Leire Martínez Ochoa fue nombrada cantante de La Oreja de Van Gogh en julio de 2008, tras la marcha de Amaia Montero. Casi 17 años y cuatro álbumes de estudio después, el grupo publica un escueto comunicado en el que se anuncia la salida de la cantante. «Las trayectorias profesionales de Leire y La Oreja de Van Gogh seguirán caminos separados», se podía leer.
Ahora, en mitad de toda la polémica, Leire presenta su carrera en solitario con ‘Mi Nombre’, un bombazo en el que aborda sin rodeos su separación con La Oreja De Van Gogh, procesando a la vez todo lo que ha sentido durante este tiempo. En todas las plataformas, este viernes 11 de abril.
Hablamos con Leire sobre sus nuevos miedos, los detalles de su marcha, su nuevo disco y la posibilidad remota de salir de gira con Amaia Montero (sin el resto del grupo).
Me imagino que estos últimos meses han sido muy intensos para ti. ¿Cómo los has vivido? ¿Cómo te encuentras?
Pues como dices, muy intensos, por muchos motivos. Evidentemente, los lógicos después de la ruptura, los emocionales a ese nivel y después porque he arrancado casi de forma inmediata con un proceso de composición y de creación. Y eso también es muy intenso.
¿Es difícil volver a empezar?
Te pone las pilas. Te vuelve a descolocar y te obliga otra vez a que busques ese lugar. En ese sentido, sí que es convulso. No sé si lo definiría como difícil, pero bueno, es lo que es y en este caso para mí no ha resultado difícil.
Me parece importante que una canción como ‘Mi Nombre’ sea la carta de presentación de tu disco. ¿Esta fue tu primera elección como adelanto?
Una vez existía la canción, lo tuve claro.
¿Cuándo fue esto?
Pues fue de las primeras, o la primera. Cuando empecé este proceso creativo, me di cuenta de que por mucho que yo tratara de hablar de otras cosas, mi impulso me llevaba a esa emoción con la que yo estaba conectada, a ese dolor. Creo que soy muy evidente en la letra de la canción y creo que no hay atisbo de dudas de lo que estaba sintiendo. Por mucho que intentaba hablar de otras cosas, no podía. Y dije: ¿Por qué no valido esta emoción? ¿Por qué no valido esta necesidad de hablar de esto? ¿Por qué no le doy su lugar? Esta canción nace de eso, porque si no lo hacía igual no iba a ser capaz de avanzar.
¿Ha tenido un fin terapéutico?
Inicialmente no me lo planteé como tal, pero me he dado cuenta de que ha acabado teniéndolo. Necesitaba darle su lugar a esa emoción, no negarla ni rechazarla.
«Tenía miedo a no saber, a no poder, a bloquearme y no disfrutar del proceso»
Hiciste la canción y la letra con Pedro Elipe y Marc Montserrat. ¿Cómo les conociste?
Pues cuando decidí empezar a crear, la parte de escribir la tenía muy clara y me veía capacitada para ello, pero estaba un poco bloqueada con el tema musical, con crear unas melodías, que lógicamente es lo que necesita una canción. Ahí empecé a pedir ayuda a quien tenía alrededor. Inicialmente fue la oficina de management la que me dijo que conocían gente que escribe canciones y que me podían enseñar, dar pautas, lo que sea. Y así fue. Pedro y Marc fueron de las primeras personas con las que me senté. Esta canción nace después de muchas conversaciones entre nosotros. Al principio, una de las cosas que más me costó fue exponerme y crear junto a gente a la que no conozco y de la que no sé nada. Yo necesité hablar y sentir que de alguna manera empezamos a conocernos mínima o máximamente.
¿Notaste la química?
Desde el primer momento. Bueno, tengo que decir que me he saltado una frase porque es verdad que la oficina me ayudó y me introdujo en ese sentido, pero lo primero de lo que dispuse fueron mis amigos y compañeros de profesión que enseguida me llamaron para abrirme las puertas de su casa. Entonces, la primera persona con la que yo me siento es con Andrés Suárez. Esas primeras dos citas, con Andrés y luego con Marc y Pedro sobre todo me ayudaron a romper con ese miedo que tenía.
¿A qué tenías miedo?
A no saber. A no poder. Sobre todo eso, que me bloqueara y de repente no disfrutara del proceso. Ellos me ayudaron mucho. Luego me di cuenta de que nadie me iba a juzgar, pero en mi cabeza estaban esas dudas, que a veces nos limitan a la hora de dar pasos adelante. Me ayudó mucho a eso, a romper ese hielo, a romper con esas inseguridades, a empezar a salir de ese otro lugar en el que estaba. De esa «zona de confort», o de lo que me había acostumbrado.
Claramente has recuperado la libertad creativa. Has contado que en La Oreja de Van Gogh no te sentías así.
A ver, me gustaría matizar este tema. Yo he sido libre de componer dentro de La Oreja y de proponer, aportar y todo eso, pero formar parte de un grupo implica también eso, que no eres tú cien por cien el que decide o hace. Ahora sí lo soy. Para mí en eso radica la diferencia nada más, en que ahora no tengo a nadie con quien consensuar si pongo, subo o bajo. En ese grupo éramos cinco personas que decidíamos si se ponía A o B. Igual a dos nos gustaba más A y a tres B. Es la mezcla de las cinco opiniones. En ese sentido, la libertad es otra. No porque no haya libertad, sino porque era compartida.
«Creo que todos, incluidos los fans, nos merecíamos haber podido cerrar la etapa»
¿Qué es lo que hay en este disco que no hemos visto de ti hasta ahora?
