El Santander Music sigue siendo garantía de sorpresa. La edición de 2023 ha abierto con una jornada en la que se podía encontrar de todo un poco: post punk moderno, indie rock, electro pop, flamenco pop, hip hop… Vamos, que aunque la potencia de SFDK superase a todo lo demás, había algo para todo el mundo.
La organización sigue siendo de lo mejorcito, «forzando» a la gente a ir y venir entre los dos escenarios sin dejar un momento en el que no suene la música y evitando que se formen aglomeraciones. El único pero que se le puede poner es ese cambio total de horarios a última hora, que realmente creo que ha sido un acierto en algunos aspectos, como en el adelanto del concierto de SFDK, pero que inevitablemente va a dejar descontentos.
Así lo expresó Markusiano de Depresión Sonora cuando comenzó su actuación a las 20:30 en el «escenario chiquipark»: «Hay medialunas, Coca-Cola y diversión», soltó sin perder la sonrisa de la boca. En principio, su concierto iba a empezar a las 23:00 de la noche. Teniendo en cuenta el tipo de música que hace Depresión Sonora, este no es un cambio menor.
Pese a todo, Markusiano llevó adelante su show apoyándose tanto en sus grandes temas como en los fieles de primera fila que nunca faltan y te bailan hasta lo imbailable. Con ‘Bienvenido al Caos’ y ‘Veo Tan Dentro’, el ambiente todavía estaba tímido, pero empezó a remontar con ‘Fumando en mi Funeral’ y se terminó de prender con ‘Apocalipsis Virtual’, en la que pidió un «mini pogo» a los niños de primera fila, y especialmente con «Hasta Que Llegue la Muerte’. En esta última hasta Markusiano bajó del escenario para darlo todo en el pogo colectivo final. Y vi una cerveza volar: éxito para Depresión Sonora.
Disfruté en cierta medida el concierto de Second, uno de los grupos que se enmarcaba totalmente en el público objetivo del festival y además en su gira de despedida. El público estuvo activado, Sean Frutos demostró una gran presencia en el escenario y la banda dio un sólido show, pero teniendo en cuenta todo lo que vino después los murcianos han quedado como lo menos reseñable de la jornada. El caso de Ana Tijoux, la siguiente en tomar el escenario principal, fue todo lo contrario.
Tijoux es alguien que no es normal ver en el cartel de ningún festival nacional y se trata del único nombre internacional de toda la edición. Fue un concierto muy diferente a todos los demás. A Tijoux no le daba miedo tomarse su tiempo para explicar el concepto o el sentido detrás de una canción y presentó un concierto de rap pausado, con instrumentación en directo y solos de bajo, piano y batería. Comenzó con una versión sofisticada de ‘1977’, que muchos la conocerán por su aparición en Breaking Bad, y fue intercalando temas del pasado y el presente, como ‘Sacar La Voz’ (2010) y ‘Niña’ (2023). Fue uno de los conciertos más especiales de la jornada, pero no pareció llegar a todo el mundo.
Toda la energía que le faltaba a Tijoux la tuvieron SFDK. No pensaba que fuese a disfrutar tanto su show, pero fue el único concierto del día que realmente se puede calificar como espectáculo. Supongo que se podría decir lo mismo del concierto de La Casa Azul, pero los sevillanos no tienen todos los medios efectistas que sí tiene Guille Milkyway (confeti, visuals…) y aun así lo superaron. Si antes dije que no se formaron aglomeraciones, SFDK rompieron la norma e hicieron que un buen bulto de gente cogiese sitio antes de su salida.
Zatu y Acción Sánchez tienen una química inigualable en el escenario y lo que menos me esperaba era que fuese a ver coreografías en un concierto de SFDK. A ver, semi coreografías. Dentro de lo estudiado y trabajado que tienen su show, inmersivo y con un ritmo frenético que hace que se te pase en nada (siendo el más largo de la jornada), también hay cabida para momentos espontáneos, como una pequeña improvisación de Zatu o los juegos constantes con el público. No tenían una banda como Tijoux, pero tampoco la necesitaban. Aun sin conocer ninguna canción sería difícil no contagiarse por la energía del ambiente.
En cuanto a su repertorio, poco puedo decir. En 2024 el dúo sevillano cumple 30 años de carrera y eso no es posible sin una colección de temas a la altura: ‘Lucifer’, ‘Bajo el Mismo Sol’, ‘Mambo’, ‘Agua Pasá’, ‘Ringui Dingui’, la emotiva ‘Ovarios y Pelotas’ y ‘Un Pobre Con Dinero’, entre muchas otras, fueron las más celebradas. El público parece que quedó satisfecho porque, al terminar, la mayoría se fue a su casa.
La Casa Azul y Soleá Morente se encargaron del punto fiestero y de verbena que no puede faltar en un festival y hasta hubo crossover en el escenario pequeño para cantar la rumbera ‘Vamos A Olvidar’ juntos por primera vez. En el resto del concierto de Morente, creo que nadie dejó de bailar. Lo mismo con La Casa Azul, que fue el evento multitudinario de la jornada. Milkyway habló de «lo que ha hecho Juan de Pablos por nosotros» y de ese punto medio del amor entre «me quedó aquí para siempre y mándame a la puta mierda porque no puedo más». Y eso que normalmente no se explaya mucho.