Metronomy ha vuelto este año con un nuevo disco llamado ‘Small World‘ que es todo lo contrario al anterior: sencillo, corto, conciso. Es el disco post-pandemia de Joseph Mount y la experiencia colectiva del confinamiento ha sido una de sus inspiraciones, así como la naturaleza. Hablamos con el músico británico vía Zoom sobre este trabajo que sí podrá presentar en directo, como ya está haciendo en una gira que pasa por España en muy pocos días: el 4 de marzo estará en La Riviera de Madrid, el 5 en la sala Moon de Valencia, y el 6 en la Razzmatazz 1 de Barcelona.
El disco está inspirado en parte por la naturaleza, pero leyendo las letras no me queda muy claro dónde está esa inspiración.
Es más bien una cosa estética, cuando haces música que se inspira en el mundo natural no significa que las canciones incorporen sonidos de pájaros, sino que evocan una atmósfera. Cuando el ser humano interactúa con la naturaleza, esa interacción es muy simple y está totalmente sometida a los sentidos: lo que sucede y lo que escuchas es lo mismo, nada se altera. El disco es parecido, la instrumentación es simple y lo que ocurre en los oídos no es demasiado complicado.
El disco suena sencillo, que no simple.
En todos los años que Metronomy lleva en activo y he hecho muchas cosas y experimentado con diferentes sonidos, y con ‘Small World’ quería descubrir cómo sonaría un disco de Metronomy si nunca hubiera usado sintetizadores ni hecho música electrónica, quería liberarme de la idea de lo que se supone que es el grupo.
¿Has trabajado con la idea de hacer un disco conciso?
El disco anterior traía 17 pistas, era épico, y esta vez quería hacer un disco más corto, aunque parte de la razón por la que ‘Small World’ es corto es porque el año pasado saqué un EP con cinco canciones y artistas invitados, y publicar ese trabajo me permitió centrarme en que este nuevo disco fuera más conciso y cohesivo.
«Llevé estupendamente no salir de gira, no me venía un mal un descanso»
Cuando aludes a un “mundo pequeño”, ¿qué quieres decir?
El título posee dos significados, ambos relacionados con la pandemia. Yo me dedico a tocar y hacer giras y normalmente viajo mucho, pero con la pandemia de repente todo mi mundo se redujo a las cuatro paredes de mi casa y a todo lo que había en su interior, como mis hijos y mi prometida. Sin embargo, esta sensación de aislamiento en realidad era compartida a nivel global, porque todo el mundo se encontraba en la misma posición. Cuando compartes una experiencia de este tipo con el resto del mundo te das cuenta de que el mundo no es un lugar tan grande por mucho que nos separen distancias geográficas o económicas.
¿Cómo tiraste adelante durante el confinamiento?
Me centré en lo que había a mi alrededor. Tengo hijos y mi prometida y yo les impartíamos clases ya que no podían asistir a la escuela. E imaginaba cómo era mi vida antes de todo aquello… Mi profesión se convirtió de repente en un recuerdo.
¿Cómo llevaste no poder dar conciertos?
¡Lo llevé estupendamente! (ríe) Llevo desde 2006 haciendo giras y no me vino mal un descanso. El problema llegó cuando parecía que aquello no iba a tener fin, y que quizá ya no volvería a salir de gira nunca más. Hubo mucha incertidumbre… Y hay que tener en cuenta que en las giras no solo trabajan los artistas, sino que también trabajan cientos de miles de personas empleadas en los conciertos que también se quedaron sin trabajo y no sabían cuándo iban a volver.
El disco es optimista, pero tiene un fondo melancólico, ¿te interesa ese contraste?
Quería escribir canciones que reflejasen el estado de ánimo en el que me encontraba en aquel momento. Fue un placer estar en casa y disfrutar de mi familia pero también pasé incertidumbre por lo que sucedería con mi carrera, estaba preocupado por otros miembros de mi familia, por mis amigos y por la gente en general…
«El mundo no tiene otra opción que retirar las restricciones, es una cuestión económica»
En Reino Unido ya han quitado todas las restricciones.
El mundo no tiene otra opción. Es una cuestión económica, los países para que funcionen tienen que estar activos. En Reino Unido han tomado medidas un poco agresivas y mucha gente no está cómoda con la idea de que todos los sitios vuelvan a estar abiertos, pero es lo que tienen que hacer.
‘It’s good to be back’ llama la atención en el disco, como que pega pero no. ¿Es de las últimas que escribiste?
Es una canción que trata de estudiar las necesidades de la industria de la música desde una perspectiva externa y con un punto de humor. Un ejecutivo discográfico que se encontrase con un disco «introvertido» de Metronomy sobre «volver a las raíces», sugeriría que el grupo necesita hacer algo para «conectar con la gente joven». En ‘It’s good to be back’ intento hacer un beat de tecno, pero no entiendo el tecno y le añado una guitarra acústica. La canción empieza con ironía, pero se convierte en una cosa genuina.
Hay algo de easy-listening en ‘Things will be fine’ o en las cuerdecillas de ‘Right on time’. ¿Con qué referencias has trabajado en este disco?
Todo viene de la misma fuente, pero diría que más de los 60, lo que referencio son los artistas posteriores que se inspiraron en esa época, como los Dexys Midnight Runners. Más que la música original, me inspiro en el revival.
Aparte de escuchar música en el coche de tus padres, ¿qué otros recuerdos de tu infancia atesoras?
Cuando tienes hijos te das cuenta que, muchas veces, aquello que te emociona de pequeño se queda contigo y moldea la persona en la que te conviertes. Yo recuerdo la primera vez que vi ‘Jungla de cristal’ o que jugué a la Nintendo… son momentos que parecen insignificantes pero que después se convierten en recuerdos.
¿Cómo será el show que preparais?
¡Aún estamos en ello! Sea como fuere estaremos muy emocionados de poder tocar para los fans otra vez. Por supuesto habrá atrezzo y visuales pero lo más grande será la emoción de volver a subirnos a un escenario.