Anoche vimos a Rosalía recoger el premio a la mejor colaboración en los Premios MTV Europe por ‘Con altura’. No estaba por allí J Balvin, pero sí El Guincho, que subió con ella y pudo decir unas palabras de agradecimiento también, pues el galardón a «mejor colaboración» pertenece a los tres. A estas alturas está muy claro que Rosalía es, después de la acogida de la crítica internacional de ‘El mal querer’, su participación en festivales anglosajones de primera línea, y de los números que han hecho ‘Con altura’ y ‘Yo x ti, tú x mí’; la artista más importante de nuestro país a todos los niveles. Todo el reconocimiento que reciba Rosalía en este momento es poco, y el mérito es solamente suyo por escribir sus canciones, haber cantado desde pequeña, haber estudiado el flamenco desde adolescente, haberse interesado igualmente por el R&B americano y el neo-soul británico de James Blake, haber cerrado conceptos con videoclips y puestas en escena, y el largo etcétera al que hemos asistido durante el último año y medio. Pero también hay que celebrar la resurrección que ha supuesto para El Guincho este trabajo en un momento de popularidad algo bajo en su carrera.
El Guincho, que también llegaba a colaborar con Björk en ‘Biophilia’, ha ejercido de co-productor de Rosalía en todo lo que ha tocado desde ‘Los Ángeles’, álbum que produjo Raúl «Refree». Y eso incluye tanto las canciones aflamencadas de ‘El mal querer’ como también las más reggaetón que han salido después e incluso la rumbita en catalán ‘Milionària‘. El artista canario afincado en Barcelona se había dado a conocer con un disco que también alternaba folclore con modernidad como fue el estupendo, veraniego y colorido ‘Alegranza’; dio un paso más con el ‘Pop negro’ de ‘Bombay’ -por mucho, su tema más popular- y, en aquellos tiempos, gracias a las reseñas de medios internacionales como Pitchfork, pudo realizar giras por todo el mundo, como ahora Rosalía, si bien en escenarios más modestos. En 2010 sobre su pequeño éxito internacional, nos contaba que le gustaría que se dejara de ver como una rareza: «Hay muchos pibes que están cada día delante del ordenador, buscando sonidos nuevos, algunos de ellos tienen pequeños sellos, montan fiestas o trabajan para discográficas más grandes y se dio que a uno de ellos le gustó lo que estaba haciendo. Música pop en español. El pop le gusta a mucha gente y el español se habla en muchos sitios. Me gustaría que se dejara de ver como un milagro extraño». Seguramente en aquel momento ni por asomo imaginaba que co-escribiría una canción y aparecería en su respectivo vídeo, con más de 1.000 millones de visualizaciones.
Pero El Guincho también tenía la ambición de cerrar obras conceptuales y audiovisuales. Su último largo hasta ahora, ‘HiperAsia
‘, fue un disco arisco e incomprendido, avanzado y futurista, que se llegó a acompañar de una película en la que él era el protagonista y que se proyectó en Madrid para la prensa. Casi tan ambiciosa como un escenario de Kanye West, la obra se comercializó a modo de disco-pulsera con un merchandising creado ad hoc (sobre todo sudaderas), pero faltó sin duda algo de conexión con el público… que lo que hizo a ojos de Spotify fue básicamente seguir consumiendo ‘Pop negro‘ y ‘Alegranza’, con la excepción de una colaboración con Mala Rodríguez, mucho antes de que esta tuviera una especie de beef con Rosalía. ‘Cómix’ fue el mayor éxito de aquel disco.En aquella época, El Guincho era consciente de que ‘HiperAsia’ era un disco hiperraro. «No era una música destinada a vender tanto» era uno de los samples que escuchábamos en el álbum, aunque referido a su pasado. En otra de las letras bromeaba sobre su popularidad, dando voz a una crítica. En ‘Zona wi-fi’ oíamos a una voz robótica ironizar: «no sé cómo llegó tan lejos ese canario». «Soy de Las Palmas y fue con mi imaginario», respondía él mismo. Cuando le preguntábamos en una entrevista de 2016 por todo esto, respondía: «Hay una burla de la profesionalización de esta música tan… particular. Toda mi carrera se ha construido a partir del rechazo. Me cuesta más encajar un elogio que una mala palabra porque es como se edificó mi carrera». En El Periódico decía directamente que le gustaba «perder fans»: «Siempre lo digo: todo lo que ponga en peligro la percepción que tiene la gente sobre mi carrera, a mí personalmente me motiva. Me mola y me parece muy saludable perder fans. Si creas una vinculación muy estrecha con la gente que te sigue a largo plazo, acabas cediendo una parte muy importante de ti, de tu forma de componer y de tu forma de relacionarte con la música».
Sería muy interesante saber lo que piensa El Guincho a día de hoy, si se siente cómodo en el segundo plano que le deja Rosalía porque está cediendo «una parte» mucho más pequeña «de él»; porque de hecho no tiene que «encajar elogios» apenas por estar en ese segundo plano; o si tiene un álbum o single planeado propio en 2020, cuando se espera abiertamente el tercer disco de Rosalía. Por desgracia, no se está prodigando nada en entrevistas y los acercamientos a su vida y proyectos al margen de Rosalía parece inexistentes. ¿Cómo demonios sonará el próximo álbum de este artista? ¿Ha tenido acaso tiempo alguno de trabajar en él, teniendo en cuenta que siempre acompaña a Rosalía de gira? ¿Lograría arrastrar a parte del público de ‘Con altura’ a su propio terreno y a sus propios conciertos?