Bomba Estéreo: «El público latino no oye temas con un gran valor lírico»

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Bomba Estéreo: «El público latino no oye temas con un gran valor lírico»

Bomba Estéreo actúan el 1 de diciembre en el WiZink Center de Madrid y el 3 de diciembre en el Sant Jordi Club de Barcelona. JENESAISPOP es medio oficial de la gira española. Las entradas están disponibles en Seetickets. Con motivo de esta visita, recuperamos la entrevista que tuvimos ahora hace un año con Li y Simón, con motivo de su visita a BIME PRO.

Ajenos a las exigencias del mercado, Li Saumet y Simón Mejía han publicado otro disco notable llamado ‘Deja’ en el que reflexionan sobre la reconexión con la naturaleza y el cambio climático. Li y Simón hablan abiertamente sobre la responsabilidad social de los artistas en un mundo en crisis, la situación política de Colombia o la vida al margen de tu teléfono móvil. Les entrego una copia del libro ‘Un viaje por 200 discos clave del siglo XXI’, en el que incluí su álbum ‘Amanecer’, y Li comenta algunos de los discos que ojea en un primer vistazo. Reconoce como especialmente influyente en su carrera ‘Random Access Memories’ de Daft Punk y se muestra interesada por si en el libro aparece El Guincho (aparece ‘Alegranza’). Foto: Valerie Amor C.

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Lo que más sorprende de vuestro disco nuevo es que os ha influido muy poco vuestro viral ‘To My Love’, que en estos años se ha salido de madre. ¿No habéis sentido presión para volver a hacer una canción así?
Simón: En general en nuestra música nunca hemos tenido presiones, y las veces que las hemos tenido, hemos aprendido que lo peor en la música es hacerles caso. Nosotros pudimos haber repetido fórmulas y haber hecho ‘Fuego’ por el resto de nuestras vidas, pero no. Cuando el arte se vuelve una fórmula y se repite pierde su esencia, para mí pierde todo el sentido. Así que procuramos no dejarnos presionar.
Li: Yo creo que más que presionar, es hacer lo que nos gusta. Creo que la presión en cierta manera es buena y nos ayuda. Hacer lo que a uno no le gusta va totalmente en contra del artista. El arte es sacar lo que uno tiene dentro, de su concepción de la vida, de su cultura. Cuando a uno no le dejan hacer eso es como que estás desperdiciando a ese artista.
S: Realmente ‘To My Love’ es un remix, y su éxito es que tiene un ritmo de reggaetón detrás. Nosotros no somos del reggaetón tampoco, de haber seguido ese camino hubiera sido un poco extraño, es cambiarnos la esencia.

El sábado salí por primera vez tras la pandemia a un club y pusieron este remix. ¿Cómo vivisteis este viral? ¿Os hizo ilusión o por el contrario os dio un poco de pereza?
Li: Fue algo natural. Empezaron a subir las views, y fue la discográfica la que nos avisó. Nosotros somos los últimos en enterarnos de esas cosas porque no estamos pendientes de números ni nada de eso. Lo más loco de todo es que ocurrió como un año después de publicarse.
S: Nosotros hicimos ‘Amanecer’ y luego salió ‘Amanecer (Remixed)’ y de repente, de un momento a otro, ‘To My Love’ comenzó a crecer. Fue la gente la que empezó a escucharla en Spotify y no por la radio, que a veces está muy manipulada, y hay dineros y todo, y para mí eso es totalmente válido.

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¿Habéis vivido el viral con ilusión o hubieseis preferido que fuera otra canción?
Li: No, al ser algo orgánico, sin discográficas ni marketing de por medio, nos hizo muy felices. Fue un éxito natural y nosotros estamos agradecidos de tener algo así porque siempre ayuda a que nuestra música sea más conocida.

Habéis dicho que fuisteis los últimos en enteraros del éxito de la canción. En el último disco hay un tema que precisamente es la huida de las redes sociales, de dejar de estar obsesionados con internet y la tecnología. ¿Tiene alguna relación?
Li: Sí, sobre todo con la evolución que hemos tenido estos años de conectar más. Sentimos que la música, sobre todo la música latina, se ha ido mucho a una idea de que el éxito es lo material y nosotros sabemos que no. Llevamos muchos años en esto y sabemos que para los artistas lo más bonito es conectar con el público, conectar contigo mismo y expresar todo lo que tienes. Queríamos decirlo porque como hay tanta gente diciendo lo contrario, es bueno también escuchar, hablar de la depresión desde un punto de vista mucho más positivo y también de espiritualidad. Estar en una discoteca bailando pero estar escuchando algo profundo. Creo que es un momento de la música en Latinoamérica de concienciarnos más y queríamos ponerlo en un disco.

