Fue el colofón previo a la charla que Marc Gili y Belly Hernández mantuvieron, en representación del grupo, con Maika Makovski. Como nota especialmente interesante, explicaron cómo sus giras por países americanos donde no son tan conocidos, incluido EEUU, les fuerzan a partir de cero en su enfrentamiento con el público, evitando acomodarse y estimulando su creatividad. También, Maika sacó a la luz que Marc conoce muy bien los estudios de Barcelona en los que se rodaba el programa gracias a su padre, que fue realizador de TVE.
Continuando con la interesante propuesta de este octavo capítulo de la segunda temporada del programa, unos Derby Motoreta’s Burrito Kachimba
que han pasado en año y medio de comidilla del underground a ser ampliamente reconocidos, protagonizaron la actuación exterior al plató. Interpretaron dos poderosas visiones del cancionero de Camarón de la Isla: una, ‘Nana del caballo grande’, la conocíamos del 7″ publicado hace algunas semanas; pero la otra no fue ‘Viejo mundo’, sino la popular y lorquiana ‘La tarara’. El sexteto sevillano explicó también su visión de la música, a su entender, es muy de este tiempo aunque esté basada en sonidos pretéritos.Tras el reportaje de Ramiroquai dedicado a artistas experimentados que deciden hacer música para niños –más interesante de lo que pueda parecer, las entrevistas a Chumi Chuma y Yo soy Ratón se quedaron escasas–, Mon Laferte ejerció de absoluta estrella del programa de anoche. Si sus discos ya muestran a una artistas interesantísima, donde la chilena despliega todo su poder de seducción es en directo. Y no tanto porque a que en esta ocasión fuera vestida con un camisón de satén negro… aunque lo cierto es que así su interpretación evocaba a una mujer que aprovecha la soledad de la noche para llorar sus males de amor, expuestos en hitos como ‘Tu falta de querer’ y ‘Mi buen amor’ o la reciente ‘Chilango Blues’.
Sin duda sus composiciones con ecos 50s y su voz de otro mundo –que además ese día, por increíble que parezca al escucharla, estaba mermada– son sus cualidades artísticas más destacables. Pero son su gestualidad –esos mohines faciales que parecen brotar de ella como si estuviera poseída por el espíritu de Gilda– y sus miradas las que completan la brutal presencia escénica de, quizá, la mayor dama de la canción –un apelativo de otro tiempo, como no podía ser de otra manera– en lengua hispana que ha alumbrado esta década. La entrevista de Makovski no fue de las más atinadas que la recordemos: vale que temporalmente era inviable referirse a su posicionamiento en el grave conflicto político social de Chile, pero fue extraño que obviara por completo hablar del interesante ‘Norma‘, que además tuvo entre sus manos. Pero si alguien se había amuermado, nos desperezó con una magnética traslación al directo de ‘Ronroneo’, puro sexo con trasfondo latino… y gatuno, completando así, quizá, el episodio más completo de esta añada de ‘La hora musa’. Podéis verlo al completo y con extras a continuación.