad, y al pasar el tiempo, todo eso va suavizándose, y al final queda una forma de ti muy curva, erosionada. Y eso no me gusta. La primera razón supongo que la comparto con todo el mundo, y la segunda igual es solo cosa mía… pero yo veo eso, es como que el tiempo va raspando poco a poco tu forma de ser, y dejándote una esencia muy difuminada de tu persona. Supongo que hay gente que sí conserva eso, pero yo a veces siento que lo pierdo.

También es cierto que esos cambios, pasar por experiencias y equivocarte, y cambiar, significa que estás aprendiendo más, ¿no?
Sí, pero yo no sé si es mejor equivocarse y tener otra actitud con respecto a la vida, que tener mucha experiencia y equivocarte menos. No lo sé realmente. O sea, ¿qué prefieres: la experiencia -y eso quiere decir no vivir las cosas con la inocencia con la que las vives por primera vez- o equivocarte y vivir las cosas con una pasión más fuerte? No sabría qué decirte. Según el día, ¿no? “Mira, hoy preferiría vivir las cosas con más pasión”. (risas) Es que incluso el dolor de un desamor, los momentos malos, eso se vive de una forma más fuerte… y, si te vuelve a pasar algo así y no lo sientes tan fuerte, por un lado mejor, pero por otro, significa que algo se está apagando, ¿no? Y ahí es donde yo lo uno mucho en mis canciones con la luz y las sombras. Cuando algo se apaga es que viene oscuridad. Y la oscuridad a mí me da mucha tranquilidad, que justo la podemos comparar con ese momento en que tu cuerpo está más dormido… pero a la vez se está apagando algo. Se está cómodo en un sitio oscuro, no tienes que hacer esfuerzos. Sólo cerrar los ojos y estar a gusto.

«Cuando eres pequeño, ¿no es eso la oscuridad? ¿No tener ni puta idea y no saber nada? Y justo, ¿no es cuando más feliz eres?»

Cómodamente adormecido, ¿no?
Exacto, como la canción de Pink Floyd. Exacto, sigues estando en la oscuridad y no viendo las cosas. Y yo juego mucho con eso porque es un misterio, no sé realmente qué elegir, qué es lo mejor. “Estoy bien en la oscuridad, pero, si estás guay en la oscuridad, ¿está fallándote algo?” ¿Por qué en la luz no estás tan bien? ¿Por qué la luz te incomoda, en muchos sentidos? Cuando eres pequeño, ¿no es eso la oscuridad? ¿No tener ni puta idea y no saber nada? Y justo, ¿no es cuando más feliz eres? O al revés, quizás esa es la luz, esa libertad de no saber y simplemente sentir y ser, sin saber nada, en la oscuridad. (risas) Hay una convivencia muy bonita, pero muy difícil de conseguir cuando pasan los años. En ‘Getting Older’ (de su álbum de 2012 ‘Oh, Monsters!‘) por ejemplo, hablo de que saber más me hace sentir peor, es como que ver la luz, ver la claridad de las cosas, no estás tan cómoda en un lugar así. Y me sigo sintiendo un poco así, la verdad, por eso sigue siendo un tema importante para mí. Supongo que me gusta hablar de las cosas que no entiendo, y hablándolas, creando canciones, me hace pensar que puedo entenderlo un poco más, pensar “claro, es normal que me pase esto”.

Otro gran tema para ti es la astronomía, y encima hoy has dado el concierto con el eclipse lunar de fondo.
Ha sido genial, parecía de mentira.