La música latina se ha ido mucho a una idea de que el éxito es lo material y nosotros sabemos que no

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¿Os consideráis un grupo espiritual?
Li: Yo sí, él no (risas).
S: Claro que somos espirituales. Todos los seres humanos lo somos en potencia. Unos lo buscan y lo desarrollan y otros no, pero naces de una conexión con tu madre y con la Tierra. Eso ya es una espiritualidad, sólo que se rompe con la sociedad. Es como si te cortaran ese cordón umbilical que te conecta con cosas más elevadas del mundo. Nosotros pensamos que la música tiene ese poder de reconectarte con eso porque es un arte muy poderoso y muy sensible, que ayuda a volver a pensar en las cosas más sencillas y simples. La espiritualidad no es algo muy complejo, es volver a la vida y a lo más básico.
Li: Un artista es un ser espiritual porque es un ser sensible que por medio de su sensibilidad puede expresar un sentimiento con algo que hace. Para mí todos los artistas son seres espirituales, sean pintores o lo que sea.

Aunque Simón es menos espiritual…
S: Claro que soy espiritual, pero creo que es un proceso que vas construyendo en tu vida, tampoco es que uno sea espiritual de un día para otro, sino que es un proceso de la vida, o de varias vidas. A veces hasta el márketing lo utiliza, como lo espiritual o lo sostenible. Y no, son procesos largos. Es lindo ver que cada vez más gente está conectando con eso.

¿Qué recomendáis a la gente para conectarse consigo misma y dejar las distracciones? A nivel meditación, ir a terapia, prestar menos atención a Instagram…
Li: Desconectar de los aparatos telefónicos. Ir a un parque, descalzarte, o quedarte en casa. Aceptarte a ti, a tu entorno, a tu origen, a tu familia, tus tíos, tus abuelos, tu comida… Una vez hecho eso, vuelves a tu esencia que es de lo que habla este disco, reconectas. Si te gusta meditar, medita. Si te gusta rezar, reza.
S: Los indígenas están en relación directa con la Madre Tierra, no están intermediados. Pero mucha gente ve el mundo por las redes sociales. Anhelas una ropa que ves ahí, quieres estar ahí, piensas hacia fuera y te olvidas de quién eres, qué es lo que realmente te gusta. Si logras ponerle un poco de freno a eso puedes empezar un proceso para reconectar. Acordarnos de estar conectados con la Madre Tierra.

¿Tenéis redes por obligación o porque os gusta?
Li: Sólo tengo Instagram, en las otras redes siempre están peleando. Nos gusta. Pienso que al final es una forma de comunicarse, es un oportunidad para llegar a mucha gente y es importante que sepan lo que piensas porque es una gran plataforma para influenciar a la gente. Ponemos muchas cosas de la naturaleza o de la comida que comemos. Es una oportunidad porque vivimos en el campo.
S: En Colombia está todo la natural concentrado en un territorio: la selva del Amazonas, las montañas de los Andes, la playa, el Caribe, el Pacífico…
Li: Donde yo vivo es como el corazón de la Tierra, es un lugar sagrado. Es bonito.

Se ve que huís de las tecnologías y de la urbe pero a la vez este disco es urbano, ¿jugáis un poco con eso?
S: Nosotros somos eso y Colombia es eso.
Li: Siempre hablamos de la sociedad, de lo urbano. Lo que más nos gusta es la música electrónica, bailar, la música colombiana… Queríamos tener presentes sonidos de nuestro país como gaitas o marimbas, cosas muy típicas de Colombia, y juntarlos con la electrónica. Bomba es mezclar nuestro folklore y la electrónica, y la persona que lo ha mezclado es Damian Taylor, que ha trabajado con Björk.
S: Crecimos con la música electrónica.
Li: Mi manera de cantar es como de las cantaoras, pero no soy de un pueblo, soy de Santa Marta, escuché Radiohead, Massive Attack, crecí con Björk, Chemical Brothers.
S: Daft Punk, Portishead…

En el disco hay una relación con África en diferentes sentidos, contadnos un poco sobre ello.
S: En el disco y en Colombia, que es un país afro. Cuando hicimos la gira por Sudáfrica descubrimos lo conectados que están los dos lugares. Venimos de ahí y es parte de nuestra herencia. Lo que hacemos es afro-indígena-colombiano.
Li: Blanco, aunque el blanco lo único que hizo fue inventarse las vestimentas (ríen). El ritmo lo hizo el negro y la flauta la puso el indígena.
S: La influencia afro siempre ha estado con nosotros y en este disco se personifica. Canta con nosotros una persona africana, Yemi Alade. Fue una colaboración a distancia. Ella canta champeta, la música más afrocolombiana que hay. Es como reggaeton pero mucho más rápido y anterior.

