‘La niña’, el segundo disco de Lola Indigo, es el nuevo número 1 del país. Y no siempre estuvo tan claro a juzgar por la aceptación desigual que han tenido sus muchos sencillos de presentación. En el momento de esta entrevista no sabemos que ‘La niña de la escuela’ va a ser un hit, tan sólo que es el «focus track» del disco el día de salida.
Ahora que esta nueva canción ronda el top 15 en España, la indiferencia puede transformarse en alivio, pero en esta charla Lola Indigo se muestra alejada -quizá incómoda- por las presiones de llegar al «top 50 de Spotify». Mimi Doblas sigue mostrando cierta inseguridad en algunos momentos, como vais a leer en algunos puntos, si bien eso no es incompatible con la ilusión que muestra por este proyecto y la decisión de su línea artística.
¿Cómo es hacer un disco en mitad de la pandemia?
Tirarte 2 años con canciones en el móvil y que no saber qué hacer. Me decía Pimp Flaco el otro día: «¿te renta sacarlo ahora con los pocos conciertos que hay?». Yo decía: «sí, la gente necesita música». Te da más tiempo a pensar en el concepto. Desde ‘Lola Bunny’ sabía cuál quería que fuera el siguiente paso, pero han nacido otras cosas en mí. También he aprendido a valorar cosas que antes no percibía, me ha venido bien.
¿El concepto entonces lo tenías claro desde ‘Lola Bunny’?
A raíz de querer ir haciendo cositas, dije: “me gustaría hacer un álbum pop, de diva pop, de popstar”. Sonar Britney. Sonar Missy Elliott. Lo que me inspiraba cuando yo era «La Niña».
Tu primer disco también es un disco de pop…
Sí, pero estaba más inspirado por el reggaetón. En este también hay reggaetón, pero sobre todo old school, como en ‘Calle’. O ‘Killa’, que es de mis favoritas, y me recuerda a Don Omar. Tiene un guiño.
¿Cómo has visto la evolución de la música latina? Bad Bunny haciendo algo tan diferente como ‘Safaera’, C. Tangana incorporando el folclore…
La gente está empezando a hacer genuinamente lo que le da la gana.
¿Antes no?
Sí, pero hubo un urbano más homógeneo y ahora estamos bebiendo de muchas cosas. Yo de pintura rosa y más pop. Hay gente haciendo de repente más club: viene Rauw Alejandro y saca ‘Todo de mí’… Es arriesgado porque no siempre se recibe igual algo así. Bad Bunny es un unicornio, da igual lo que saque. Evidentemente es un genio buenísimo.
La impresión es que la gente está abandonando los beats de reggaetón que tanto han sonado los últimos 5 años.
Ha nacido natural, yo necesitaba un cambio, soy una artista visual, y necesito un concepto. Siempre digo que me hice cantante para hacer videoclips. Mi sueño era salir en MTV. Disfrutaba mogollón de lo audiovisual, me parecía increíble. Ahora quería arroparlo con todo esto. Es un trabajazo.
¿Cuál es el vídeo del que estás más orgullosa?
‘CULO’. ‘CULO’. Y ‘CULO’ (risas). Es maravilloso. Willy Rodríguez entendió perfectamente lo que quería hacer. De la misma manera que te digo que en ‘Santería’ me monté yo la peli y es mi segundo videoclip favorito, en ‘CULO’ Willy vino y, podíamos haber hecho lo típico, pero me dijo que hiciéramos una carnicería: «tú vendes carne». Le dije: «tú eres un genio». Es el vídeo de mis sueños. Nunca me ha llegado un videoclip acabado y he dicho: «no tengo nada que decir». Es el mejor.
¿Qué aporta este ‘CULO’ a otros CULOS o a otros BOOTYS que ya hemos visto en el pop?
Es una canción que para mí trata de cómo he tenido que currármelo. Nunca la había hecho y me apetecía hacerla de una manera divertida. No estoy hablando de mi «booty», no es mi culo en sí. Estoy hablando de si quieres este éxito.
En mayúsculas.
Sí, muy en mayúsculas.
Y chillao.
Sí, chillao. Si quieres este culo tienes que currártelo y no admito garrapatas en mi vida que se adhieran.
Soy una persona que está disfrutando mucho de esta fantasía, pero echo mucho de menos las cosas cotidianas
Has hecho una canción sobre Spice Girls, muy años 2000. ¿Tenías Spice favorita? ¿Alguna que hayas seguido en solitario? ¿O alguna canción de su repertorio que no sea la típica y te encante?
No tenía favorita, me encantan siempre todas. No comparo mujeres. Cada una tiene su esencia. Es de mis canciones favoritas de las que he escrito, porque la letra es mi biografía. Soy una persona que está disfrutando mucho de esta fantasía, pero echo mucho de menos las cosas cotidianas, tener a mis colegas cerca. Tenía ganas de salirme del molde. Empecé cantándola en fiestas de amigos y era un exitazo en las fiestas.
