Esta noche se ha celebrado el primer partido de la final de la NBA, la liga profesional de baloncesto norteamericana que tanto admira, por ejemplo, Marco del grupo madrileño Baywaves. En ella se enfrentan los actuales campeones, los Golden State Warriors liderados por la estrella Stephen Curry y un Kevin Durant que se ha pasado lesionado el play-off, y los Toronto Raptors, que han alcanzado su primera final capitaneados por Kawhi Leonard y los pivots españoles Marc Gasol y Serge Ibaka. Todo un hito que, además, ha llevado a primera línea de la cancha, literalmente, a la estrella del pop rap Drake.
El canadiense, ferviente seguidor de los Raptors (y al que hasta ahora perseguía la fama de ser gafe para ellos), está viviendo un sueño al ver a su equipo favorito en las finales, y ha seguido muy de cerca (no es un decir: en EEUU, los VIP acostumbran a sentarse dentro de la cancha, junto a los banquillos) la final de la Conferencia Este que le ha enfrentado a los Milwaukee Bucks. Ya en esa serie Drake ha dado mucho que hablar por sus aspavientos, provocando a los rivales. Y también por cosas tan incómodas como dar un masaje en la espalda al entrenador de su propio equipo.
Pero en ese primer enfrentamiento de siete con el que ha comenzado hoy la disputa por el anillo de los ganadores, parece que ha traspasado todas las líneas. Tras llegar a la cancha provocando al llevar puesta una camiseta de los Raptors con el nombre de Dell Curry, padre de la estrella de los Warriors que jugó en el equipo de Toronto, tocó desafiante el pelo del propio Stephen, que se encaró con él. También se las tuvo con el alero Draymond Green, que se fue a por él nada más terminar el partido, que además ganaron los Raptors. Luego, el cantante siguió echando leña al fuego con una imagen en Instagram que mostraba una supuesta pelusa del cabello de Curry, insinuando además que Green es indigno de llevar el número 23 de leyendas de este deporte como Michael Jordan o Lebron James. ¡Y esto es sólo el primer partido de siete! Se va a haber un follón.