‘Vestida de azul’ es una de las películas más singulares del cine español de la Transición. Primero porque fue pionera en tratar el tema de la transexualidad con humanidad y respeto en un contexto, el cine de destape y clasificado S, dominado por el morbo y el sensacionalismo. Segundo, por estar rodada por un director, Antonio Giménez Rico, que era completamente ajeno, como él mismo reconoce, al mundo que retrató. Uno podría esperar encontrarse detrás de esta película a un director tipo Eloy de la Iglesia o Almodóvar, no a un cineasta que luego sería conocido por sus adaptaciones de Miguel Delibes (‘El disputado voto del señor Cayo’, ‘Las ratas’) o sus intervenciones en el programa ‘Qué grande es el cine’, de Garci.
Tercero, porque tuvo éxito. ‘Vestida de azul’ no es la típica película que nadie vio en su momento y que luego fue reivindicada por las nuevas generaciones convirtiéndola en un filme de culto. La película “desfiló” por la alfombra roja del festival de San Sebastián y se estrenó comercialmente, llevando a las salas a casi 250.000 espectadores, una cifra considerable teniendo en cuenta que en esa época no era habitual ir al cine a ver un documental. Para hacerse una idea, con esas cifras entraría actualmente en el top 20 de filmes españoles más taquilleros del año. Y cuarto, porque a pesar de esa repercusión, con el paso del tiempo fue prácticamente olvidada. No se editó en DVD y apenas se emitió por televisión.
Esa invisibilidad propició que se creara un culto alrededor de ella. De documental de éxito pasó a película maldita. Una de las personas que sucumbieron al embrujo de ese malditismo fue Valeria Vegas, autora de ‘Vestidas de azul. Análisis social y cinematográfico de la mujer transexual en los años de la Transición española’ (Dos Bigotes). “Fue a finales de 2006 cuando vi por primera vez ‘Vestida de azul”, recuerda Vegas en el libro. “Me encontraba en casa de una amiga que se jactaba de que aquella cinta había pertenecido a una de las protagonistas, ya fallecida, con la que mantuvo una amistad”. A partir del visionado de ese VHS, en unas condiciones que hacían honor a su culto, la escritora comenzó a investigar. Fruto de esa indagación es este completísimo y muy recomendable ensayo.
Valeria Vegas, autora también de la biografía de La Veneno, comienza su libro con una explicación muy útil sobre la evolución de las leyes españolas con respecto a la transexualidad -de la Ley de Vagos y Maleantes a la Ley de Identidad de Género-, y sobre la terminología. La autora describe las confusiones léxicas que se daban en esa época (y se siguen dando), donde no estaban muy claras las diferencias entre la condición sexual y la identidad de género. La transexualidad era confundida con travestismo, y considerada como una manifestación extrema de la homosexualidad. Una vez aclarados estos conceptos, el libro se centra en la película. La autora “desviste” ‘Vestida de azul’, analizando sus referentes y antecedentes (un repaso al tema de la transexualidad en el audiovisual español que demuestra la singularidad de este documental), y describiendo su contenido para aquellos lectores que no la hayan visto.
La segunda parte del libro se centra en las seis protagonistas de ‘Vestida de azul’. A través de la (trágica) biografía de cada una de ellas, Vegas indaga en aspectos como la opresión de las mujeres trans, su exclusión y las dificultades de su integración social, la prostitución, o su relevancia social dentro del mundo del espectáculo. Sobre esto último, la autora realiza un muy sugestivo recorrido por la historia de los espectáculos de transformismo en la España de la Transición, por salas míticas de la noche madrileña como Centauros, Dimas (actual Siroco) o Gay Club. El libro se completa con un jugoso material fotográfico y varias entrevistas: al director Antonio Giménez Rico, al transformista en activo Cristian de Samil, que colaboró en la película, y a Josette, una de las dos protagonistas de ‘Vestida de azul’ que sigue viva, a pesar de que en Internet la dieran por muerta. 8. Disponible en Amazon.