En JENESAISPOP ya no comparamos mujeres con otras, como en la época de Lady Gaga con Katy Perry. Te preguntaba más que nada por si veías alguna Spice en solitario infravalorada, como Alberto de Miss Caffeína, que es fan de Mel C.
Siempre se ha hablado de cuál te gustaba más. Es normal, como con la Bratz. Pero mi pensamiento es que me gustaban las 5.
El disco empieza con ‘La niña de la escuela’ una canción muy divertida, que habla de una revancha…
Es ‘La venganza de los nerds’ (risas) Es la presentación de todo lo que viene después. El orden de las canciones va un poquito de eso. A todos nos ha pasado en algún momento de nuestra vida: te has sentido invisible, inadaptado… Y cuando te ha ido bien, has recibido la atención. Va sobre eso… con frases como «baja de la nube que no eres Goku». Es puramente la fantasía de la venganza de los nerds. Ser el patito feo. Es una cosa muy pop, ¿no? Es divertido.
No sé si todo el mundo se ha sentido inadaptado o al menos todos los que nos interesamos más por la música…
Acabamos siendo artistas.
No sé si tanto la gente que acosa.
La gente que acosa también tiene problemas, también son inadaptados.
Hablemos de la producción del disco. Me han gustado especialmente las baladas y no soy yo muy de baladas. Me refiero a ‘La Llorera’ y ‘CASH’, que empieza como…
Un bolero…
Me sonaba a Cuba.
Entonces me tengo que meter más en producción en el próximo disco, porque fueron ideas mías, así que gracias. ‘Cash’ la desarrollé con los niños de Medellín (Aeme). Quería hacer algo diferente, porque había hecho mucho reggaetón. Quiero bailar pero quiero que empiece bolero y que cante un chico. Y luego entro yo dura. Me imaginé que sonaba un poquito house music. Y cambiamos. Quiero una parte puente en que vuelva el bolero. Me sentí libre. Ese día me sentí muy bien. A veces me ha dado vergüenza participar (en producción). Ellos son los genios pero ese día me sentí libre de diseñar una estructura rara. En el caso de ‘Llorera’, fue Pablo Rouss el que se voló muchísimo. Es de las cosas más frescas de este país. Lo que hizo Pablo es mágico, es envolvente. El momento en que cambian los acordes al final y entran todos los coros y armonías… hace que te sientas como yo me sentía en ese momento. Pablo es mi amigo, estuvo ahí en ese momento, cuando yo no tenía fuerza para grabar ‘Nada a nadie’, que era la que tenía que grabar para mandársela a María (Mala Rodríguez). Y me salí de la pecera y dije: «que no puedo. Me siento como una mierda. No puedo decir esto porque no me está pasando».
Mala Rodríguez colaboró conmigo cuando nadie me hacía ni puto caso
En el tema con Mala Rodríguez, ¿cómo surgió la referencia a ‘Tengo un trato’?
No, no estaba. Le pedí permiso. Le mandé la canción, me mandó su chanteo y estábamos de acuerdo con que la canción tenía mucho que ver con ‘Tengo un trato’ (canta «no quiero deberle nada a nadie»). Es como «yo voy a mi rollo».
Y le dije: «¿y si al final cantamos un cachito de ‘Tengo un trato’ las dos?» Y le encantó la idea. Ha cumplido un sueño. Siempre le digo a María que la primera vez que me subí a un escenario fue en un desfile que organizaron en mi pueblo, a hacer ‘Tengo un trato’. Fue la primera canción que me aprendí en mi vida, toda entera. Imagínate un moco de 9 años cantando: «a mí no me saques el genio que te lo mato / si está gordo, lo dejo flaco». Mi familia decía: «¿pero y el moco?».
Venir aquí y tener eso ahora en un disco que es mío… es como «María, me caso contigo». Ella sabe que si yo saco un disco, va a estar. Si presenta un libro, yo voy. Si hace un concierto, yo voy. Es un apoyo real. Ella ha sido mi madrina: colaboró conmigo cuando nadie me hacía ni puto caso. Ella escuchó ‘Mujer bruja’ y le metió con maldad. Cuando escuché eso, ese «Abracadabra», se me pusieron los pelos de punta, lloré, me desmayé… Esa fue la primera vez que yo sentí el amor de alguien a quien yo respetaba.
¿Quién no te hacía caso? A ti te fue muy bien desde el principio, ¿no?
Nadie se quería montar en ‘Ya no quiero na’. Yo sabía que era un hit, pero yo no era la… finalista de Operación Triunfo.
¿Gente consolidada tipo Mala Rodríguez o del underground?
No sé a quién le mandaron ‘Ya no quiero na’, pero lo típico de la disquera. Al final me pegué yo sola, y fue muy bonito y es mi himno. Siempre va a ser una cosa muy especial para mí. Y ‘Mujer Bruja’ para mí era el himno de mujer y yo necesitaba una mujer con la que ser bruja. Solo podía ser La Mala.
Ella tiene un temazo llamado ‘La Niña’, que está un poco olvidado…
¡¿Quién ha olvidado esa?!
