Second son otro de esos grupos nacionales a los que ha venido de perlas la locura de oferta festivalera para consolidar su propuesta entre decenas de conciertos y millones de reproducciones en streaming. En su caso han ido haciéndose famosos sonando cerca de Héroes del Silencio (por las letras rocambolescas, casi impenetrables, y algún ademán histriónico de su líder Sean Frutos) y de las bandas afines que han crecido más o menos a la par que ellos (Izal, Love of Lesbian) o han llegado después (sus colegas de Shinova).
‘Anillos y raíces’, su nuevo álbum, ha sido producido por Raúl De Lara después de un año de retiro que no ha sido tan sabático como ellos querían: simplemente han decidido retirarse de la carretera para componer, pero en realidad no han parado más que 15 días entre composición, grabación y otros compromisos desde que terminaran de promocionar ‘Viaje iniciático‘, su trabajo de 2015. Esta es una nueva entrega de 10 canciones, como ellos las llaman, «oscurobailables», seleccionadas entre casi una cuarentena de pistas aspirantes, que reinciden en virtudes y defectos.
Entre los segundos, esas letras sobrecargadas de «veranos de muros derribados», «vendas en el alma» y «noches viendo cine japonés subtitulado», y composiciones que reciben títulos tan complicados de decir en voz alta como ‘Contra viento y pronóstico’ o ‘Entre versos de placer’. Sigue habiendo algo obtuso en su manera de escribir que, después de tantísima imagen y metáfora y de tanta afectación, siempre requiere de una nota a pie de página. Si sabemos que ‘La suerte de tu piel’, escrita junto a Josete Villanueva, habla sobre una pareja interracial, es por una entrevista radiofónica, no porque la letra nos lo sugiera. Entre las virtudes, de nuevo, su habilidad para construir una canción con un estribillo pegadizo o unos arreglos que la realcen. Aunque el final de ‘Sonará en todas partes’ es demasiado Love of Lesbian, y el de ‘¿Quién pensaba en eso?’ algo estridente; están el atractivo juego de guitarras y sintes de ‘En otra dimensión’, los teclados que te introducen en ‘Alguien tiene que hacer algo’, la bonita guitarra a lo The Edge de ‘Teatro infinito’ o la agresiva del inicio de ‘Contra viento y pronóstico’; pero lo mejor es el piano de ‘Nuestro lado de la ciudad’ y sus vientos del final, elevando la segunda parte del álbum y recordando a los mejores Standstill.
Calificación: 5,5/10
Lo mejor: ‘Nuestro lado de la ciudad’, ‘En otra dimensión’, ‘Alguien tiene que hacer algo’
Te gustará si te gustan: Izal, Standstill, Love of Lesbian
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