Música

Lo mejor del disco de MARINA eran los singles

Este viernes 11 de junio se publica el esperado nuevo álbum de Marina Diamandis, ‘Ancient Dreams in a Modern Land’. El conflicto es evidente en la primera escucha: ‘LOVE + FEAR‘ podía parecer un trabajo demasiado poco arriesgado, demasiado vainilla, pero contenía una serie de canciones bastante memorables de las que no hay tantas en este nuevo disco… y no solo porque sea bastante más corto. Se vuelve a dar que lo mejor eran los singles, los cuales han sido publicados en orden de mejor a peor, y los cortes restantes son puro material para fans.

Destacan la balada a piano ‘Highly Emotional People’, que suena a una Kate Bush despojada de artificios, y el pop-rock épico de ‘I Love You But I Love Me More’, pero de las 6 pistas inéditas 4 son de hecho baladas y ninguna toca tanto la patata como ‘Happy’, ‘Lies’ o ‘Handmade Heaven’, aunque la final ‘Goodbye’ llama la atención por su estribillo atropellado. La apocalíptica ‘New America’ no está mal, pero da la sensación de que el componente dramático y «over the top» de las melodías de MARINA prevalece por encima de unas composiciones que se conforman con ser correctas.

En los foros hay opiniones de todo tipo: para algunos ‘Ancient Dreams in a Modern Land’ es el mejor disco de MARINA en años, para otros otro disco de MARINA más. Eso sí, nadie parece tener la sensación de encontrarse ante lo peor que ha hecho. Se subraya para bien la nítida producción de las canciones, el color de las mismas y por supuesto las melodías, y para mal unas letras que hablan de política y sociedad con un mensaje de brocha gorda que no es especialmente motivador.

Como sucedió con la promoción de ‘FROOT‘ previamente al lanzamiento de este álbum, cada single que lo ha ido avanzando estos días ha sido prácticamente un universo en sí mismo: del drama de ‘Man’s World‘ hemos pasado al punk-pop de ‘Purge the Poison‘ y de este al Muse meets ‘Womanizer’ del corte titular.

Estos días, la cantante británica ha publicado un cuarto y último adelanto que vuelve a diferenciarse por su cuenta. ‘Venus Fly Trap’, cuyo título alude a un tipo de planta carnívora, desprende ese drama teatral, exagerado, desenfadado e incluso cómico que podía percibirse en los primeros dos discos de Marina, especialmente en el primero. Suena como si el personaje espabilado y excéntrico de ‘I Am Not a Robot’ se hubiera casado con esa Electra Heart que reflexionaba sobre la fama, pero por una vía pop-rock más convencional.

Marina ha explicado que «muchos de nosotros nos hemos reprimido para ser aceptados a lo largo de nuestra vida, con la consecuencia de que nos hemos hecho pequeños para que los demás se sientan cómodos», y ha señalado que ‘Venus Fly Trap’ celebra ser dueña de una misma así como la confianza y la alegría que se sienten cuando eres realmente libre». En este caso, la libertad a la que alude Marina proviene de no haberse amoldado a las demandas de «Hollywood». En concreto, canta que no está metida en el juego de la música «por el dinero o por la fama» -aunque no se le olvida mencionar que es «millonaria»- e insiste en que nunca dejará de ser «ella misma».

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Publicado por
Jordi Bardají
Tags: marina