Música

Rosalía saca matrícula en la asignatura “Pop R&B de los 00s” con ‘Aute Cuture’

Coincidiendo con el primer cumpleaños de ‘Malamente’, la canción que ha cambiado rotundamente la carrera de la propia Rosalía y, más importante aún, el establishment del pop nacional, la artista barcelonesa ha lanzado ‘Aute Cuture’. No es una canción nueva para los que han asistido a sus conciertos (o visto sus vídeos en directo): ya en aquella espectacular presentación llevada a cabo en la Plaza de Colón de Madrid fue presentada por Vila como “su canción favorita del concierto”. La versión lanzada como single este jueves 30 de mayo difiere poco de la que interpretaba entonces, si bien, obviamente, la grabación permite escucharla con mucho más detalle. Sabemos que, aunque se lance ahora, surgió de las sesiones de ‘El Mal Querer’, y está producida como todo el álbum por El Guincho y Rosalía. Además, en este caso la letra ha sido escrita también por ella junto a Leticia Sala, la poeta barcelonesa que colaboró con ella en ‘Bagdad’. Sin embargo, ‘Aute Cuture’ quedó fuera de su exitosísimo segundo trabajo de estudio por razones evidentes.

Primero, es claro que líricamente hubiera tenido un difícil encaje en aquel trabajo sobre una relación de maltrato machista. Es un divertimento, repleto de sentido del humor ya desde su propio título: “si vamos a pronunciar “aute cuture”, ¿qué sentido tiene llamarla ‘Haute Couture’?”, imaginamos que pensarían Rosalía y Leticia. Porque efectivamente es un tema de empoderamiento, que se jacta de haber superado un desamor (“su nombre en el cora ya no está clavao”) gracias a la gente que tiene siempre cerca, su familia y amigos, a la música (“encima’l stage olvido lo’ pecao”) y a la providencia (“E’ que el de arriba no’ ha señalao”, canta). Pero su enfoque es totalmente divertido, diría incluso que autoparódico, mostrándose orgullosa de la parafernalia flamenca/choni que se le atribuye despectivamente: “tacones, lunares pa’ matar / el fleco, la trenza pa’ matar / eyeliner, leopardo pa’ matar” canta en ese post-estribillo que remata cada frase con un “bájale” que se convierte en chascarrillo para repetir a todas cuando una segunda voz remata con “¡madre mía, Rosalía, bájale!” Tarde: Rosalía está ya muy arriba

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Y segundo, musicalmente ‘Aute Cuture’ tampoco habría tenido mucho sentido dentro de ‘El Mal Querer’. Si bien es cierto que las palmas que van marcando el compás tienen métrica de flamenco (mis pobres conocimientos en la materia apenas me permiten intuir que pueda tratarse de unos tangos) y que el soul y el R&B tienen su peso específico en esta propuesta de Rosalía, ningún tema de su segundo largo suena tanto a puro pop como este. Su sonido, de hecho, remite inequívocamente a los 00s y a la figura de Timbaland y sus bombásticas producciones para Beyoncé (‘Crazy In Love’ parece un referente directo con esos redobles percusivos), Justin Timberlake, Nelly Furtado y Madonna de aquellos años. Esas falsas trompetas que llenan el fondo de toda esta canción no podían ser más características. Pero Rosalía demuestra su pericia al convertirlo en mucho más que una mera fotocopia –o apropiación, como querrán pensar los más escépticos hacia su figura–, y se pasa el reto aplicando a aquella fórmula su filtro personal (y el de El Guincho, claro).

Y es que, como ya ocurriera en ‘Con altura’, ‘Aute Cuture’ es una muestra de esa capacidad que han demostrado Vila y Díaz Reixa de esconder todo un rico submundo sonoro dentro de la aparente sencillez de estas canciones. Más allá de esos adlibs que enfatizan el punto cómico que citaba antes y que dinamizan los fraseos, hay multitud de detalles que hacen de su escucha con auriculares y a buen volumen (fantástico el trabajo de graves, hay que destacarlo) una gozada: los dos contrapuntos que irrumpen a mitad del estribillo mientras se repite “esto está encendío” (y que no son los mismos en el primero y en el segundo) y hay un leve cambio de acorde, el post-coro al primer estribillo (el de “bájale”) de nuevo con otro acorde, el drop después del segundo verso, otro cambio de acorde (y coros distintos) en la entrada del segundo estribillo… que se interrumpe para introducir el puente que, a su vez, se entremezcla con el estribillo final al extender el “sonando”… Toda una montaña rusa disfrazada de sólo aparente simpleza.

Una idea que se traslada a imágenes en el cachondo vídeo dirigido por Bradley & Pablo e ideado por la propia Rosalía y su inseparable hermana Pili, con cierta estética post-spaghetti western al más puro estilo Tarantino. Rosalía se muestra como la jefaza al frente de un taller clandestino de la manicura ornamental más extrema, con looks icónicos al más puro estilo de una diva pop de su tiempo. Que es en lo que se ha convertido este año con el lanzamiento (de momento) de dos singles tan bárbaros como ‘Con altura’ y ‘Aute Cuture’.

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Publicado por
Raúl Guillén
Tags: rosalía