Se están gastando nuestra riqueza geográfica y natural en dos minutos. Como artistas tenemos que concienciar a la gente para provocar un cambio

El disco también trata el cambio climático, ¿cuál es vuestra implicación al respecto?
S: Es un tema que en Bomba tratamos desde hace tiempo y ahora está por todas partes.
Li: Nos estamos dando cuenta de que se están gastando nuestra riqueza geográfica y natural en dos minutos. Como artistas tenemos que concienciar a la gente de eso para provocar un cambio.
S: Además, hay que ser parte del cambio. Hay muchas bandas que giran de festival en festival emitiendo mucha contaminación y desde el mundo de la música podemos generar un cambio. Existen muchas cosas que se pueden cambiar para que las emisiones se reduzcan, usar menos plástico, que las plantas de energía que alimentan las tarimas no sean de gasolina sino que sean de whatever cosas que se inventen. Por ejemplo, Coldplay lo está haciendo. La gente en un concierto montaba en bicicleta generando la energía para que pudieran tocar. Y Massive Attack. Se necesita un compromiso no solo con los artistas sino también con los promotores, organizadores, transportistas…

¿Creéis que en un futuro los artistas podrán elegir si acudir a festivales comprometidos con la causa?
S: Sí, creemos que va a pasar. Los artistas no querrán acudir a festivales que no estén comprometidos porque están obsoletos.
Li: Los artistas siempre han exigido cosas, a veces tontas, entonces ¿por qué no exigir que no haya plásticos en el camerino, por ejemplo? Nosotros llevamos tiempo pidiendo que no nos den botellas de plástico sino un gran termo de agua (NdE: lo lleva en la mesa) o también alcohol local.

¿No os ha tentado nunca pedir cosas para camerinos?
S: Pedimos poquito.
Li: Lo máximo jengibre.
S: Pedimos alcohol porque nos gusta tomar, pero pedimos que sea local. Por ejemplo, si estamos en México, que sea mezcal. Y lo primero, que los artistas dejen de usar aviones privados. En 10 años, la gente que los siga usando van a estar mal vistos.
Li: Ya están mal vistos.

A pesar del mensaje positivo del disco, ¿no lo veis un poco triste? No sé si porque ‘Deja’ y ‘Soledad’ son mis favoritas.
Li: Es melancólico y es triste pero a la vez alegre y positivo, como la vida, como el mundo. Me puse a ver comentarios y era mucha gente con depresión. Una vez estás feliz y otra triste. Sí, es triste pero siento que la gente al final se queda con un mensaje positivo, de empoderamiento y felicidad.

¿No te dan miedo los comentarios de la gente? Hay que ser fuerte para mirárselos…
S: Trata de no leer los de Youtube (risas)
R: Tras 13 años de carrera no me importa ni 5 lo que la gente dice. Lo hice porque en este disco en específico medité mucho para que las letras fueran encaminadas positivamente, porque siento que la gente, sobre todo el público latino, no está escuchando canciones con un gran valor lírico. Me gustó ver que sí funcionó porque la gente sí conecta. Extrañamente en este disco más que en cualquiera, los comentarios de este disco son muy bonitos y eso me da mucha felicidad.

Los niños están escuchando mensajes que no deberían estar escuchando

Por lo que habéis dicho, parece que no os gusta mucho la música que ahora está de moda, ni el reggaeton ni lo que entra en las listas virales de Spotify. ¿No le veis un valor lírico?
Li: No me gustan nada (ríe).
S: El ritmo está bueno pero el mayor problema son las letras. Lo que molesta es que están mandando un mensaje que, dada la situación actual, es muy nocivo. Por ejemplo, ¿cómo pueden estar mandando mensajes machistas en el momento en el que la mujer se abre paso o mensajes de materialismo cuando lo que estamos intentado es consumir menos para impactar menos el planeta? Todo está mal.
Li: Lo peor es que los niños y niñas lo están cantando. Los niños están escuchando mensajes que no deberían estar escuchando. Conozco comunidades de Colombia donde puedo afirmar que los niveles de abuso sexual han aumentado desde que esta música explotó, pero nadie habla de ello. Nadie lo sabe y la gente no se da cuenta de la gran responsabilidad que tienen, sobre todo en un país como el nuestro, que lleva en conflicto político muchísimos años. Y con pandemia. En lugar de hablar de cosas positivas, te hablan de que el éxito es comprar carros, casas y tenis. Es triste ver que hay gente casi sin recursos y talentosa y que hace su música y luego ver a esta gente con su música que no dice nada teniendo el poder de alcanzar a tantas personas.

Entiendo que os consideráis una banda política ¿no?
Li: Creo que todos los artistas, sobre todo los colombianos, lo somos. Porque está implícito en tu vida.
S: Colombia ha pasado por dificultades debido a la mala política, si es que hay una buena política (risas). Crecimos en conflicto y eso aún continúa. La muerte te está respirando acá (NdE: se toca la nuca).
Li: Nina Simone lo decía. ¿Cómo vas a ser artista y que no te repercuta lo que está sucediendo en la sociedad? Cuando eres artista sientes que tienes que contar lo que está sucediendo en tu país y en el mundo.

A veces cuando entrevistas a un grupo se declaran apolíticos.
Si son colombianos, es entendible porque cuando dices que estás a favor o en contra de algo, te pueden matar.

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