En 2003 según algunos medios fue la canción del año, pero nunca está entre lo más oído de La Mala.
(canta) «Por ella nadie apostaba…» Claro.
¿Te ha dicho algo de la coincidencia de nombre?
Ni siquiera lo hemos comentado porque es súper obvio. Yo hablo de Mala Rodríguez en todas las entrevistas. Si los fans hicieran un vídeo de todas las veces que yo he dicho Mala Rodríguez en las entrevistas… No es que lo oculte, es que lo llevo pegado en la frente.
¿Cuánto te importa el éxito? Que este disco iguale al primer disco.
Cero.
Hay mucho miedo a eso que nos inculcan las disqueras de la caída de los números. La música cambia, todo cambia. Yo tengo muchísima suerte porque vendo entradas, tengo un público que me viene a ver por mi show
¿En serio?
Sí, tío, ¿sabes por qué? Hay mucho miedo a eso que nos inculcan las disqueras de la caída de los números. La música cambia, todo cambia. Yo tengo muchísima suerte porque vendo entradas, tengo un público que me viene a ver por mi show. Ser artista de streaming está de puta madre, pero hacer un buen show y que la gente pague por verte en directo es increíble. Me gusta ser ese tipo de artista, y todo sube y baja. Soy muy tranquila con eso. Corro riesgos cambiando el sonido. ¿Pero qué coño voy a hacer? Sabemos la fórmula, sabemos lo que funciona, sabemos cuál es el sonido de Lola Indigo. Mi manera de hacer melodías está impregnada en ‘La niña’. ¿De qué sirve hacer otra vez ‘Mujer Bruja’ y ‘4 Besos’? Ofrecer algo nuevo y que suene pop, dosmilero, rosa, me parecía más interesante y ponía mucho más que ir a por la fórmula.
¿Cuál es el single más arriesgado de los muchísimos que hay en este disco?
‘CULO’, me molaba que el vídeo fuera una peli. Me gusta que me hayan apoyado, es muy fresita, como el disco.
Pensaba que ‘Spice Girls’: es un sonido que no se lleva, aunque de repente ha llegado Olivia Rodrigo con ‘Good 4 U’, que es una canción guitarrera que no vi venir…
Yo tampoco. Sí puede ser la más arriesgada (‘Spice Girls’), más que ‘CULO’. Es rara, es larga, me apetecía repetir el estribillo otra vez, hacer el break de la llamada de teléfono cuando digo lo del parque… Me apetecía hacer una canción de sacar una guitarra eléctrica para contar esto, de «no quiero hacer trap, ni reggaetón ni un pop. Quiero un guitarreo. Me apetece ponerme a pegar botes en el escenario con mi guitarrista».
¿Tienes el show ya ideado o qué planes tienes?
Sí, ya tenemos todo súper planeado, falta darle forma, que es lo que da más vértigo: ensayos, salir a correr para el fondo… Es un show muy complicado. Pero sé que si sigo entrenando como hasta ahora, lo puedo conseguir.
Ni siquiera cuando intento ser Lola Indigo me sale bien ser popstar
¿Algo más que quieras comentar?
El arte visual del disco, dar las gracias a Súper Fuerte. Es un pantone con el que estoy muy obsesionada, soy muy control freak, le pongo mucha atención a todos los detalles. Los chavales de Súper Fuerte me contactaron por Instagram y tuvieron unas ideas maravillosas. Hicieron unas vampiras y dije: «tenían que haber hecho lo de ‘Akelarre'». Y dije: «pues van a hacer ‘La niña'». Tuvieron ideas maravillosas y reflejaron muy bien la idea de que aunque yo me meta en una muñeca que se llama Lola Indigo para enfrentarme a todo esto, es una muñeca mal, una peluquera mal, una jardinera mal, una surfera influencer mal…. Ni siquiera cuando intento ser Lola Indigo me sale bien ser popstar».
¿Por qué mal?
Aunque pasan los años y he llegado hasta aquí, sigo sin sentirme adaptada y parte de esto, ¿no?
Pues qué pena, ¿no?
No, no es una pena. Es guay. Vivo en la realidad. No me siento parte de la farándula ni del decorado.
Me da un poco de pena observar, por las entrevistas que hago, que nadie disfruta realmente de su mejor momento de fama.
Nadie. Son momentos muy fugaces y nadie los disfruta. Estoy muy cerca de los chavales que POOOM y es muy complicado. Vienes de un pelotazo y sientes la presión de hacer otro. Me recuerda a mi época de ‘Ya no quiero na’. Antes de ‘Mujer bruja’. Que yo me sentí acojonada. Me senté en el estudio y dije: «qué cojones hago». Es una presión para los chavales. He disfrutado otras cosas, he disfrutado de dar un concierto y que venga toda mi familia a verme, y luego irme de fiesta. Pero de las cosas que tienen que ver con el top 50 de Spotify no se disfruta.
El disco es el que querías hacer, ¿no?
Totalmente…
Pues muchas gracias.
Gracias. Me encanta JENESAISPOP y os leo mucho.