En parte por su revival disco en joyas como ‘Dancing Away In Tears’, este verano fue de YOLA. Así que este invierno tenía que ser el de Diana Ross, que nos entregaba su primer álbum en 15 años, realmente el primer álbum de Diana Ross de canciones originales de todo el siglo XXI, pues ‘I Love You’ en 2006 se componía principalmente de versiones. Hasta ‘Every Day Is a New Day’ (1999) tenemos que retrotraernos para dar con su verdadero precedente.
Para que ‘Thank You’ estuviera a la altura de las Supremes, de ‘Diana’ (1980) y de la que ha sido una de las mejores actuaciones de la Super Bowl de la historia -si no la mejor-, la propia cantante ha co-escrito la mayoría de las composiciones arropada por más de 40 músicos, dos orquestas diferentes de Londres y varios autores que garantizaran que el esfuerzo iba a merecer la pena. La mayor parte de la responsabilidad recae en Troy Miller, y después hay otros nombres ilustres que pasaron un ratito por allí: Jimmy Napes, Amy Wadge, Jack Antonoff, Spike Stent… pero quien más foco se lleva es Troy.
Miller es habitual en los créditos de Laura Mvula, y también participó en uno de los temas menos destacados del reciente disco «disco» de Kylie Minogue (‘Unstoppable’). En este caso parece más importante señalar que también ha trabajado con Emeli Sandé: las composiciones de Diana Ross en esta era están dedicadísimas al amor, al buen rollo, al agradecimiento, a hacer el bien al prójimo… resultando almibaradas en su cliché, por lo que ha parecido lo suyo arroparlas con arreglos Disney, como es el caso de ‘Just In Case’, co-escrita por Jimmy Napes, habitual de Sam Smith; o de ‘The Answer’s Always Love’, llena de frases de autoayuda sacadas de un tutorial de Youtube, con autoría de Siedah Garrett, quien co-escribió ‘Man in the Mirror’ con el amigo de Diana Michael Jackson e hizo coros en ‘True Blue’ de Madonna.
‘Thank You’ contiene un leve esfuerzo por actualizar el sonido de Diana Ross y así, por ejemplo, se ha intentado convertir en viral en TikTok un colorido afropop llamado ‘If the World Just Danced’ que algún medio despistado ha tildado como «reggaetón». Como era de esperar, las cosas salen mejor cuando fluyen con naturalidad, como sucede en el corte titular y single principal, en el que Amy Wadge, que co-escribió ‘Thinking Out Loud‘, la mejor canción de Ed Sheeran, apela al espíritu de positividad y alegría de la Motown; y cuando se sigue esa senda primero en la misteriosa ‘Let’s Do It’ y luego en ‘I Still Believe’.
‘I Still Believe’ es la producción de Jack Antonoff, para la cual ha invitado a la guitarra a St Vincent, y juntos han querido recuperar el espíritu de Studio 54. No les ha quedado muchísimo mejor que ‘La revolución sexual‘ en su revivalismo, pero sí que a Triangle Park ‘Tomorrow’, un experimento algo horterilla más propio del Jimmy Sommerville post-Communards.
Tras naufragar en varios de sus puntos, el nuevo disco de Diana Ross remonta al final con tres canciones dignas: ‘Beautiful Love’ suena un tanto cinética, es el tipo de cosa que podría haber sampleado una producción de trip-hop. Y también es un poco James Bond. ‘Time to Call’ ofrece una de las interpretaciones más entregadas y emocionales de Diana Ross, una canción que está pasando desapercibida, pero por la que sí merece la pena este «comeback». Y ‘Come Together’ cumple su función de canción catárquica final sin resultar demasiado estridente ni ñoña. Con menos gente aquí metida, 3 temas menos y más dirección artística, habría quedado un disco de lo más apañado. Gracias, en cualquier caso, por el intento.