«Solo te acuerdas de mí, cuando no estoy para ti», exclama la robotizada voz de Abraham Boba al comienzo de ‘Mítico’, la canción más corta de ‘ERA’. Dejando de lado la duración del tema, que también es un punto a favor, ‘Mítico’ tenía todos los elementos necesarios para ser un single, y lo tenía que haber sido.
El octavador de voz es un efecto que nunca habíamos escuchado en un disco de León Benavente, y no es el único sonido del que se puede decir esto en ‘ERA’, pero sí es de los más singulares. Según contó Abraham para esta misma página, aunque normalmente se usa «para complementar la voz», en este caso «es para matar al cantante, nada más», ya que decidieron eliminar la voz original de Abraham de la mezcla. Por si alguno se lo pregunta, este curioso efecto lo mantienen en directo.
Un directo que, por cierto, alarga considerablemente la duración del tema y convierte cualquier recinto en una fiesta futurista de sintetizadores a todo trapo. La diferencia entre la versión de estudio y el directo es como el día y la noche, y es totalmente imperdible.
Si ‘Mítico’ hubiese salido como el primer single, la novedad de escuchar un tema tan diferente también creo que le habría venido muy bien a la propia canción. Ojo, que ‘Líbrame del mal’ es un sencillo excelente y tiene su propio grado de innovación en el mundo de León Benavente, pero puede que un sencillo de ‘Mítico’ hubiese hecho al público percibirla de otra manera, al contrario que siendo un pequeño tema en la mitad del álbum.