‘SEIS‘ es nuestro «Disco de la Semana» y tenemos el privilegio de charlar con Mon Laferte a través de Zoom mientras ella se bebe un zumo de naranja. Para ella son las 8.30 de la mañana, para mí las 17.30 de un viernes por la tarde, pero nuestro humor es excelente en ambos casos pese a las circunstancias.
Laferte es una rara avis de la industria musical, pues está fichada por un gran sello y cuenta con unos streamings millonarios, pero en realidad sus composiciones y producciones siguen amparadas en la tradición, ajenas a las modas, suspendidas en el tiempo. Sus colaboradores en este disco son Alejandro Fernández y Gloria Trevi, no Bad Bunny y Karol G. La artista es además una gran apasionada de su trabajo, de su discurso político y es un placer hablar con ella pese a las inconveniencias de un Zoom siempre dispuesto a congelar la imagen y el sonido en el momento más inoportuno.
¿Qué tal estás? ¿Sigues viviendo en medio del campo? Supongo que ha sido un acierto estar en un sitio pequeño durante la pandemia.
Eso me decían todos mis amigos (risas), que qué envidia que yo tenía espacio y los árboles… Ahora estoy en Los Ángeles de promo y extraño el campo…
Uno de los puntos de inspiración del disco es Chavela Vargas, ¿hay algún disco concreto o alguna canción menos conocida suya que te haya llamado la atención?
Yo no conocí a Chavela de chica. La conocí al llegar a México. Escuché su voz y me enamoré de su interpretación. Hay una canción en particular que me mata. La descubrí el año pasado, ‘Maria Tepozteca‘. Es muy bonita porque la mayor parte de su carrera cantó canciones de otras personas, sobre todo de José Alfredo. Pero cuando tuvo el boom en España, se puso a escribir sus canciones y se descubrió su valor en las líricas. Esta canción se la escribió a una mujer de la que se enamoró. Me la pasé escuchando esa canción y siento una cosa… Me gusta tener mis momentos épicos o cinematográficos. Me inspira: me pone en un sitio emocional que me lleva a escribir mis propias canciones. Me parecía mágico porque yo vivía entonces donde escribió esa canción Chavela.
He visto en internet que Tepoztlán es un sitio bastante pequeño. ¿Es como campo?
Es un pueblo muy particular que se rige por usos y costumbres, tiene sus propias leyes, no hay cadenas, ni supermercados. Solo tienditas. En muchos pueblos de México hay una ley que dice que se van a regir por sus costumbres. Es muy bonito porque tienes que ser parte de la comunidad, si te vas a vivir a Tepoztlán tienes que ser parte de la comunidad. Ahora hubo un incendio horrible, hace un par de días, aunque yo estaba acá, sé que la gente daba el agua de sus albercas, de las piscinas. Todo el mundo sale a combatir el incendio, no se esperan a que venga la ayuda de fuera.
¿Qué canción de este disco te hace pensar más en este lugar?
La primera que hice, cuando me puse a escuchar a Chavela y se nota demasiado (risas), ‘Se me va a quemar el corazón’, versión guitarra.
He entendido el porqué de la portada del disco y el vídeo en el que haces un paralelismo entre el toro y la mujer, ¿pero cómo has dado con esta imaginería? ¿Cuál es tu primer acercamiento al mundo taurino?
Yo soy cero taurina, no tengo idea. En Chile no se practica. En México sí y no sé nada de este mundo, pero sí me parece sumamente cruel y obviamente no me gusta. Por eso hago esta comparación en el videoclip, pero no estoy familiarizada. Es algo muy ajeno para mí.
Mi canción favorita del álbum es ‘Aunque te mueras por volver’, que tanto recuerda a Raphael, a Manuel Alejandro, que soy superfán…
¡Yo también!
¿Por qué no la has escogido como single?
Todo dice que es el sencillo. Es la canción como grande. Pero también soy muy visceral. En ese momento hace unos meses no me sentía en una actitud de cantar ‘Aunque te mueras por volver’. Todo el año pasado fue estar en mí, en casa, con la guitarra, pequeñito. Con una actitud meditativa y contemplativa. Y esa canción es como «demasiado protagonista».
No quiero ser políticamente correcta, ni quiero dar ejemplo a nadie, ni voy con la bandera de «esto sí, esto no»… Me da mucha flojera eso
Este disco en cierta medida es una huida del amor tóxico, incluso hablas de «desaprender el amor» en un momento, en contradicción con las canciones melódicas que tanto nos gustan. No sé si tienes esta contradicción. ¿Hay canciones tuyas de discos pasados que te parezcan tóxicas con el paso del tiempo, que hablen de un amor enfermizo?