¿Desde cuándo te gusta y por qué te gusta tanto?
Desde pequeñita. Yo creo que realmente a todos nos gusta, lo que pasa es que no tendemos a mirar hacia arriba, miramos más al suelo que al cielo. Pero sí, desde muy pequeña me llamaba mucho la atención, pero no solía hablar de ello, en mi familia no se decía “a Ana le gusta mucho el cielo”, sino que yo lo tenía para adentro, para mí. Creo que es por lo mismo que te decía antes, porque las cosas que no entiendo me atraen un montón, para intentar entenderlas. Y con el tiempo además me he ido adentrando más, comprando las revistas de astronomía todos los meses, leyendo, metiéndome en la aplicación de la NASA, viendo en directo las imágenes del telescopio tal o la cámara cual. Y no sé, me da tranquilidad. Es como cuando estás en un festival con un montón de gente y de pronto te sales al parking, ¿esa calma, ese silencio de pronto? Pues algo así me pasa con lo del cielo. Y antes no me daba tanta cuenta de esto. Aparte, el cielo, aunque sea más parte oscura que luz, tiene mucha luz en él, es una convivencia, una metáfora muy bonita. Por lo visto, el 80% del universo es materia oscura, no sabemos muy bien qué leches hay ahí. Y en todo esto seguro que hay vida, entonces quien diga que la oscuridad es mala es que no tiene ni puta idea. (risas) No sé, hay algo ahí que me atrae mucho, y cuanto más sé, más me gusta. Mira que te he dicho antes justo lo contrario, que cuanto más sé de la vida, menos me gusta, pero con el universo me pasa al revés…

Igual es porque, al ser algo tan desconocido, realmente se sabe muy poco por mucho que aprendas, ¿no?
Totalmente, lo que sé es muy poco, pero vamos… (risas) Es muy difícil de entender, hay que estudiar seriamente, no solo leerse los cuatro libros que molan, hay que estudiar mucho. Me encantaría entender el Universo a otros niveles, aunque también es bonito dejarlo así: es como una canción cuando no sabes realmente de qué habla. Solo puedes entrever un poco. Y como te cuente el compositor de qué es y no tenga que ver con lo que tú pensabas, vaya bajona. Pero sí, a veces pienso que me molaría haber estudiado eso. De hecho, hay una canción del disco nuevo que habla de querer ser otra persona, lo que sea menos lo que eres en ese momento, y dice “estaría bien ser un astronauta”. Y a veces lo he pensado: ¿podría haber estudiado para ser eso? Creo que no sirvo, me das dos vueltas aquí en el patio y me mareo. (risas)

¿Tiene título esa canción?
Sí, sí, es una de las que te he hablado antes, ‘Estaré mejor’. Es un poco eso, “estaría mejor ser un astronauta”. Es que es un tema que me apasiona tanto y, por más que me lo pregunta la gente, nunca sé del todo bien por qué, es como… ¿Sabes cuando te gusta alguien mucho, y te preguntan “¿pero qué es lo que te gusta?” y tú señalas y dices “¡mira!”? (risas) Que dices “no lo sé, hay algo ahí que me atrae”. Pues con la astronomía me pasa eso. Es difícil de explicar… yo creo que escribo canciones porque se me da fatal hablar, de hecho.

«No sé si sería capaz de sacar un libro. Pero tengo como cinco libretas llenas de pensamientos, de poesías, y todo en castellano»

Sobre escribir en castellano, leí que comentaste que ya habías escrito en castellano, pero no canciones. ¿Es prosa o poesía? ¿Veremos un libro próximamente?
Jo, me fliparía. Pero le tengo tanto respeto a la literatura… Pero muchísimo, ¿eh? Así que no sé si sería capaz de sacar un libro. Pero tengo como cinco libretas llenas de pensamientos, de poesías, y todo en castellano. Se me ha hecho mucho más difícil cantar, pero por la forma en que tienes que pronunciar, por cómo meter unas palabras en la melodía que quieres, etc. Y que las cosas no suenan igual leídas que cantadas, se me hace más difícil. Pero jo, lo del libro me fliparía. Me lo han preguntado alguna vez, pero no en una entrevista. Me dijeron “¿no has pensado, con todo lo que tienes escrito?”, pero es que nada más pensarlo, es como que me digo a mí misma “¿dónde voy?” (risas) Le tendría que quitar mucho hierro a esta historia para sacarlo, con el respeto que le tengo a la literatura no sé si podría ahora mismo. ¡Si ya me cuesta sacar un disco!

En ese hipotético libro imagino que habría espacio para la astronomía y para estos temas que te atraen especialmente, ¿no?
Pfff, un montón… Sobre el cielo tengo un montón de cosas escritas. Y metáforas que me llevan a escribir otras cosas. Mira, te pongo un ejemplo, que igual no tiene mucho sentido, pero para que entiendas un poco el proceso que a veces hace mi cabeza. El Universo para mí es una oscuridad que me da calma, y pensar que en esa oscuridad convive la luz, que son puntitos que pueden representar los momentos felices. Y esa mezcla puede ser una metáfora de la vida para mí, traslado muchas veces las cosas de esa forma, el ver tal estrella, o el haber leído que en tal planeta hay tal cosa, siempre lo llevo a lo más cercano que tengo, a mi día a día. Y sería bonito que al escuchar las canciones, la gente también lo lleve a su terreno más cercano.

