Pero el fenómeno es digno de análisis: es la primera vez que el mismo artista es número 1 a la vez en singles, venta de álbumes y «streaming álbumes» en las listas españolas. ‘El mal querer’ es disco de oro desde su semana de salida tras haber vendido vinilos y cd’s a espuertas, y por supuesto lidera con la gorra las listas de streamings tras batir récords históricos de consumo de un solo disco en Spotify España. En este artículo tratamos de adivinar las 10 claves de este fenómeno que no parece haber tocado techo: solo ahora Los 40 Principales acaba de empezar a pinchar ‘Malamente’ con asiduidad y solo esta semana el tema aparece al fin entre los 50 más radiados del país, en el puesto 15.
El debut de Rosalía fue un «sleeper», como enseguida apuntamos observando su comportamiento inusual en la lista de ventas, de la que no desaparecía pese a la ausencia de una promoción enorme para aquel ‘Los ángeles’ que terminaba consiguiendo el Premio Ruido a Mejor Álbum Nacional del Año. Cuando tu debut pasa 80 semanas en el top 100 de ventas y 45 semanas en el top 100 de lo más escuchado del país, tienes el interés por tu segundo álbum garantizado. Es algo que saben muy bien Vetusta Morla o Manel, que llegaban a los puestos más altos de las listas de ventas tras haber logrado que su primer álbum fuera eso, un «sleeper».
Al mismo tiempo que ‘Los ángeles’ se viralizaba, lo hacía ‘Antes de morirme’ junto a C. Tangana. Una canción que hasta hace bien poco nunca había llegado al top 100 nacional de singles, pero que lleva más de 500 días (!!!!) en el top 200 de Spotify España, siendo una de las canciones más longevas de toda esa lista. Millones y millones de streamings sumados mes a mes dejaban este recadito sobre la mesa: la Rosalía que se documenta en flamenco mola, pero también una más orientada a la música urbana. Aunque Rosalía canta mejor y conecta mejor con el público clásico que C. Tangana, no podemos pasar por alto que Antón es co-autor de 8 de las 11 canciones de ‘El mal querer’. Y al fin, ahora, ambos son compañeros de sello…
No vamos a dejar para el final de esta lista la calidad de las canciones contenidas en ‘El mal querer’. La crítica ha sido unánime, ni hay ni vais a encontrar una mala reseña sobre este álbum que ya ha aparecido en Metacritic al reunir 4 críticas internacionales (90/100); e incluso hay debate sobre cuál es realmente la mejor canción del álbum. El himno identificativo de Rosalía es ‘Malamente’, pero la canción que es número 1 en singles por segunda semana consecutiva es ‘Di mi nombre’ y hay quien prefiere ‘Pienso en tu mirá’ por su letra enrevesada que retrata a un maltratador en primera persona.
‘El mal querer’ es un producto cuidado desde el punto de vista de la producción, a cargo de El Guincho, quien aparte de haber publicado discos tan atrevidos como ‘Hiperasia‘, ha trabajado con Björk, algo que se nota en algunos arreglos del disco. Pero Rosalía a quien ha incluido en los agradecimientos del álbum es a Beyoncé, y de ella parece haber aprendido -en concreto de ‘Beyoncé’ y ‘Lemonade’- su gusto por redondear un buen producto con imagen y videoclips a la altura. Los vídeos que promocionan ‘El mal querer’ son de factura excelente, a cargo de Canada, presentando un buen equilibrio entre calidad, «replay value» y elementos parodiables, como bien saben Los Morancos.
Como se vio en su frustrado paso por un concurso televisivo infantil, a Rosalía le ha gustado el flamenco y el R&B moderno de toda la vida. Uniendo ambos extremos como habían hecho antes artistas como Mala Rodríguez, y sumándole una peculiar forma de producción, minimalista y de percusión original (recordad aquello de que en ‘Malamente’ no hay castañuelas, solo «palmas, sinte, 808, un tambor y voces a tope”), se ha dado con un producto fresquísimo y muy propio de 2018 apto para todos los públicos. El disco ha gustado a los fans de James Blake, a quien recuerda en algunos puntos; pero también conecta con el público casual menos erudito debido a lo inmediato de sus ganchos; y además Rosalía tiene voz para gustar a tus padres. Ponles ‘Que no salga la Luna’ o ‘A ningún hombre’ y probablemente produzca más respeto en tus mayores que ese disco de Los Planetas o Extremoduro que nunca te dejaban poner en el coche.