¡Y del presente! (risas). Esta canción dice «qué mal que tú seguro has de pensar seguido en mí / Te duele recordar quién soy, quién fui». Es una actuación. Pienso mucho en el en vivo con este tipo de canción, pienso en la teatralidad de Raphael. O de Juan Gabriel. Los humanos somos toda una contradicción. No quiero ser políticamente correcta, ni quiero dar ejemplo a nadie, ni voy con la bandera de «esto sí, esto no»… Me da mucha flojera eso (risas) Simplemente soy una artista. En mis canciones voy reflejando mis experiencias, y las exagero. Me encanta exagerarlas. Eso me da el drama, el teatro para mantenerlo en vivo. Porque lo que yo hago es subirme a un escenario y hacer un show. Exagero, le quito, le pongo. A veces salen canciones más profundas como la de «quiero del amor desaprender», pero eso no significa necesariamente que ya esté deconstruida, que ya haya aprendido y ya solo vaya a hacer canciones de «soy muy poderosa y ya no necesito a nadie». Qué flojera sería, ¿no? (risas)
A veces me salen canciones más profundas como la de «quiero del amor desaprender», pero eso no significa que ya solo vaya a hacer canciones de «soy muy poderosa y ya no necesito a nadie». Qué flojera sería, ¿no?
Hay una parte del álbum que es más feliz, como ‘No lo vi venir’ o ‘Amado mío’. ¿Hay evolución hacia un amor más sano en el disco? ¿En algún momento te planteaste hacer un disco en orden cronológico o conceptual?
No, para este no. En el álbum anterior esa era mucho más la idea, la evolución de una relación de pareja. Ahora no. Tengo muchas canciones en discos pasados que van de amores bonitos, de pareja, pero también he hecho canciones para mis sobrinos, para mi abuela, para mis amigas… para otras personas, no necesariamente amor de pareja. Pero me hace falta ese fuego, ese poquito de tierra. No me gusta cuando todo viene en la caja perfecta… la vida necesita un poco de sangre también (risas).
‘Canción feliz’ es una bossa. ¿En verdad a qué etapa pertenece? ¿A la feliz o todo lo contrario? Porque es precisamente como agridulce…
Tiene espíritu pandémico. En la pandemia sentí mucha melancolía, me sentía muy melancólica cuando la escribí. Como dices tú, es agridulce. Sentía mucha incertidumbre, tenía esa sensación de apocalipsis todo el tiempo… Ahí surgió esta canción.
No me gusta cuando todo viene en la caja perfecta… la vida necesita un poco de sangre también
Hay canciones muy políticas en este disco, de corte feminista, y luego ‘La democracia’. ‘La democracia’ me la imagino como la banda sonora de tu paseo en topless por los Latin Grammy (NdE: con el emblema escrito en su pecho «en Chile torturan, violan y matan». ¿Guardan relación lo que expresa la canción y lo que expresaste en aquella alfombra roja?
Supongo que sí, desde muy joven tuve inquietudes con el tema social. Supongo que con los años ha ido tomando más protagonismo, porque todo explotó después de lo de la alfombra roja. Son temas que me importan, que siempre me han importado porque me han tocado. No es que yo sea una buena persona que quiere luchar por los derechos de todo, sino que vengo de una familia de clase trabajadora. Tuvimos una infancia muy dura, mi hermana y yo vimos a mi padre trabajar muy duro y aun así saber que no teníamos las mismas oportunidades de estudio, de salud. En Chile la gente se muere esperando una atención médica. Me tocan a mí estos temas, muy directamente, y por eso los pongo en la mesa.
¿Tuviste reacciones de las instituciones de Chile por esto?
Por declaraciones que hice en algunas entrevistas hubo una persecución política, creo yo. Un hostigamiento de parte de la policía.
¿Cómo lo has vivido? ¿Te has arrepentido?
Sí, me he arrepentido muchas veces de muchas cosas, pero al final digo «está bien». Prefiero pedir perdón que pedir permiso. Siempre pasa que la gente, al final de su vida, los abuelitos… qué pena decir esto, pero dicen: «me arrepiento de no haber hecho esto». La gente se arrepiente de lo que no hizo. Intento pensar todo el tiempo como una abuelita, es mi filosofía de vida.
Me tiene un poco cansada el sistema de cómo funciona la música: la playlist, el sencillo, los conciertos
Tu acercamiento al corrido, a la música mexicana… es bastante puro. Se agradece que no siga las modas, los featurings… pero últimamente has dicho que estás toqueteando ordenadores. ¿Podemos esperar algo más electrónico de tu próximo trabajo pero aún inspirado en la música tradicional? ¿O prefieres lo tradicional en plan más puro?
Me gustan las mezclas pero también… algunas mezclas terminan sonando como música de elevador (risas) Que digo está bien, pero no es lo que yo quiero hacer. Estoy muy pegada al ordenador, estoy haciendo algo. Un proyecto diferente, que es como para mí una nueva etapa. Me tiene un poco cansada el sistema de cómo funciona la música. Lo que dices: la playlist, el sencillo, los conciertos… Me da la sensación de que ya se hizo y me agota. Tengo una idea como de mezclar todos mis mundos artísticos en un solo mundo. Pinto, hago videoarte… Quiero poner todo eso junto.