of Montreal llegan a su 16º disco con energía y ganas de cuestionar el mundo de hoy, y el talento para ofrecer singles que pueden situarse entre lo mejor de su larguísima carrera. Muy lejos de los recovecos casi inasumibles de ‘Skeletal Lamping‘, los sencillos de ‘UR FUN’ van absolutamente al grano. Es el caso de ‘Peace to All Freaks’, una de las canciones más accesibles de su discografía, con una serie de sintes ochenteros que forman una melodía de lo más bailable; o de ‘Polyaneurism’, una canción que demuestra que el cruce entre Iggy Pop y su amigo David Bowie; y entre Dragonette y su amigo Martin Solveig era perfectamente posible y digno de celebrar.
Ambas canciones tienen además mensajes muy potentes. ‘Peace to All Freaks’ llama al amor, a la lucha contra el «odio» y contra «la gente horrible», hablando sobre la necesidad de «educarnos a nosotros mismos» y de unirnos contra el mal, contra «los cínicos», contra «los amargados», en busca de un mundo mejor. La música a su vez transmite esa sensación de colectivo que siempre rezumó esta banda que conocimos como parte de Ellephant 6. Por su parte, ‘Polyaneurism’ es una canción que cuestiona las ventajas del poliamor, ahora que cada vez está más «de moda». Cuenta Kevin Barnes que pensaba que él mismo terminaría cediendo al poliamor, pero que no ha pasado, por lo que ha querido retratar, a través de experiencias de amigos, cómo el poliamor puede ser «frustrante» para una o varias de las partes y cómo puede requerir de mayor esfuerzo emocional incluso que una relación tradicional. Y lo mejor es que lo hace sin aleccionar: independientemente de que compartas su visión, la canción no puede sonar más divertida.
Aunque hay canciones de amor, como es el caso de ‘You’ve Had Me Everywhere’, que empieza diciendo que «si algo te pasara, me volvería loco y nunca me recuperaría»; los temas son variados en ‘UR FUN’. ‘Don’t Let Me Die In America’ es un deseo de morir en cualquier lugar excepto América, con una frase que plantea: «¿he perdido mi país porque no tengo amor para los cerditos fascistas?», pero en general apostando de nuevo por una estructura y una letra repetitiva que se quedan a la primera. Y es que esa es una de las claves de este álbum: las referencias pueden ser tan complejas como Noam Chomsky (‘Don’t Let Me Die In America’) o ‘La novia ensangrentada’ (‘Carmillas of Love’), pero los temas en general son inmediatos.
Apenas la sosa y rockera ’20th Century Schizofriendic Revengoid-man’ y la reptante ‘Deliberate Self-harm Ha Ha’, sobre la gente que se hace cortes en su propio cuerpo, un intento frustrado de meter en una batidora a Goldfrapp junto a Black Keys, hacen al disco decaer un pelín en su tramo final. En verdad, en 40 minutos hemos asistido a canciones tan interesantes como ‘Gypsy That Remains’ y ‘St Sebastian’. En la primera caben guiños al bajo de ‘Love Is In the Air’, a ‘Gypsy’ de Fleetwood Mac, a ‘Box of Rain’ de Grateful Dead y a «Cucurrucú Paloma», lo cual tiene bastante gracia: hay un quiebro en el final de su estribillo que no puede sonar más melódico.
Y ‘St Sebastian’ es otra de esas canciones de of Montreal en las que apetece adentrarse a través de entrevistas y notas verificadas de Genius. Suena al Bowie de principios de los 80, el «art pop», con unos pegadizos teclados también un poco franceses: es algo que podrían haber cantado los Stereo Total más enamorados de Gainsbourg. Por su parte, la letra habla a través del mártir San Sebastián de una persona que se ha dedicado a poner a caldo en internet a Kevin Barnes. Y ya tiene mérito que a pesar de su tono agridulce, dé ganas de bailar. El mundo está lleno de fascistas y de haters, pero al mal tiempo, buena cara: los conciertos de of Montreal volverán a ser un fiestón.
Calificación: 7,4/10
Lo mejor: ‘Peace to All Freaks’, ‘Polyaneurism’, ‘St Sebastian’, ‘Don’t Let Me Die In America’
Te gustará si te gusta: David Bowie, Stereo Total, Iggy Pop, Superorganism
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