Entre las sorpresas que nos dejaban las listas británicas esta semana, no podemos hablar de Sabrina Carpenter, que no solo mantiene el número 1 con ‘Taste’ sino que sigue con sus 3 singles en el top 5. Pero sí de Milli Vanilli.
La música del malogrado dúo, derribado por la industria tras descubrirse que no cantaban sus canciones, vuelve a estar de moda. ‘I’m Gonna Miss You’ reentra en el top 40, mientras ‘Blame It On the Rain’ lo hace en el puesto 47. Y la culpa de todo la tiene Ryan Murphy.
Hay gente en redes sociales que cree que Milli Vanilli estarían volviendo a las listas tras desvelarse cómo los trató la industria en su documental. Sin embargo, tal documental se ha ido conociendo desde el año pasado, y la verdadera razón de este retorno a la actualidad es el uso de Milli Vanilli en la serie de Netflix ‘Monstruos: La historia de Lyle y Erik Menéndez’.
Según el libro ‘The Menendez Murders: The Shocking Untold Story of the Menéndez Family and the Killings that Stunned the Nation’, Lyle Ménendez eligió ‘Girl I’m Gonna Miss You’ para el funeral de sus padres y eso es algo que se ha respetado en la producción, devolviendo el tema a las listas de éxitos.
Según Spotify, los países en que más ha calado esta resurrección son Irlanda, Lituania, Islandia, Noruega y Reino Unido, aunque no lo suficiente para revivir el tema en listas globales.
Con todo, otra resurrección para los que se llamaron “falsos Milli Vanilli”, en concreto para su miembro superviviente Fab Morvan. Este año le entrevistamos y le vimos actuar en Mallorca Live. Este fue su resumen de lo que pasó con Milli Vanilli:
«Es una historia de explotación, poder, avaricia, de dos muchachos que no sabían lo que hacían, de los entresijos de la industria musical. Cuando te metes en la industria crees que todo el mundo es tu amigo, pero no, es un negocio. Cuando un artista no les vale le tiran a la basura. Te usan y no te das cuenta. Crees que eres parte de la familia. Las cosas van bien hasta que dejan de hacerlo. Para mí fue un proceso de aprendizaje: nadie sabía que Milli Vanilli tendría tantísimo éxito. Sacamos un single y pensamos que la cosa acabaría ahí, pero no, el éxito vino, la fama vino, y la fama nos sedujo. Rob era adoptado, yo venía de una familia de padres divorciados, el amor que recibíamos del público era increíble y no queríamos perderlo. Así que seguimos… Rob y Fab cometieron un error delante de todo el mundo. Cuando la gente comete errores lo hace en la privacidad de su casa, a nadie le importa, pero nosotros estábamos expuestos. Y aunque se supone que los jueces deben investigar todos los aspectos de una historia, eso no fue lo que pasó. Se nos culpó a nosotros de absolutamente todo».