«Ready or not, here I come!» es lo que se dice en inglés cuando toca jugar al Escondite. Inspiró un clásico de Fugees que precisamente decía «allá voy, voy a encontrarte», líneas muy pertinentes también en esta nueva película de Tyler Gillett y Matt Bettinelli-Olpin. Y sin embargo, por una vez, se ha hecho bien en traducir su título para su distribución en España por algo que no tiene casi nada que ver, pues por aquí no tenemos por qué saber cómo se juega al Escondite en otros lados. Además, pecan muchas de películas de terror de ponerse un nombre que les impide distinguirse de muchas otras y ser recordadas, pero nadie se olvidará de esta ‘Noche de bodas’.
La película que llega este fin de semana a la cartelera española tras su exhibición en el Festival de Sitges sucede tan sólo en una «noche» en la que una familia de ricachones, el clan Le Domas, herederos de un imperio de juegos de mesa, da la bienvenida a la esposa del hijo pequeño con un grotesco juego de mesa. Con guiños a ‘REC3’ o ‘Tú eres el siguiente’, la noche de bodas terminará ligeramente peor que aquella tan deprimente de ‘Melancolía‘: aquí habrá menos sexo aún que en una noche de bodas real, que ya es decir.
Lo que sí encontraremos será un buen baño de sangre, con ecos de slasher y un gore algo destilado de más, apto para el público generalista. La gran baza de ‘Noche de bodas’ no va por ahí sino por su discurso feminista (Samara Weaving, en zapatillas, está muy divertida), su alegato contra la alta clase social que tiene que recurrir a las más infumables tonterías para entretenerse y llenar su vida (ese «¡jodida gente rica!» que se exclama en un momento del metraje), y sobre todo su sentido del humor. Casi todas las escenas anteponen la carcajada a la tensión o el propio terror, pero el espectador lo agradece por los múltiples recursos que se utilizan con maña: la adicción a la coca, la necesidad del tutorial de Youtube, ese WhatsApp con burla a la institución de la familia o lo acertado de secundarios como la tía Helen (Nicky Guadagni), de lo más chanante desde su primer plano hacia el último. Todo ello construye esta gran ‘Noche de bodas’ que con razón ya ha recaudado 10 veces más de lo que ha costado. 8.