Lagartija Nick / Los cielos cabizbajos

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Lagartija Nick / Los cielos cabizbajos

En ocasiones, las sempiternas reediciones de viejos álbumes mitificados con más o menos razón superan el cariz de lo pecuniario y traen consigo reuniones felices. Es el caso de Lagartija Nick que, tras apoyar en directo la reedición de ‘Inercia’ en 2011 –extendiéndose luego con todos sus primeros discos, ‘Omega’ incluido–, recuperó su formación original –es decir, al constante Antonio Arias se sumaron de vuelta Juan Codorniú y M.A.R. Pareja–, sintiendo el pellizco necesario para volver a crear juntos.

Y vaya si lo han hecho: ‘Crimen, sabotaje y creación’ (2017) era un disco magnífico, movido en parte por el folclorismo –más como un posicionamiento popular en la lucha clases que como acicate creativo– y en parte por la desaparición de Jesús Arias, histórico músico y referente cultural de la ciudad de Granada. Varios de sus cortes partían del material que su hermano Antonio encontró en sus archivos, composiciones y poemas que permanecían inéditos. Enlazando directamente con aquellos, ‘Los cielos cabizbajos’ supone la consecución de un antiguo proyecto inconcluso de Jesús: un “poema sinfónico (…) que rinde homenaje a aquellas ciudades devastadas desde el cielo por el odio y el salvajismo más desolador”. Una obra tan ambiciosa –entre las notas, partituras y maquetas, había arreglos de orquesta y coros– que quizá pudiera parecer delirante y que Lagartija Nick publican, curiosamente, desde la modestia de un sello muy joven y pequeño: Montgrí, el que Cala Vento han fundado para publicar sus trabajos.

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Como bien saben los seguidores del combo granadino –que en el pasado han dedicado obras a la figura de Val del Omar o construido un crucial monumento post-flamenco junto a Enrique Morente–, no hay proyecto del que Lagartija Nick no puedan salir airosos, por muy descabellado que parezca. Y ‘Los cielos cabizbajos’ no es una excepción. Y es que, una vez más y por encima de todo, el grupo logra catalizar en un solo trabajo ampulosos arreglos orquestales –apoyados por el pianista David Montañés–, apocalípticos coros –ejecutados por el Coro y Quinteto de la Universidad de Granada–, electrónica oscura –Wendy Carlos es citado como influencia– y folclore –y no exactamente andaluz, sino el africano, en ‘Este es el plan (eah weah leah)’, o el celta, en ‘Ola equivocada’, donde injertan un fragmento del célebre discurso del Che Guevara en la ONU– sin perder un ápice de su personalidad. Más bien al contrario: potenciándola.

Y es que en este solemne tratado sobre los grandes damnificados de las guerras refulgen tanto o más las canciones –con el rock como eterno gran protagonista– que las meras intenciones. Ya lo mostraba su primer adelanto, la inapelable ‘Buenos días Hiroshima’, refrendado después por la preciosa ‘Sarajevo’ –cuya intro ya avanza la cruenta historia de la Guerra de los Balcanes que la inspira–, en este caso con un enfoque más emotivo, intrincado en lo instrumental. Ambas, además de suntuosos arreglos (especialmente la segunda), presumen sobre todo de buenas construcciones melódicas, de las que no se olvidan fácilmente. Pero no son las únicas, ni mucho menos: ‘Acción reacción’ e ‘Intrusos’ son puro rock “lagartijero”, de guitarras afiladas, bases poderosas y ganchos inapelables, como lo son también ‘Guernika 2019 (Zer egitaren Arrainak)’ y ‘Este es el plan (eah weah leah)’. Solo que, en el caso de las últimas, se ven potenciadas por arreglos abstractos (en el primer caso) y exóticos (en el segundo).

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Implícito a la ambición de ejecutar un “poema sinfónico”, es palpable que Lagartija Nick se han liberado de la presión del formato de canción rock: en casi la mitad de los doce cortes rondan o superan los seis minutos. Esto supone que en muchas ocasiones el contexto bélico y los elaborados arreglos empujan a desarrollos muy complejos. En ocasiones, el resultado es brillante, como en una ‘Europa Ío’ que, empleando lo astral como evasión de la miseria terrenal, refleja cuánto ha influido Lorca –una referencia extramusical imprescindible en este disco– a los hermanos Arias en lo lírico. Y en otras, en cambio, resulta algo farragoso y pesado, como en la final ‘Somalia’ –con outro del periodista Jon Sistiaga– , pese a lo bonito de sus versos.

Curiosamente, hay que destacar los versos de los Arias entre lo mejor de ‘Los cielos cabizbajos’, brillando su lirismo imaginativo y tangible –sobre el dolor humano y su total irracionalidad para infligírselo a sus semejantes–, que ni remotamente coquetea con lo vulgar o, peor, lo vacío. Quien bien les quiera, bien haría en regalar este disco no solo a Alfred García, sino también a Second o Izal, por citar a un par de héroes del supuesto indie. ‘Los cielos cabizbajos’ es el enésimo salto al vacío en la discografía de Lagartija Nick y como acostumbran, apenas con un par de magulladuras, caen de pie. Lagartija Nick presentarán ‘Los cielos cabizbajos’ el 18 de enero en Barcelona por todo lo alto: enmarcada dentro de Caprichos de Apolo, estarán apoyados por el ensamble del Conservatori del Liceu y el coro de cámara ARSinNOVA.

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Calificación: 7,7/10
Lo mejor: ‘Buenos días Hiroshima’, ‘Guernika 2019 (Zer egiten arrainak)’, ‘Sarajevo’, ‘Acción reacción’, ‘Europa Ío’, ‘Intrusos’
Te gustará si te gustan: los Lagartija más experimentales, la poesía de García Lorca, Surfin’ Bichos, los primeros Nudozurdo.
Escúchalo: Spotify

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