En un atasco hay gente que aprovecha para mirar el móvil, recoger un poco el coche, o, lo típico, sacarse mocos. Otros, como el actor Kofi Siriboe (‘Plan de chicas’, ‘Kicks, historia de unas zapatillas’), fantasean con ver a Doja Cat haciendo el Silhouette Challenge de TikTok.
‘Streets’ comienza con un maniquí cobrando vida como en la popular comedia ochentera ‘Maniquí’ (que hizo famosísima la canción ‘Nothing’s Gonna Stop Us Now’, de Starship). Cuando termina de sonar el ‘Put Your Head On My Shoulder’ de Paul Anka, el escaparate se transforma en una cabina callejera tipo barrio rojo de Ámsterdam con la cantante contoneándose cual estríper.
A partir de aquí, la fantasía se hace más oscura hasta convertirse en una pesadilla. Primero, como de película de terror. Con el taxi tiroteado y en llamas, y varios pandilleros zombis saliendo del asfalto enseñando los dientes. Luego, con Doja Cat transformada en una especie de Jorogumo, la seductora mujer araña del folclore japonés que atrapa en su tela a los hombres. Y, por último, con una reinterpretación del meme de ‘Tia Tamera’. Un apocalipsis nuclear que saca de su ensoñación al taxista y revela a los espectadores el giro final de la historia.