Rufus Wainwright es el último damnificado por el uso de su música en un mítin de Donald Trump. Su versión de ‘Hallelujah’, una canción original de Leonard Cohen, ha sonado durante un evento de la campaña de Trump celebrado en Pensilvania, y Wainwright se ha mostrado «mortificado» por la situación. En su opinión, es «el colmo de la blasfemia».
En un comunicado, Wainwright critica el uso de ‘Hallelujah’ por Trump y razona que la letra de la canción no se alinea con los valores ni con las políticas promovidas por el candidato republicano.
«La canción se ha convertido en un himno dedicado a la paz, el amor y la aceptación de la verdad», escribe Wainwright en su mensaje. «Durante los años me he sentido tremendamente honrado por estar conectado a esta oda a la tolerancia, y ver a Trump y a sus seguidores comulgar con esta música me parece el colmo de la blasfemia. Por supuesto, en absoluto estoy de acuerdo con esta situación y me siento mortificado. Sin embargo, la buena persona en mí espera que, quizá, al escuchar la letra de ‘Hallelujah’, Trump pueda sentir un atisbo de remordimiento por lo que ha causado».
En el texto, Wainwright informa de que la editorial de Leonard Cohen ha tomado acciones legales por el uso de Trump de ‘Hallelujah’ mandando a la campaña de Trump un cese y desista.
Wainwright es el último artista que tiene problemas con Trump y que critica públicamente el uso de su música en la campaña republicana, tras Beyoncé, ABBA, Foo Fighters o Céline Dion. En el mensaje, Wainwright respalda oficialmente a Kamala Harris.