Conocimos a Cristina Quesada entre ukeleles y casiotones en un EP y posterior LP debut editados por Elefant y ya descatalogados. Su tercer disco, ‘Dentro Al Tuo Sogno’, continúa el camino del segundo ‘Think I Heard A Rumour’, que ya grabó junto al autor y productor Joe Moore, muy querido por estos lares por su proyecto de culto The Yearning.
‘Dancing Tonight’ del álbum anterior apareció en la banda sonora de ‘Élite‘ y por tanto en las correspondientes playlists, lo que ha dado a Cristina Quesada su pequeño hit. Este nuevo álbum continúa esa misma senda italodisco, pero sin sobresalto alguno, ni siquiera necesidad de desperezar. Las composiciones son tranquilas y no llegan a explotar, aunque por momentos alguna como ‘Take Me In’ parezca que vaya a hacerlo en clave HI-NRG. Estamos ante un italodisco quedo y lineal que no tiene tanto que ver con los guiños sintéticos en los últimos años de un The Weeknd, sino más bien con conceptualistas tan ajenos a la comercialidad como Sally Shapiro.
En este nuevo álbum no hay composiciones de La Bien Querida ni Single como en el anterior, sino que son todas de Joe Moore y la propia Cristina Quesada, lo cual produce una obra mejor unificada y concisa. ‘Estar a tu lado’ -muy BienQue- y la popi ‘Bailar conmigo’ fueron dos curiosidades en la carrera de Cristina. Sin embargo, ‘Dentro Al Tuo Sogno’ opta por un ejercicio más puramente italo, con guiños constantes a Moroder y Cerrone, desde la intro instrumental; tanto, que hasta hay temas en italiano y una canción con forma de declaración de amor a Italia, idónea para los fans de este país que queden tras el éxito de la derrumbadora novela ‘La ciudad de los vivos’.
Cristina Quesada continúa entregando eficientes composiciones en inglés, como es el caso de ‘Why Don’t You Call Me?’, ‘The Only One’ y ‘Take Me In (To Let Me Go)’, alguna de las cuales podría haber sido un hit en la época dorada de Saint Etienne, si bien su registro resulta más original y encantador en su idioma materno. Así lo prueban ‘Ya nada es igual’ y sobre todo ‘Primavera’. Extendiéndose sin ninguna prisa hasta casi los 5 minutos de duración, es una preciosa recreación en el género musical al que aluden, en la que la belleza de pianos y sintetizadores está por encima de cualquier urgencia. Un himno primaveral que utiliza su propia calma para escapar de la «oscuridad» y la «ansiedad», como se propone.