‘Malamente’ se editaba a finales de mayo, y el disco se presentaba en Sónar durante el mes de junio, pero el hype en torno a este largo data de mucho antes. La confirmación en Sónar dejaba claro que el proyecto sería diferente a ‘Los ángeles’, pululaban fotos de la cantante con Pharrell (una de su colaboraciones, ‘De madrugá’, todavía no ha salido pero sí es de las que interpreta ya en vivo) y la expectación ha sido siempre máxima por lo que contenía el álbum. Por no hablar de la participación de Rosalía en la película próxima de Almodóvar. Mirando al futuro, ‘Bagdad’ puede ser un cuarto single la próxima primavera si es que para entonces ella ya no está inmersa en la promo de ‘De madrugá’ o cualquier otra canción suelta, lo que nos lleva al siguiente punto…
Rosalía tiene 25 años, por lo que evidentemente maneja sus redes sociales con naturalidad, rapidez y habilidad. Las lleva con la ayuda de su hermana y han sido para ella una manera de contactar con sus seguidores, pero también con la prensa cuando esta la ha necesitado o con otros artistas con los que colaborar o cambiar impresiones. Perfume Genius, Alejandro Sanz, Dua Lipa, James Blake, Bebe, Pablo Alborán o Zahara están entre sus seguidores. También es muy consciente de que los plazos promocionales no son los de antes. No ha habido necesidad de esconderse entre ‘Los Ángeles’ y ‘El mal querer’. Al contrario, entre ambos álbumes ha publicado de manera natural dos temas que han sido fundamentales en su carrera, ‘Aunque es de noche’ y ‘Brillo’ con J. Balvin. Los dos le han ayudado a sumar fama y popularidad, cada uno en su estilo.
‘El mal querer’ era editado un 2 de noviembre, una fecha suculenta para la máxima apuesta de un sello, en este caso Sony. A tiempo para el Black Friday y Navidad, dos días antes de los MTV EMA’s de Bilbao, en los que actuaba; y 15 días antes de los Grammys latinos, en los que actuaba también tras haber sido la artista promocionada en el mismísimo Times Square de Nueva York. Rosalía también parece beneficiada de que en 2018 casi ninguna superestrella del mundo del pop haya decidido mover ficha. No tenemos disco de estudio ni de Beyoncé en solitario, ni de Rihanna, ni de Adele, ni de Ed Sheeran, ni de Taylor Swift, ni de Madonna, ni de Justin Bieber, ni de Bruno Mars… mientras otros como Justin Timberlake o Mariah Carey no están en su mejor momento mediático. Ahí puede haber una relación con la atención mediática recibida por medios como The Guardian. La alternativa del mes parece hacer grandes editoriales de Muse, Mumford & Sons o 6ix9ine. Y no veo a Alexis Petridis muy por la labor ahora mismo.
Algunos medios internacionales vinculan el éxito de Rosalía al de ‘Despacito’ o ‘Mi gente’. A nadie se le puede escapar que Rosalía está en un disco con un streaming tan monstruoso como el de J. Balvin. No hay mucha relación artística entre el flamenco y el reggaetón -aunque quién sabe cómo se percibe desde un país nórdico- ni tampoco comercial. El disco de Rosalía no ha entrado en las listas británicas o americanas como por ejemplo sí consiguieron Hinds, que han sido top 100 en álbumes en Reino Unido con sus dos álbumes, ambos en inglés. Pero no se puede pasar por alto que al menos la prensa anglosajona sí parece cada vez más atenta a lo que sucede fuera de sus países o en otros idiomas (de Christine and the Queens a Luis Fonsi). Puede que ‘Malamente’ nunca llegue al Billboard Hot 100, y que las escuchas de Rosalía sigan concentradas en Madrid, Barcelona, Sevilla, Valencia y Málaga como muestra Spotify (ni siquiera aparece México DF, de momento), pero el runrún generado es lo suficientemente elevado como para llevarla a algún que otro festival europeo o hacer algunos conciertos al otro lado del Atlántico.
Aunque creo más en el trabajo y en la constancia que en el mismísimo talento, y no creo nada en la suerte, El País documenta que Rosalía tuvo un golpe de eso, «suerte», cuando estaba por casualidad en septiembre por Madrid cuando coincidió con el CEO de Sony Music Entertainment, Rob Stringer, de visita para el concierto de Camila Cabello. Parece ser que fue determinante que los presentaran, pues Rob Stringer vio en ella potencial para «trascender el mercado español» y así fue como se pasó a presentar a Rosalía en las oficinas de Miami y Nueva York, donde igual ya les sonaba su nombre de un homenaje a Alejandro Sanz en los Grammys latinos anteriores. El resto es ya historia, aunque solo Dios sabe lo que puede tener su sello preparado de cara a 2019.