El próximo mes de octubre se publica en Estados Unidos el libro ‘Assembling a Black Counter Culture‘. En este ensayo, el músico, teórico y activista estadounidense DeForrest Brown, Jr. traza los orígenes del tecno no en Berlín, no en Europa, sino en el Detroit de los años 80, investiga la relación de la mano de obra negra con este tipo de música electrónica, y propone «hacer que el tecno sea negro otra vez».
Un objetivo parecido parece haber perseguido Beyoncé en su nuevo álbum, ‘RENAISSANCE’, el primero de tres «actos» que planea publicar próximamente. El disco repasa numerosos estilos de música de baile vinculados a la cultura negra como el afrobeat (‘I’M THAT GIRL’), el dancehall (‘HEATED’), el gqom (‘ALIEN SUPERSTAR’, no, no es híperpop) o la música disco (‘CUFF IT’), pero también el tecno (‘THIQUE’) y el deep-house (‘PURE HONEY’). Queen B mapea la historia de la música dance desde una perspectiva específicamente afroamericana, sin centrarse en absoluto en la música disco, como dieron a entender las primeras informaciones.
‘RENAISSANCE’ es el disco más negro de Beyoncé. También es el más centrado en los ritmos (o «grooves») y el menos centrado en los singles. ‘BREAK MY SOUL’ es una rara avis, un oasis de radiofórmula (más o menos) en esta secuencia de 16 pistas. Pero, como adelanto, ya venía anticipando su inclinación nostálgica. En ‘RENAISSANCE’, Beyoncé emprende una labor arqueológica que le hace rescatar temas de artistas olvidados como Danube Dance o Lidell Townsell o samplear el influyente ‘Drag Rap’ de The Showboys, producción seminal del rap sureño.
Si pensabas que ‘FORMATION‘ era fuerte, espera, porque ‘RENAISSANCE’ también es el disco más queer de Beyoncé. ‘COZY’ samplea a la presentadora y activista trans Ty Madison, la rapera no binaria Big Freedia aparece en varios cortes, así como la productora trans Honey Dijon; ‘PURE HONEY’ es una producción de ballroom, por supuesto ‘BREAK MY SOUL’ es una de las canciones más gay jamás publicadas por Beyoncé, la mismísima Grace Jones aparece en ‘MOVE’, ‘SUMMER RENAISSANCE’ recrea el ‘I Feel Love’ de Donna Summer y Giorgio Moroder y Beyoncé dedica el álbum especialmente a su «tío Johnny» (en realidad, sobrino de su madre), que murió de sida.
A su querido tío, Beyoncé agradece haberle enseñado muchos de los estilos musicales que explora en ‘RENAISSANCE’, y la experiencia negra y queer es clave para entender el contenido del álbum. En los agradecimientos, Beyoncé reivindica a los pioneros olvidados (Frankie Knuckles podría ser uno de ellos) y en ‘RENAISSANCE’ queda claro que busca hacerlos «renacer» a una nueva generación. En ‘RENAISSANCE’ conviven Drake con las Clark Sisters, Sabrina Claudio con Teena Marie, A.G. Cook con Barbara Ann Teer.
Qué opina el público
La reacción a ‘RENAISSANCE’ en foro está dejando comentarios positivos pero también críticos. Usuarios de Popjustice destacan la chiflada producción de algunos cortes como ‘ALIEN SUPERSTAR’, celebran el fondo queer del álbum y hablan de disco del año. Sin embargo, también hay personas a las que el disco se les ha hecho largo y repetitivo, al modo de una «sesión de club demasiado larga».
Los foros de JENESAISPOP dejan comentarios parecidos. Frikomid explica: «No soy ni seré fan de Beyonce y no me gusta su música por lo general, pero este álbum en concreto sí que me ha parecido mejor que el resto de sus álbumes y con algunos temas que incluso me han gustado bastante. Se nota mucho el dinero en la producción del álbum y que este ha sido bien aprovechado y que ella ha tenido una idea en la cabeza y la ha llevado a cabo como la ha dado la gana (Y bien). De todas formas siendo ella quien es no me esperaba menos». Sin embargo, el usuario apunta: «Por decir algo malo… se me ha hecho muy largo, se nota a leguas en mi opinión cuales son los temas de relleno malo (Energy, Plastic off the sofa, move…) y cuales son los de relleno bueno».
Por otro lado, Goubemouche señala haberse encontrado con un disco menos espontáneo de lo que esperaba. «Lo más chocante son las declaraciones aquellas de que este disco iba a ser desenfadado y fresco, un salto al vacío de la espontaneidad. Y bueno, al final aunque bien producido e interesante, el disco es denso, complejo, y repensado hasta la saciedad. Espontaneidad poca». En otro post señala: «Al final, la sensación es que Beyoncé debió acabar muy, muy harta de las canciones de radiofórmula tipo Sweet Dreams, Halo o Radio». En ‘RENAISSANCE’, Beyoncé no puede sonar más liberada de esas restricciones.