¿Habrá colaboraciones en el disco? Tanto de intérpretes como en la producción.
Yo creo que no las va a haber. Realmente tengo muchos amigos con los que estaría muy feliz de tenerlos en el disco, pero quiero que se dé de una forma natural. Y en cuanto a la producción, de momento la estoy haciendo yo en casa, estoy en ese momento aún, con las demos, grabando la batería, el bajo, los teclados… todos los arreglos, en el sótano. Luego quedaré con mi banda para que lo humanicemos todos, y grabarlo en un estudio, que no sé cuál. Tengo en mente salir fuera de España para ello, pero no sé. De momento son ilusiones que una tiene. Lo que pasa es que también me gusta estar cerca de mi gente cuando estoy grabando… lo quiero todo. (risas)

Mira, Zahara se ha ido a grabarlo a Gales.
Sí, pero yo no sé si… Cada una tiene lo que puede (risas) No sé si ha vuelto ya, le iba a preguntar que qué tal allí y tal, porque si es un sitio guay para ir a grabar, puedo pensármelo. Pero lo veo complicado conmigo. Aunque mira, siempre he hecho los discos tipo “las baterías y los bajos aquí, el teclado allá”, etcétera, y han salido guay. Así que puede que esta vez lo hagamos así, y que las guitarras y las voces podamos hacerla en un sitio muy especial, en plan “vamos a hacer esto con el equipo que tienen de los años 60 en no sé dónde”. Eso sí que lo veo viable, más que lo otro. Lo otro quizás para cuando vaya mejor la cosa. (risas)

«Muchas veces me ha hecho falta que un hombre me traduzca para que me tomen en serio»

[Ndr: En este punto, le hago un par de preguntas para un artículo especial de próxima publicación, y de ahí derivamos a los prejuicios que ha notado especialmente por ser mujer) ¿Ahí sí has notado que eso, ser mujer, ha hecho que te tomen menos en serio?
Sí, ahí sí que sí. Eso, un montón de veces. Y ya no de forma concreta, sino general y, a la vez que sutil, muy presente, como que todos lo dábamos por hecho. Desde estar en una prueba de sonido, comentar yo una cosa que creo que está mal en el sonido de los monitores y no tomarme en serio, que se lo tenga que decir otra vez mi guitarrista para que le crean, y habérselo dicho yo y que me digan “no, no, es que tienes que sacar más voz”. Muchas veces me ha hecho falta que un hombre me traduzca para que me tomen en serio. Recuerdo una foto que subí, que era una camiseta transparente y se me veía un poco el sujetador por debajo, me dijeron un montón de cosas y nadie hablaba de la música, hablaban de mi aspecto, y eso me mosqueó mucho porque hay mil fotos de grandes músicos sin parte de arriba, y no se les habla así. Pero con nosotras se centran en eso, en cómo vamos vestidas, en si enseñamos. Ahora estamos teniendo todos un poco más de cuidado con esas cosas, pero queda mucho por hacer, muchas cosas, incluso cosas de las que yo misma no me daré cuenta, porque las tendré tan interiorizadas que me parecerán normales. Supongo que me ha pasado de mil formas más y yo no me he dado cuenta.

«Que sea una chica con guitarra no quiere decir que no sea otras mil millones de cosas»

No sé si lo has sentido también por la propia prensa, con ese “género” que es el de “chica con guitarra”, que además se minusvalora.
Sí, eso te limita y… claro, sí, es infravalorar, porque al final te hace más pequeña. “Chica con guitarra” o “chica con voz de tal tipo haciendo tal”, y están todas en el mismo saco… entonces tú pierdes lo que te hace especial. Te quedas en una “chica con guitarra”, y ya está. Que eres una chica con guitarra, yo lo soy, claro que lo soy, pero soy mucho más que “una chica con guitarra”. Que sea una chica con guitarra no quiere decir que no sea otras mil millones de cosas… entonces ahí sí que ha sido aburrido durante un tiempo. Aunque también esto veo que se está difuminando, yo creo que ellos se han ido dando cuenta también… o se han aburrido. (risas)

