Such Brave Girls
‘Such Brave Girls’ nació de una confesión. La joven cómica británica Kat Sadler le contó a su hermana, la actriz Lizzie Davidson, que había ingresado en un psiquiátrico después de intentar suicidarse. Esta aprovechó la ocasión y le hizo su propia confesión: tenía una deuda en la tarjeta de más de 20.000 libras. Este choque de dramas personales les provocó unas carcajadas, un reír por no llorar, que decidieron trasladar a la ficción. Salud mental y precariedad económica son dos de los temas que aparecen en esta miniserie. El otro es la dificultad para compaginar el feminismo con los sentimientos, el deseo o el puro instinto de supervivencia.
Producida por la BBC y A24, y ganadora del Bafta a la mejor serie de comedia, ‘Such Brave Girls’ sigue la estela de otras ficciones que han cuestionado, desde el feminismo y la irreverencia cómica, los estereotipos sobre la femineidad como ‘Girls’, ‘Fleabag’ o ‘Derry Girls’. Una madre separada y descreída obsesionada por encontrar un marido con pasta, una hija vivaracha obsesionada con un novio tóxico y otra hija depresiva obsesionada con la salud mental. Tres personalidades al límite cuyas interacciones hacen saltar chispas de humor salvajemente escatológico, brillantemente satírico y con incómodas cargas de profundidad. 8
Disponible: Filmin
Sugar
Creada por Mark Protosevich, guionista de ‘Thor’ (2011) o ‘Soy leyenda’ (2007), ‘Sugar’ está planteada como un neo-noir a lo Raymond Chandler, con un émulo de Philip Marlowe como protagonista (menos cínico y más bondadoso), que dialoga constantemente con los clásicos del género negro. La miniserie está salpicada de cortes de filmes clásicos que sirven como cita, apunte o complemento de la narración (y como festín para los fans del noir). Con una caligrafía audiovisual atractiva aunque algo efectista, con mucho truquito de montaje, seguimos un relato criminal más o menos convencional hasta que, de repente, pega un volantazo de guion tan arriesgado como gozosamente juguetón. Un giro de esos que hace que nos replanteemos lo que hemos visto y que sirve como antesala de una segunda temporada muy prometedora. 7
Disponible: Apple TV
Nos vemos en otra vida
‘Nos vemos en otra vida’ es la adaptación del libro de Manuel Jabois (Planeta, 2016) sobre Gabriel Montoya Vidal, el menor implicado en los atentados del 11-M
. A través de su punto de vista, la miniserie describe la trama asturiana del ataque de Al Qaeda (ETA para Aznar). La caracterización de los personajes, las interpretaciones de los actores (a destacar un espectacular Pol López como Trashorras, el ex minero y traficante que vendió los explosivos a los yihadistas), la recreación de los bajos fondos de Avilés, la elección de la estructura del relato dividida en tres arcos temporales, la dosificación de la información… Todo funciona de maravilla en un relato que ni juzga a los personajes ni espectaculariza la terrible matanza de 2004: lo cuenta con respeto y mucha sabiduría narrativa. 8Blue Lights
La serie presta la misma atención al dibujo de los personajes que a la construcción de la trama policial, a los dramas personales que a las acciones profesionales de los agentes y su dimensión sociopolítica. Esto hace que ‘Blue Lights’ funcione muy bien en varios niveles narrativos: como crónica del día a día de una comisaría, drama íntimo sobre la vida de los agentes de policía y como retrato de una ciudad con heridas muy profundas que todavía condicionan las relaciones entre sus habitantes. 7’5
Disponible: Movistar+
Sangre y dinero
Planteada como un duelo moral, intelectual y actoral entre el investigador encargado del caso (un sensacional Vincent Lindon) y uno de los principales estafadores, uno de esos pijos narcisistas “lobos de Wall Street” que tanto daño hacen a la sociedad (estupendo Niels Schneider, en sustitución del fallecido Gaspard Ulliel), ‘Sangre y dinero’ es un absorbente thriller, excelentemente narrado (no es fácil explicar las complejidades del fraude y la investigación sin resultar pesado), sobre la cara más turbia, cínica e inmoral del capitalismo. A destacar la banda sonora del músico electrónico Rone y la canción de los créditos, ‘N.E.M.’ (Las Aves), con ecos de M.I.A. 8.
Disponible: Filmin