Pues quizá precisamente eso. Son cien por cien mis reflexiones, mi perspectiva, mi estilo, con mi trazo, con mi forma de hacer… que eso ahora la gente tendrá que decidir lo que es. Y no estoy hablando desde la comparación, sino porque ahora solo decido yo y solo están las palabras que yo elijo.
Creo que muchos nos sentimos decepcionados con el comunicado que hizo el grupo anunciando la separación, porque nos esperábamos algo con más corazón. ¿Cómo te habría gustado hacerlo a ti?
A mí me hubiera gustado cerrar la etapa. Homenajear la etapa. Festejar la etapa. ¿Por qué no? Creo que el proyecto que hemos vivido ha sido uno maravilloso. Y creo que todos, no solo yo, todos nos lo merecíamos. Cuando digo todos, incluyo al público. Todos nos merecíamos haber podido cerrar la etapa. Los cierres hay que transitarlos, no se pueden barrer debajo de la alfombra.
Desde fuera daba un poco esa impresión.
Yo también lo creo.
¿Cómo viviste las reacciones de los fans? ¿Te sorprendieron?
Sí, me sorprendieron mucho.
¿En qué sentido?
Sobre todo, que con tan poca información la gente hiciera la lectura que hizo. Eso sí me sorprendió.
Igual era precisamente por la falta de información.
Pues quizá, pero reconozco que me sorprendió. Nunca lo había vivido así.
Una de las razones que daban era «diferentes maneras de vivir el grupo». A lo largo de 17 años, ¿siempre habéis vivido el grupo de la misma forma?
No, y además es normal que no lo vivas cien por cien igual. Somos cinco personas distintas. Lo que pasa es que sí creo que a veces las situaciones se pueden reconducir y a veces no. Y esta vez, pues no.
En vuestro último disco, ‘Un Susurro en la Tormenta’, ¿cómo estaban las cosas ahí?
A ver, bien hasta donde estaban y mal hasta donde estaban. Quiero decir, nunca nada es 100% bien o mal. Yo no estoy en el grupo, les quiero y les voy a echar de menos, pero quiero disfrutar de mi nueva etapa. No creo que sean inviables las dos realidades, creo que conviven y deben convivir, porque creo que es lo más realista. En 2020 estábamos bien hasta el punto de que quisimos volver a hacer un disco juntos y probablemente la situación sería distinta a ‘Cometas Por El Cielo’. No por nada en concreto, sino porque la vida es así. Nunca estás en el mismo lugar todo el rato.
En el disco, ¿hay más canciones relacionadas con La Oreja o esta es tu última palabra?
Mira, has empezado la entrevista diciendo que de alguna manera te alegrabas de que esta fuera la primera o como que eso ha sido intencionado. Yo sabía que cualquier cosa que yo presentara ahora iba a estar supeditada a todo lo que ha pasado. Como vi que quería validar un sentimiento que habla de lo que todo el mundo me va a preguntar pues sacamos esta cancion como primer single y ya todos sabemos de lo mismo, pero no, todo el disco no habla de lo mismo. También valida otras emociones, reflexiones que yo hago, sentimientos, opiniones que tengo del mundo, la vida, la sociedad en la que vivimos, la forma en que queremos y convivimos… El disco llega en un momento de catarsis personal en el que me he replanteado todas estas cosas y en el que he tenido que buscar cuál es el lugar en el que quiero estar, hacia dónde quiero ir y qué quiero hacer. Luego la gente va a interpretar lo que quiera, como siempre.
«Hay momentos que te ayudan a tomar decisiones y a veces confirman lo que creías o lo que sentías»
Cuando Amaia salió a cantar con Karol G y empezaron los rumores de su vuelta, tú contaste que en ese momento te sentiste «ninguneada» después de estar 16 años al frente de la banda. Tus compañeros en ese momento no te defendieron, pero seguías en el grupo. ¿Ese momento jugó algún papel en la separación?
Bueno, yo creo que esos momentos juegan el papel de confirmar una situación. Quizá son fundamentales para esos posibles encuentros o desencuentros. Quiero decir, al final, si tienes dudas sobre qué hacer y pasan cosas así, a veces te ayudan a tomar decisiones o a veces confirman lo que creías o lo que sentías.
No sé si estás al tanto, pero hubo todo un movimiento en redes pidiendo una gira conjunta tuya y de Amaia, cantando las canciones de las dos eras. Sin los chicos, me refiero.
Ah, ¿sin ellos?
Sin ellos.
Esto sí que no lo había oído yo.
Creemos que triunfaría bastante. ¿Lo ves factible?
Te lo juro que no sabía nada. He oído 20.000 historias. Había oído lo de la gira conjunta de las dos, pero con ellos. Esa opción no la había escuchado. Me parece muy, muy top, que después de todo este revuelo resulte que les dejamos a ellos fuera y nos vamos nosotras de gira. O sea, como idea bizarra, me parece de las mejores que he oído. No lo veo realista en el sentido de que detrás de esas canciones hay otras cuatro personas más.
Nace de que muchos fans os ven a a ambas como el verdadero alma de la banda.
Eso son opiniones y lo agradezco. Creo que todas las opiniones tienen cabida. Entiéndeme, las que no insulten directamente ni violenten la situación. Creo que a todo el mundo hay que darle su lugar, pero a todo el mundo. A mí, al grupo y a cada uno de mis compañeros. A Pablo, a Xabi, a Haritz, a Álvaro, a Amaia… Porque esto es un proyecto que se ha llamado y se llama La Oreja de Van Gogh del que formamos parte todos. Entonces, yo ahora mismo ya no estoy ahí, y por lo tanto ahora mismo no veo viable subirme a un escenario para eso. Vamos, estoy emprendiendo algo en solitario y lo quiero vivir. Luego ya veremos, pero no lo sé.