Dos «chavales» aparecen en la portada de la primera edición física del dúo formado por Javier Paredes y Daniel Rodríguez y llamado así, Chavales. Uno escucha música con los cascos delante de su teclado y una colección de CD’s y vinilos -no muchos-. El otro prefiere jugar con la Switch pasando un poco de su gato, mientras se echa un cigarro y se toma un pequeño refrigerio. Se nos están dando tantas pistas sobre cuáles son las inquietudes de Chavales como en la portada del primero de Oasis los hermanos Gallagher nos mostraban que lo más importante para ellos era el pop de los años 60 y el fútbol.
Lo de Chavales son los teclados. A ellos deben el gancho principal de la gran canción con que los conocíamos hace unos meses. ‘Las plantas de la terraza’ era una de esas composiciones que parecían capaces de predecir una pandemia («Hoy me ha gritado que el fin está cerca / Un señor en el andén»), pero que puede sobrevivir a la misma por la gracia con que despliega un par de líneas de teclado, y también su estribillo. ¿Qué discos podemos imaginar que son los que aparecen en dicha cubierta? Seguramente muchos de su sello, Elefant, desde Family a Papa Topo pasando por casi todo lo que ha habido en medio: La Casa Azul, La Monja Enana, Ultranol… Y también algo de los 80. Hay alguna sección de acordes que remite a los Smiths (esa guitarra de la portada) y de teclados a OMD, lo cual es lo mismo que decir que Chavales te gustarán si te gustan grupos algo más recientes como The Tough Alliance.
De esta manera, ‘Ey, que estoy aquí’, sobre la admiración de alguien que no nos hace ni caso en clase, podría ser el nuevo ‘Hoy me has dicho hola por primera vez’, pero su jangle pop nos remite más bien a The Drums. Su frase «joder, qué descontrol» nos hace pensar en un pop carpetero en la onda de Objetivo Birmania, lo cual incluso pasa cuando las canciones hablan de verdaderos desastres y caraduras, como ‘Ernesto’. Eso sí, el mini álbum de 9 canciones en 26 minutos tiene tiempo de darnos alguna sorpresa: ‘No me lo creo’ incorpora un ritmo de reggaetón al modo en que Joe Crepúsculo chillaría uno, ‘Me conformo’ una intención algo más cósmica y melancólica, y ‘Dame veneno’ un estribillo pasado por un vocoder que ni Daft Punk. Todas juntas construyen un mini LP bastante simpático de target muy definido en el mundo del pop, ese rincón en el que importa más el DIY, la naturalidad y los infortunios de la cotidianidad que las clases de canto y la poesía: «Te propongo / aunque me cueste un montón / que no me escribas al móvil / cuando estés de botellón».
Clasificación: 7/10
Lo mejor: ‘Las plantas de la terraza’, ‘Dame veneno’, ‘Ey, que estoy aquí’, ‘Tercera cita’
Te gustará si te gusta: Ultranol, The Tough Alliance, Cariño
Youtube: vídeo de ‘Las plantas de la terraza’