Ólafur Arnalds es otro de esos compositores de música neoclásica que se han especializado en el ámbito de las bandas sonoras, aunque en lugar de ganar Oscars como Hildur Guđnadóttir o multitud de otros premios como Max Richter, Arnalds no ha dejado de cultivar una nutrida base de fans con sus álbumes de estudio, que le han llevado a convertirse en uno de los nombres más conocidos de su gremio.
‘some kind of peace’, el último lanzamiento de Ólafur, es solo su quinto álbum de estudio oficial a pesar de que el primero salió en 2007, hace ya 13 años. En todo este tiempo, el compositor islandés ha realizado la música de películas como ‘Gimme Shelter’ o de series como ‘Broadchurch‘ y ‘Defending Jacob’, ha editado compilaciones como ‘Island Songs’ y se ha sumergido en los mundos de la música electrónica -en concreto del tecno atmosférico- con su proyecto Kiasmos junto a Janus Rasmussen. En cuanto a sus trabajos de estudio, ha reinado la búsqueda de lo inexplorado: si ‘For Now I Am Winter‘ coqueteaba con el pop y el post-rock, ‘re:member’ utilizaba como instrumento principal un innovador sistema de pianos generativos inventado por él mismo.
Grabado con la intención de contar una historia personal después de dedicar tanto tiempo a las bandas sonoras, a historias ajenas, ‘some kind of peace’ puede ser uno de los álbumes menos ambiciosos de la carrera de Ólafur al llevarnos a la sencillez académica de temas como ‘Ljósiđ‘. Las melodías de piano buscan expresar un sentimiento de tristeza y melancolía, el dramatismo de las cuerdas nunca explota hacia lo épico y la presencia de la música electrónica es anecdótica con alguna excepción. En ‘some kind of peace’ manda exactamente eso, la paz, y un intimismo que es posible vincular directamente con el debut del islandés.
Una de esas excepciones de las que hablamos resulta ser la mejor canción del disco: ‘Loom’ es una colaboración con Bonobo que suena tan pura como una mañana de invierno en el campo. Su delicado tapiz de pianos y atmósferas electrónicas nos sitúa en un entorno bucólico, como rociado por gotas de lluvia. Más adelante, ‘Back to the Sky’ incorpora un beat propio de la música electrónica downtempo de los años 90, para aportar violines a una colaboración con la islandesa JFDR que suena más al trabajo de ella que al de él.
En varios momentos de ‘some kind of peace’, sin embargo, esa falta de ambición, ese interés por hacer música por amor al arte, se traduce en composiciones que parecen hechas para hacer sonar de fondo, más que para quedarse con nosotros mucho tiempo. ‘Woven Song’ es la más emotiva al entrelazar una preciosa melodía de piano con grabaciones de una voz no entrenada que canta una canción, pero también es una excepción. En realidad, en el álbum manda una visión tan simplista de la música neoclásica que bordea el cliché, como demuestran las cuerdas plañideras de ‘Spiral’, las atmósferas humeantes y dramáticas de ‘Zero’ o la nadería de ‘The Bottom Line’ con Josin, que no Jónsi. Composiciones mimadas en sus pianos tratados electrónicamente (‘Still / Sound’) como en los más puros (‘We Contain Multitudes’) pero que terminan sonando algo indefinidas.
Calificación: 5,9/10
Lo mejor: ‘Loom’, ‘Woven Song’
Te gustará si te gusta: Haushka, múm, Goldmund, Eluvium, las playlists de música ambiental
Youtube: ‘Loom’ con Bonobo