Música

The Killers, en la encrucijada: ¿es ‘Imploding the Mirage’ su obra cumbre o signo de su decadencia?

Es obviamente el lanzamiento destacado de este viernes 21 de agosto, pero también uno de los más importantes del año en la música pop: por fin, tras su ya sempiterna demora por la Covid-19, el nuevo álbum de The Killers ha visto la luz. Un ‘Imploding the Mirage’ que, sin renunciar a su grandiosidad habitual, podríamos calificar como el disco indie (un secretito: en realidad, por más que se les haya calificado así, nunca lo han sido) del ahora trío de Las Vegas. Para empezar, y en contraste con el tono más electrónico de ‘Wonderful Wonderful‘ (que contaba con Erol Alkan o Stuart Price en el equipo), cuenta con la crudeza que ofrece el reputado Shawn Everett –ganador de cinco Grammys por sus trabajos con grupos y artistas como Alabama Shakes, Kacey Musgraves o The War On Drugs, a los que volveremos más tarde–, aderezada con la imaginación y capacidad para sorprender de Jonathan Rado, integrante del dúo Foxygen (valedor de los sin par The Lemon Twigs, que curiosamente lanzan hoy también su nuevo disco).

Ambos han trabajado al alimón con Brandon Flowers, Mark Stoermer y Ronnie Vannucci Jr. –aunque no ha participado en el álbum ni lo hará en la gira del año que viene, Dave Keuning continúa siendo miembro de la banda y volverá a ella, aseguran– en este ‘Imploding the Mirage’, pero no son los únicos nombres del panorama alternativo que intervienen en el álbum. No solo el australiano Alex Cameron –curiosamente, hoy mismo lanza también un EP de demos de su último disco ‘Miami Memory’– aporta de nuevo (ya lo hizo en el anterior álbum) hasta cinco colaboraciones compositivas, sino que en la grabación del álbum se han implicado músicos como Adam Granduciel –de los mentados The War On Drugs, con los que el disco tiene una evidente deuda sonora, y sirva como ejemplo la magnífica apertura ‘My Own Soul’s Warning‘, del acaba de estrenarse un segundo vídeo–, el dúo femenino Lucius –suyos son los coros de la key-track ‘Blowback’–, el prestigioso Blake Mills –Fiona Apple, entre otros– o Weyes Blood. La autora del fantástico ‘Titanic Rising‘ cobra un insospechado protagonismo en el dueto ‘My God’, que co-escribe.

Hay que aclarar, eso sí, que tampoco estamos precisamente ante una reinvención sonora, como la de Taylor Swift con The National en ‘folklore’. La épica rock con guiños a Fleetwood Mac –su miembro ahora desahuciado, Lindsey Buckingham, ha sustituido a Keuning en las guitarras en varios temas– y sobre todo al Bruce Springsteen de finales de los 70 y primeros 80 (ineludible en ‘Dying Breed’) se erige como la gran enseña de The Killers en este disco, resultando perfectamente coherente con todos sus discos. De hecho, la bailable ‘Fire In Bone‘ se intuye como un descarte de su anterior disco, aunque en general el sonido de ‘Imploding the Mirage’ conecta más con el sonido de ‘Hot Fuss’ y ‘Sam’s Town’. Sin perder, eso sí, la perspectiva de banda de estadio que se han ganado en el último lustro, como muestra el single principal ‘Caution‘… pese a no haber calado tanto como cualquiera de los primeros singles de su carrera. Pero resulta muy significativo que hayan escogido a una outsider como k.d. lang, icono musical y pionera de la visibilidad lésbica en la industria del entretenimiento, para compartir tareas vocales con Flowers en ‘Lightning Fields’. No es una opción casual ni fácil.

En cuanto a la respuesta de crítica y fans tras las primeras horas desde la publicación del álbum, en general parece que ‘Imploding the Mirage’ está gozando de una inusitada aceptación. Un fandom entregado como el suyo no les está fallando tampoco esta vez, y desde primeras horas del día el nombre del grupo es trending topic por la cantidad de público que está tuiteando sobre el lanzamiento. Pero, buscando opiniones no tan segadas, si acudimos a la página de opinión pública Rateyourmusic, topamos con que este disco es ya el disco mejor valorado en toda la historia del grupo, con un 3,39 sobre 5. Y, acudiendo a un foro más popero, sorprende un poco más la buena aceptación generalizada en el foro de Popjustice, dejando la impresión de que el grupo recobra con estas canciones la atención perdida de una parte del público.

Y, en cuanto a la crítica especializada, la aceptación es también muy grande: Metacritic promedia, con 13 reseñas (aproximadamente un 50% de las que tiene ‘Wonderful Wonderful’, cuya nota media es un 71 sobre 100), un 78 sobre 100. Si atendemos a las matemáticas, eso significa que sería el mejor disco de su carrera, su obra cumbre. Desde luego, así se extrae de las entusiastas reseñas de NME –5 estrellas de 5–, AllMusic –90/100– o The Line Of Best Fit –85/100–. También nuestros compañeros de Muzikalia que, sin cuantificarlo, lo califican de «discazo», uno de los mejores de su carrera. Pero quizá sea más significo destacar que la recién publicada crítica de Pitchfork le otorga un 7,4, la puntuación más alta dispensada por el exigente portal musical (de su discografía, sólo ‘Wonderful Wonderful’ había conseguido superar el 6; el resto, solo aprobados).

Sin embargo, tampoco hay unanimidad ni se puede hablar de un disco «aclamado universalmente»: en línea con las críticas tibias de diarios británicos como The Observer o The Independent, los compañeros de Mondo Sonoro le dan un 6 sobre 10 a ‘Imploding the Mirage’, indicando la reseña de Raúl Julián que «la banda comienza a repetirse peligrosamente», advirtiendo que «el hartazgo definitivo podría estar en camino y cada vez más cerca». Nuestra opinión, por cierto, estará a vuestra disposición en breve.

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Publicado por
Raúl Guillén