Música

Tinashe / 333

Cuando se habla de Tinashe se menciona que es una artista infravalorada y, sobre todo, se recuerda que ahora es independiente. Poco se repara en el hecho de que Tinashe ocupa una posición más o menos privilegiada en la industria de la música: no le faltan los «sponsors» ni las oportunidades promocionales pero a la vez saca la música que le da la gana, al contrario que muchas de sus compañeras y compañeros de profesión. Tinashe no es la primera artista de R&B indie que nos puede venir a la mente, pero pocas artistas hay en su posición cuya música tenga un atractivo comercial tan grande.

‘333’, el nuevo disco de Tinashe, y el segundo desde que es independiente, es uno de esos trabajos que equilibran lo comercial con lo experimental pero hacen énfasis en ambos aspectos sin ningún tipo de prejuicio ni medias tintas. La artista no se corta en coquetear con diversos géneros (que me perdone porque ella aboga por la abolición de los mismos, pero a los periodistas nos sirven de mucho) y en todos es capaz de entregar una canción, en el peor de los casos, interesante y, en el mejor, excelente. ‘Songs for You‘ puede ser su álbum más completo pero ‘333’ oposita para ser el más divertido.

Lo primero que llama la atención de ‘333’ es que suena ligero, lo que no significa que no cale hondo o que sea un trabajo intrascendente. En absoluto: sus escuchas descubren cada vez formas más profundas. Por otro lado, las canciones son tan diferentes entre sí que es difícil encontrarles una unidad que las conecte todas con todas. Por supuesto, esa unidad es Tinashe y sus melodías y si su intención en ‘333’ ha sido entregar una obra ecléctica que imite el desarrollo de una playlist o de una mixtape, la idea funciona gracias a una secuencia larga (16 pistas) pero que se pasa en un suspiro y donde todo parece estar en su sitio.

Desde esa perspectiva de R&B-pop ligerito destaca especialmente una primera mitad de ‘333’ plagada de canciones sobresalientes. ‘X‘ con Jeremih es una sobrada de flow por ambas partes y ya una de las canciones del año para quien esto escribe (Ariana Grande pudo aparecer en la grabación pero prefirió descansar); ‘I Can See the Future’ es a la vez mística, intimista y ultra adictiva y a ‘SHY GUY’ solo le basta 1 minuto para enredarnos en sus ritmos futuristas de jungle, sobre los cuales Tinashe vuelca una melodía mágica que fluye como un río. Especial mención merece ‘Unconditional’, una producción de Kaytranada dividida en dos partes y que, entre el góspel, las guitarras acústicas y el funk-house, es una de esas canciones que son más que la suma de sus partes.

Por si no ha quedado claro, ‘333’ muestra a una Tinashe que se resiste especialmente a ser encasillada en ningún estilo. El disco se abre con un corte celestial, ‘Let Go’, que suena a un cruce entre la Solange de ‘When I Get Home‘ y la mejor Janelle Monáe (aquella que tanto echamos de menos); y ha venido presentado por dos singles muy diferentes entre sí, por un lado, el cuco funk-pop de ‘Pasadena‘, que presenta ecos al ‘Hey Ya!’ de Outkast y es un homenaje de Tinashe a la vida familiar, además de una de las canciones no oficiales del verano; y, por el otro, ‘Bouncin‘, una burbujeante aproximación al hyper-pop en el que Tinashe deja su marca gracias a un coqueto estribillo medio hablado.

A veces los momentos más experimentales de ‘333’ siembran dudas sobre las canciones en sí. No estoy seguro de que la composición por viñetas de ‘333’ -la pista titular- funcione en conjunto, y hablamos de una pieza experimental de verdad, en episodios, un poco FKA twigs pero inclinada más bien hacia la locura máxima, pero cuya ambición se desinfla rápido; y ‘Small Reminders’ se supone que introduce una segunda parte funk justo cuando más lo necesita… pero se queda algo corta en su afán por sorprender. La segunda parte de ‘Bouncin’, como inspirada por las ralentizaciones propias del vaporwave, es interesante pero no esencial.

Tinashe es fan de las canciones divididas en partes, como ‘Know Better’ o ‘So Much Better’, pero pocas veces ha logrado que funcionen más allá de su composición y, en ‘333’, otras de las mejores canciones presentan un sonido más definido. ‘Undo (Back to My Heart)’, el nuevo single, es una canción de electropop de primera categoría; la balada ‘Let Me Down Slowly’ presenta una exuberante producción obra de Sam Sparro (!!!), ‘Angels’ es otra slow jam noctámbula de Tinashe que escuchar en bucle a las 3 de la mañana y ‘The Chase’ un «radio hit» pop-rock en ciernes. Si Tinashe solo es capaz de deslumbrar haciendo mil cosas a la vez, ‘333’ es la prueba.

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Publicado por
Jordi Bardají
Tags: Tinashe