En la portada de ‘Two Star & the Dream Police’, el álbum debut de Mk.gee (tras sus mixtapes ‘A Museum of Contradiction’ y ‘Pronounced McGee’), el artista aparece en un plano medio con una guitarra eléctrica, con el pelo tapándole la cara y en mitad del bosque. Su pose y la luz azulada y lúgubre, para aquellos no familiarizados con su música, podría indicar que nos encontramos ante un proyecto de música emo.
Nada más lejos de la realidad, ya que Mk.gee se caracteriza principalmente por hacer bedroom pop, aunque aquí las fronteras entre los diversos géneros en los que se aventura son tan difusas que resulta difícil delimitarlas. En cualquier caso, y por extraño que parezca, esa portada encapsula de manera perfecta lo que uno siente al adentrarse en este proyecto. Nada más escuchar la primera pista, esa naturaleza misteriosa te envuelve y te sacude como el viento agitando las copas de los árboles.
Mk.gee es un cantautor muy particular. Nunca ofrece estructuras convencionales ni ritmos previsibles y, sin embargo, su música es sorprendentemente accesible. La apertura con ‘New Low’ desconcierta con su percusión y sus voces desordenadas, pero asienta el tono que desarrollará a lo largo de las once canciones restantes.
El disco principalmente se mueve entre el hypnagogic pop y el R&B alternativo, con pinceladas psicodélicas y sutiles texturas electrónicas.
La guitarra eléctrica, como no podría ser de otra manera, es la gran protagonista. Mk.gee saca el máximo partido de ella, haciendo que emita sonidos inesperados que se incorporan de manera brillante a sus características melodías extrañas, como en la delicada balada R&B ‘How Many Miles’. ‘Are You Looking Up’, quizá el single más obvio, lleva esto aún más lejos, con un ritmo más animado, añadiendo un irresistible riff de guitarra y un estribillo contagioso.
Sus interpretaciones vocales son otro de los puntos claves del proyecto, alcanzando una expresividad y dulzura con su voz rasgada que recuerda indudablemente a su amigo y colaborador habitual, Dijon. En ‘Two Star & the Dream Police’, Mk.gee suena mejor que nunca, prácticamente como si las producciones luminosas y limpias que poblaban sus trabajos anteriores perteneciesen a un artista distinto. Su estilo se ha vuelto mucho más complejo, matizado y difícil de catalogar. Las canciones toman riesgos y se encaminan por parajes imprevistos y los instrumentos suenan como si estuvieran tan cerca que uno pudiera tocarlos.
Este despegue artístico se traduce en canciones tan fascinantes como ‘Candy’, que no solo tiene una de las melodías más inmediatas, sino también una de las producciones más impresionantes que encontramos aquí. Lo mismo puede decirse de ‘Alesis’, una pequeña joya en la que la apasionada voz de Mk.gee se pierde en un apacible mar de guitarras, percusión y sintetizador. Después de esta, el artista propone un momento de calma en los cuatro minutos de ‘Breakthespell’, el corte más largo del proyecto, una balada menos recargada, donde brilla de nuevo su calidad como guitarrista.
El álbum se cierra con la que probablemente sea la mejor canción de todas: ‘Dream Police’, una preciosa muestra de bedroom pop psicodélico que por momentos recuerda tanto a Jai Paul como a Bon Iver pero con una incontestable personalidad propia. No hay mejor forma de acabar un trabajo que no solo invita a perderse una y otra vez en él, sino que impulsa a Mk.gee como uno de los talentos más prometedores de la música independiente actual.