Os ofrecemos una opinión a favor y otra en contra de ‘APT.’, el single de Rosé y Bruno Mars, que ha sido número 1 en el global en Spotify:
«‘APT.’ parte de un concepto muy original inspirado en un juego de beber coreano, el «apt», un juego que, además, es musical e involucra marcar un ritmo y cantar una melodía. La palabra viene del inglés «Apartment», de modo que la unión de Rosé y Bruno Mars tiene, sobre el papel, todo el sentido del mundo. Sin embargo, ‘APT.’ no me parece tan fresca como las influencias de las que -ejem- bebe, ya no solo de la época rosa de Avril Lavigne, sino del ‘SUCKER’ de Charli xcx y, por tanto, del ‘Mickey’ de Toni Basil.
Especialmente ‘SUCKER’, el disco más infravalorado de Charli xcx, con toda su garra y actitud, hace que ‘Apt.’ parezca un juego de niños. Los ganchos están ahí, introducidos quirúrgicamente, pero ni Rosé ni Bruno suenan creíbles en este contexto de punk-pop procesadito y chicle, y la canción, con las sucesivas escuchas, solo se vuelve peor y no mejor». Jordi Bardají
«Dicen que Youtube ya no es lo que era, que la gente se ha pasado a TikTok… no en el caso de los artistas surcoreanos. 400 millones de visualizaciones suma en tan solo un mes este ‘APT’ de Rosé y Bruno Mars, que certifica la buena racha de este. Además de haber publicado una de las mejores canciones de 2024 junto a Lady Gaga, el artista co-produce y co-escribe este divertimento que podrían haber entonado Shampoo.
La canción es una sucesión de ganchos que van más allá de la repetición desquiciada del concepto «APT». Ahí está el puente «I’m on my way» y sobre todo ese momento irresistible en el que ambos -por separado- quiebran la voz en el pre-estribillo («just meet me at the…»). El vídeo es directamente una sucesión de memes. Bruno como Cupido. Rosé tocando la batería… Una chuchería que Mars define muy bien en la frase «I’m talking drink, dance, smoke, freak, party all night». Sebas E. Alonso.