Música

Carolina Durante / Cuatro chavales

Yendo al grano, cada uno de los singles del segundo disco de Carolina Durante dejaba la misma sensación: una canción divertidilla, con su gracejo… pero lejos del gancho y la noticiabilidad de ‘Cayetano‘ (disco de oro) o del potencial de la colaboración con Amaia (disco de platino). Empezaba a dar la impresión de que al grupo le pesarían tanto esos dos hallazgos como a sus admirados Los Nikis ‘El imperio contraataca’.

Escuchado ‘Cuatro chavales’, ya es muy evidente que no, que al grupo no le pesa nada y se mantiene tan fresco y directo a la yugular como al principio, como en los tiempos de ‘La noche de los muertos vivientes’. Precisamente el carácter crápula de esta reaparece tras la pandemia en el nuevo single ‘Granja Escuela’, con sus personajes tan al borde del precipicio como los de la serie ‘Cardo’, que ha contado con la colaboración del propio cantante de Carolina Durante. A lo largo de estos 34 minutos, aciertos similares se acumulan sin que apenas te dé tiempo de respirar.

Ya la primera pista, ‘Tu nuevo grupo favorito’ versando sobre el secreto del éxito y cuestionando los «hypes», nos recuerda que ellos solo estaban aquí para «pasarla bien», algo que sin duda han rematado aquí. La crítica social se mezcla con la autoparodia en ‘Urbanitas’, inspirada en aquellos que se dan cuenta de que verdaderamente no les gusta el campo en cuanto huyen a él. ‘Aaaaaa’ desde su furia de una discusión de pareja y ’10’ desde su inspiración futbolera son sendos pepinacos entre el punk y el boogie asociables a los mejores Juventud Juché y a los Triángulo de Amor Bizarro más espídicos.

Lo que no implica que el grupo madrileño no muestre su lado tierno: ‘Minuto 93’ es involuntariamente su ‘Qué nos va a pasar’ particular sin que La Buena Vida hayan sido decisivos en su vida. Además, el disco se cierra muy acertadamente con otro single de guitarras a punto de resquebrajarse, ‘La planta que muere en tu esquina

‘, uno de los que mejor refleja el avance en cuanto a producción y texturas con Carlos Hernández y el ingeniero Duncan Mills.

Hay cierto desencanto social, como siempre, en las canciones de Carolina Durante incluso cuando están pensadas para el pogo colectivo y el desahogo. ‘Yo soy el problema’, inspirada en el poema de su amigo Oscar García Sierra (y un poquito en My Bloody Valentine), contiene alguno de los versos más explícitos al respecto. Diego Ibáñez opta por un tono engolado ultra Raphael para explicar que “el cielo se tiñe de negro y el negro combina con todo”, lo que implica su futuro, el gobierno, los dioses y… -atención- los besos.

Es, sin duda y de nuevo involuntariamente, el retrato de una generación «que no puede moverse», «que no puede dormir», ahogada por el paro juvenil, la falta de acceso a la vivienda y el hastío. Entre canciones tan hondas como esta y tan furiosas como ‘Aaaaa’; ‘Famoso en tres calles’ y su (auto)parodia de influencers y ‘Moreno de contrabando’ ya no parecen singles pequeños sino growers. Sumando el relato post-coital de ‘Colores’ y relatos tan ambiguos como ‘No es tu día’, de punteo muy New Order, Carolina Durante ofrecen un considerable discarral, realmente superior al primero, donde recordamos que no, tampoco estaban ‘Cayetano’ ni -flexidisc aparte- ‘Perdona ahora sí que sí’.

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Publicado por
Sebas E. Alonso