Dorian han actuado jueves, viernes y sábado en La Riviera, en los dos últimos casos con todo agotado, en lo que supone un reconocimiento de su aportación a la música pop de la última década. Evidentemente, y tras la buena aceptación también de su nuevo álbum, ‘Justicia universal’, y de su paso por decenas y decenas de festivales, el grupo se presentó en la última jornada sobre las tablas con un excelente sonido, algunos trucos escénicos (un «hola, Madrid» acompañado de un primer cañonazo de confetti), una buena escenografía con alguna altura extra para los momentos cumbre del setlist, y unos cuantos artistas invitados. Fotos: Nabscab.
Vimos a un Rayden sobrexcitado durante ‘Justicia Universal‘ (Marc le había presentado como «un artista singular»); ‘Vicios y defectos’ junto a Kuve en representación de los «artistas jóvenes y prometedores» de la escena; e inmediatamente después a la cantante de Fuel Fandango durante ‘Buenas intenciones’, uno de los grupos y temas favoritos de los propios Dorian. Eso sí, un repertorio que contiene ‘Verte amanecer’, el primer tema ultra coreado (sobre todo por las chicas); ‘Algunos amigos’, ‘Hasta que caiga el sol’, ‘Paraísos artificiales’ o ‘Cualquier otra parte’ como primer fin de fiesta (con otro de los momentos confeti), no es que requiriera ni de parafernalia ni de refuerzo de personal. Pero así ha sido la carrera del grupo: no necesitaban aquella trilogía de vídeos de alto presupuesto, pero quisieron hacerla; no necesitaban un disco acústico, pero quisieron hacerlo; no necesitaban una colaboración con Javiera Mena, pero quisieron hacerla.
Entre los bises el público pudo disfrutar de ‘La tormenta de arena’ y ‘Los amigos que perdí’, acercando el set a las dos horas de duración, sobre todo si sumamos un segundo bis con el añadido de ‘Tristeza’ en acústico. Era una manera de demostrar que entre todo lo sintético, la melodía siempre será lo más importante para un grupo. Algo que los fans de Depeche ya sabíamos, y también los de ‘El temblor’, que suena en directo en plan pop-rock con un gran protagonismo de la batería. 7.
El telonero fue Betacam, con quien Dorian comparten oficina de management. El miembro de Rusos Blancos no cuenta con una gran voz, como se pudo percibir durante la interpretación del que hubo de ser su hit, ‘El viaje del héroe’, pero el artista, que se presentó en solitario con sus sintes, se fue creciendo como frontman poco a poco, recordando en melodías a Carlos Berlanga, y a Carlos Ballesteros de Hidrogenesse en actitud. Envalentonado quizá por el uso de lentejuelas, en ‘Cuarto milenio’ bromeó sobre cómo “el programa se ha ido de madre”, en ‘Chacal’ con el título de la misma, y produjo todo un punto de inflexión a su favor cuando introdujo su tema dedicado a los autónomos, ‘No más’, entre lo agridulce y lo divertido. “Si no hacéis lololó en esta dejo la música”, indicó cuando interpretó ‘Rey Sol’ (insisto, muy, muy Berlanga). Tras la buena acogida de ‘La discusión’, terminó de subidón total con la más que muy bien recibida ‘Otras chavalas’, subiéndose por los bafles. Nueva vida, pues, para el disco ‘Mítico‘, tras lo que representa su dinámico directo. 7.