Antes que Billie Eilish, aunque después que Billie Holiday, y sin demasiado que ver con Billie Joe Armstrong, aterrizó en la industria de la música pop, aunque por muy poco tiempo, otra Billie. Cualquiera que se reconozca seguidor de ‘Doctor Who’ o se conozca el reparto de ‘Penny Dreadful’ al dedillo sabe que hablo de la actriz británica Billie Piper, a la que últimamente quizá hayas podido ver en la serie ‘Collateral‘ de Netflix. Billie triunfó primero como cantante, a los 15 años, con el lanzamiento de su primer disco ‘Honey to the B’, pero abandonó la música poco después cuando su segundo disco, ‘Walk of Life’, fracasó en las listas, a pesar de ser bastante mejor.
Que el artículo no lleve a engaño: hay poco que reivindicar en la carrera musical de Billie Piper, muy poca personalidad que extraer en ella, y la artista ha hecho bien en dedicarse a la actuación. Su primer disco, ‘Honey to the B’, lanzado en octubre de 1998, produjo dos singles que entraron directos al número 1 de la lista británica, ‘Because We Want To’ (un «wannabe» de ‘Wannabe’) y ‘Girlfriend‘, pero en general el álbum es un sucedáneo insulso de las Spice Girls (en aquel momento las reinas del pop británico) que ha envejecido fatal. A lo sumo molan el tema titular, que nunca está de más recuperar en los primeros días de primavera, y ‘Party on the Phone‘, que es algo así como la hermana mainstream de ‘3am’ de Haim.
Mucho más maduro, ‘Walk of Life’ se sumaba al sonido de Backstreet Boys y Britney en el oscuro single ‘Day and Night‘ (otro número 1) y al R&B-pop de moda en el pegajoso ‘Something Deep Inside‘ (vaya título), pero el sonido del álbum presentaba otro tipo de matices que lo diferenciaban de las modas adolescentes, haciendo uso de bases más propias de All Saints o Robbie Williams. Y las melodías eran muchísimo mejores. ‘Walk of Life‘, el single titular, desprende claros ecos brit-pop y no puede sonar más libre y épico, ‘Safe with Me‘ tiene un estribillo cantado a coro de lo más edificante, ‘Ring My Bell‘ un sonido intrigante a la par que descarado y ‘Miscofusing‘, la balada final, es la joya de la corona aunque solo lo sepan las 100.000 personas que todavía escuchan a esta artista en Spotify.
Tras el inexplicable fracaso de ‘Walk of Life’, Billie Piper abandonó la música y se sumó al reparto de ‘Doctor Who’ para interpretar a la amiga del doctor Rose Tyler en 2005 y 2006, aunque salió en otros episodios posteriores; y de 2007 a 2011 protagonizó la serie dramática ‘Secret Diary of a Call Girl’, en la que interpreta a una prostituta de lujo. Curiosamente, la cumbre de su carrera interpretativa no llegaría en la televisión ni en el cine sino en el teatro: su papel en ‘Yerma’ (una adaptación de la obra de Lorca) fue venerada por la crítica y, gracias a este rol, en 2017 Billie ganó el «Premio Laurence Olivier» a Mejor actriz. La prensa describió su interpretación como «la mejor de una generación».
Así que no, efectivamente la carrera musical de Billie Piper dejó bastante que desear, ella y lo sabía y pasó inmediatamente a otra cosa. Pero ‘Walk of Life’ era un digno disco de pop de su tiempo que ha sido olvidado, pero que, escuchado a día de hoy, da ganas de que un artista tipo Rana Sawayama lo recupere. Billie, desde luego, no se va a hacer un Sugababes porque ni le hace falta ni hay mercado para ello: su carrera interpretativa sigue y si, en 2019, actuó en la película ‘Eternal Beauty’, este año se ha anunciado que participará en la adaptación cinematográfica del libro infantil ‘Catherine, Called Birdy’.