«Me ha venido gente diciendo “buah, me encantas, tu mejor canción es ‘Take On Me’”, sin saber que es una versión»

Tu canción con más reproducciones en Spotify sigue siendo la versión de ‘Take On Me’. ¿Cuando hiciste la versión te esperabas ese éxito?
Ni de coña. Jamás me esperé esa repercusión, nos llamaron a tocar fuera de España y todo, y sobre todo fue por esa canción. Me gustaría poder decir otra cosa, pero… (risas) Bueno, por esa canción y porque supongo que, a partir de ella, escucharon más y les gusté, supongo que por una sola canción no me van a llamar. Pero sí, esa canción hace que mucha gente se fije en mi música… y ni de coña me lo esperaba. La tocamos en casa de Doria, fue a él a quien se le ocurrió, venía de hacer el primer disco, donde tuve que meterle mucho esfuerzo a la voz, y me gustó hacer ésta, que es una canción en la que… (canta una parte) Parece que estás como andando por casa, ¿sabes?, me pareció un punto de relax muy guay, incluso para los directos. Pero de repente ya nos llamaron del anuncio, una cosa, otra… fue como “si lo sé, me relajo antes” (risas). Yo he dicho muchas veces que no quiero tocarla más. Es que a ver, cuando haces una versión, es porque te flipa esa canción, pero pasan los años y tú cambias. Es una versión que en aquel momento tenía todo el sentido, y hoy en día… No es que me cueste cantarla, todo lo contrario, pero no me mueve nada por dentro cantarla. Me mueve más ver a la gente guay con ella, verla como agradecida, eso sí me motiva a tocarla, pero no por mí, no toco ese tema por mí. También me ha venido gente diciendo “buah, me encantas, tu mejor canción es ‘Take On Me’”, sin saber que es una versión…

Pues mira, para mí tu mejor canción no es ‘Take On Me’…
¡Gracias! Sea la que sea, ¡gracias! (risas)

…es ‘Shiny Days’. ¿Cómo surgió la idea de esa canción, que además no entró en ningún disco?
Ay, ¿en serio? Qué guay, ‘Shiny Days’. Tenía miedo de grabar esa canción en un estudio y que perdiese su esencia, parecía que ese tema era solo para escucharse en directo, ¿sabes? Y surgió en la casa donde yo he vivido toda mi vida, en Fuengirola. Ya había hecho el primer disco, llegué de Madrid, y la hice. Mi madre estaba en el salón, vino y me dijo “uy, esa canción tiene una melodía muy muy bonita”, y cuando empecé a tocársela a los amigos, era también la que más atraía a la gente, y era la que no estaba grabada. Y todo el mundo me decía de grabarla y sacarla en single, pero no quería, por el miedo este que te digo. Así que nunca se grabó del todo bien. Que es una lástima y a la vez me encanta que tenga eso especial, y en cada directo acaba siendo distinta. La canción vino de estar, hace… ostras, hace 11 años, 11 años ya. (risas) Viene de estar un poco perdida, de verte en una etapa de oscuridad y necesitar luz… debido a varias cosas. (Hace una pausa) Qué guay que te mole esa. ¿Sabes que, cuando la toco, veo a gente como con la lagrimilla y todo? Para mí eso es súper bonito. Muchas veces he pensado en sacarla de alguna forma, pero no sé…

«A veces pienso que, si fuese por mí, no grabaría discos y haría sólo directos»

Mira, podría ser un bonus track, como la única en inglés de un disco en español.
Podría ser, pero es que también la hace especial la cosa de quedarse ahí. Es que de hecho, a veces pienso que, si fuese por mí, no grabaría discos y haría sólo directos, ¿sabes? Rollo “en enero empiezo con mi nuevo directo de 2019”. Lo cual al principio sería una putada porque no os conoceríais los temas y puede que os aburrieseis, pero al final sería guay. A veces lo pienso. También porque soy muy cambiante, soy muy de “ay, esta canción ahora la habría grabado de otra forma”. Que vale, tengo los directos, pero ya tengo ahí el disco pa siempre, recordándome cómo lo hice aquel mes, que no tiene por qué ser más especial que cualquier mes de cualquier otro momento.

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