Por increíble que parezca, no hay cantantes invitados en el nuevo disco de Caribou. No, no hay vocalistas femeninas. Lo que oyes son versiones de la voz del mismo Dan Snaith, tratadas con inteligencia artificial. ‘Honey’ es, por tanto, el primer álbum relevante creado con sobredosis de IA que nos deja la historia del pop.
Esto podría haber sido un ejercicio que se estudiara en las facultades -más allá de las clases de ética-. Sin embargo, muchas de las cosas que escuchamos en ‘Honey’ recuerdan simplemente a algo que ya ha hecho antes y mejor Caribou. El mismo Caribou que nos dejó el titular «soy alérgico a la idea de repetirme».
¿Estamos ante una reflexión irónica sobre los límites de la tecnología? No: otras canciones recuerdan sin motivo a su proyecto paralelo Daphni (la misma ‘Honey’), otras samplean hits pasados reales, y otras simplemente están ahí, como podrían no estarlo.
Los singles no apuntaban a nada de esto. ‘Broke My Heart‘, una de las mejores canciones de 2024, tiene todo el brío de sus mayores éxitos, aquí con un punto garage o incluso hyper pop que le sienta como un guante. Parece la evolución natural del autor de ‘Odessa’, pues Caribou continúa recorriendo el mundo con su propuesta electrónica, como ha hecho siempre. Esa energía la manifiestan también la disco-house ‘Climbing’ y ‘Come Find Me‘. Te gustará si deseabas una recreación de las mismas sensaciones que producía ‘Can’t Do Without You’.
Por eso quizá ‘Come Find Me’ aparece después de un tema que se llama ‘Do Without You’ y que parece el reverso del viejo hit. Lo malo es que es una de las canciones de ‘Honey’ que suena a medio hacer, como ‘August 20/24’. Hay quien apuntará que son solo interludios, ¿pero ese alguien recordará lo gloriosa que era ‘Julia Brightly’ en el desarrollo de su gran obra maestra, ‘Our Love’?
Si ‘Volume’ es una reivindicación del hit de 1987 ‘Pump Up The Volume’ de M|A|R|R|S, un tanto extraña en este contexto; algunas producciones de la segunda mitad son tan burdas y de brocha gorda que chequearás si realmente estás escuchando el nuevo disco de Caribou o te ha saltado ya el nuevo álbum de Coldplay por cosas del algoritmo. Es el caso de ‘Over Now’ o de la final ‘Got to Change’. Canciones que encajarán mejor en una sesión que en lo que entendíamos como un álbum de Caribou.
La canción más dispar del conjunto es ‘Campfire’. En ella convive el folk minimalista -como reprise de ‘Broke My Heart’- con una suerte de rap. Es la viva imagen del error de este álbum: es como si se hubiera antepuesto la curiosidad por dónde nos puede llevar la tecnología -en concreto la modulación vocal- al corazón. ‘Honey’ es el primer pinchazo de un artista que creíamos tan infalible como Caribou.